Greenpeace nos invita a adentrarnos en el sorprendente universo fisiológico de las ballenas. Un mundo que los científicos se han esforzado en explorar a pesar de los grandes condicionamientos que la realidad natural impone para intentar salvar la especie. 

Conocer en profundidad los hábitos y comportamientos , así como la particular fisiología de las ballenas siempre ha sido un gran desafío para el mundo científico. Por su tamaño descomunal y el difícil acceso a las áreas oceánicas que constituyen su hábitat natural, las ballenas son una especie extremadamente difícil de investigar de modo sistemático .

En relación al estudio de su composición fisiológica, con animales como las ballenas, los métodos más simples empleados para estudiar a otras especies de tierra y mar, como la obtención de una muestra de sangre, son imposibles de obtener. En el caso de las ballenas , hasta la información más básica acerca de la fisiología de la especie , continúa siendo desconocida aún hoy para la comunidad científica.

A pesar de los grandes límites que la realidad impone para conocer aspectos cruciales de su morfología y comportamiento , los investigadores han podido desarrollar técnicas y herramientas creativas y novedosas para su estudio. Unas técnicas modernas, innovadoras y no invasivas que ponen de relieve que se puede estudiar a una ballena sin afectar su vida en el mar ni matarlas. 

Métodos y herramientas de estudio del todo novedosos 

Por ejemplo, los científicos descubrieron que en las barbas de una ballena franca adulta , que pueden llegar a medir casi 2 metros de largo, se puede encontrar un “registro químico” único que guarda información de invaluable importancia acerca de los últimos diez años de su historia de vida. Estas técnicas de estudio pueden ser aplicadas de modos muy diversos y efectivos , aportando invaluable información mediante un uso correcto y metódico. Por ejemplo, se ha podido comprobar ,a la hora de estudiar las barbas de los ballenatos, que ellas guardaban un preciado y completo registro de su etapa intrauterina, proporcionando a los investigadores información clave del tiempo gestacional. 

Esta herramienta fundamental fue descubierta por los científicos a raíz del estudio del material filamentoso de las barbas, en donde se han aplicado técnicas de laboratorio y se ha detectado la presencia de un registro químico de hormonas como el cortisol y la progesterona. El gran aporte hecho posible por esta técnica fue el acceso a una información de vital importancia que ha permitido conocer cúal es la respuesta fisiológica de las ballenas ante una situación de estrés . Luego con estos índices, datos concretos de cómo impacta el estrés en la salud reproductiva de las ballenas, pueden ser obtenidos con increíble exactitud. 

En este sentido , por ejemplo, se puede llegar a determinar con qué frecuencia una ballena hembra ha estado embarazada evaluando los niveles de progesterona presentes en diferentes segmentos de la barba . También se pudo conocer cuál es la respuesta fisiológica frente a algunas lesiones comunes ocasionadas por enmallamientos, ataques de las gaviotas u otros factores estresantes a os que se ve sometida una ballena en su diario tránsito por los océanos.

La información vital que brindan las hormonas de una ballena.

En las ballenas, factores de fuerte impacto como lesiones, inanición o tormentas, producen una elevada secreción de cortisol, la hormona que se dispara en el animal ante la presencia de situaciones de estrés. Pero ocurre que ante la exposición crónico a diversos factores estresantes, como en otros animales de tierra, éstos pueden sobrepasar la capacidad de respuesta adaptativa de la ballena, llevándola al colapso o incluso la muerte. 

Como es común que ocurra en otras especies, el nivel de cortisol si está presente en niveles elevados por períodos extensos, puede llegar a frenar el crecimiento, la reproducción y la función esencial del sistema inmune. En estos casos de estrés crónico, el cortisol deteriora el estado de salud integral del animal y cuando cae por debajo de los niveles basales normales la ballena puede entrar en situación de colapso inminente iniciando un proceso vital gradual que la llevará a su muerte. 

Gracias al análisis de las barbas , los científicos han podido estudiar cómo varían las concentraciones del cortisol, y por ello, conocer la gravedad de los efectos de la acumulación de esta hormona y la ocurrencia, e impacto de estos efectos acumulativos negativos en las ballenas. 

Las barbas de la ballena portan información clave

El estudio del nivel de cortisol comienza cuando una ballena muere y el equipo científico obtiene una muestra química de los filamentos de su barba .Un procedimiento integral en donde se pueden recolectar todo tipo de tejidos. Con estas piezas de vital importancia , se abre la puerta de acceso a una oportunidad única que permite el análisis longitudinal y retrospectivo de los niveles hormonales. Esto es posible porque a medida que la barba de una ballena crece, las hormonas que circulan en sangre se van depositando paulatinamente y de forma secuencial en este tejido. 

En el caso de las ballenas Francas Australes, se ha observado que el indicador de la hormona del estrés se encuentra presente en las barbas en concentraciones muy elevadas en determinados momentos muy puntuales. Estos momentos son compatibles con las circunstancias en las que la ballena ha estado expuesta a factores de estrés muy comunes y frecuentes como atascamientos en redes de pesca o períodos de inanición o enfermedades prolongadas . La evaluación de los niveles de cortisol, ha permitido estudiar cómo es la respuesta fisiológica de una ballena durante los estados reproductivos energéticamente costosos para su cuerpo como son , como el embarazo, la lactancia o la temporada reproductiva en los machos adultos. 

Gracias a toda esta crucial información, las organizaciones ambientales que bregan por el cuidado y protección de las ballenas , pueden presentar razones científicas ante los organismos internacionales para impulsar mayores medidas de protección en todo el planeta que, sumadas a las ya conocidas pueden ser escuchadas , valoradas y servir como un efectivo mecanismo que sume un plus vital y trascendente para su conservación.