Gran cantidad de Ballenas Azules están regresando a las aguas de las Islas Georgias del Sur . Los investigadores del Instituto de Conservación de Ballenas (ICB) creen que es un índice certero de una anhelada recuperación poblacional de la especie.

Los investigadores del ICB que estudian las poblaciones de ballenas en la Península de Valdés en el Atlántico Sur , están muy emocionados y esperanzados por el avistaje de un gran número de ballenas azules en las aguas cercanas a las áreas de las Islas Georgias del Sur.

Los biólogos marinos han contabilizado a comienzos de marzo de 2023 un total de 60 ballenas azules, un hecho que han considerado “esperanzador y conmovedor”, ya que no se habían registrado avistajes en esa zona particular desde hacía largas temporadas.

Según sus datos de archivo recolectados a lo largo de 30 años, la presencia de cetáceos en estas aguas no sería un hecho extraño. Según reflejan estas fuentes, los mares del Pacífico Sur, fueron áreas conocidas por esta especie de ballenas que en el tiempo, por circunstancias aún poco conocidas, dejaron de verse por estas aguas. Los investigadores afirmaron que esta novedosa y auspiciante presencia sería un probable regreso de las ballenas a esta antigua área de asentamiento conocida por ellas.

Antigua zona de fuerte caza ballenera con fines comerciales

En el Atlántico Sur , en las frías aguas de las Islas Georgias y a lo largo de la historia, la región se fue haciendo famosa por ser la predilecta para la caza comercial de ballenas, sobre todo en los primeros años del siglo XX. 

Los grandes buques pesqueros ,con sus gigantes arpones, dieron muerte aquí a miles de ballenas azules, hasta lograr diezmar a su población. En el punto más álgido de la cruel cacería marina morían por esta actividad en el área de las Islas Georgias, un promedio de 3.600 ejemplares al año.

Sin embargo, no se limitaron a los mamíferos marinos, ya que los barcos balleneros también causaron un grave impacto en otras especies, como los delfines y los lobos marinos, diezmando sus poblaciones. No obstante estas especies pudieron recuperarse con el tiempo y salir de su crítica situación poblacional pero las ballenas azules, no. 

Luego de que se decretara a nivel internacional el fin de la caza comercial de ballenas, se sufrió la ausencia de su majestuosa presencia en las aguas de esta región durante mucho tiempo . Este hecho incluso, llegó a desalentar a los investigadores del ICB de volver a verlas en estas aguas y menos aún en cantidades que fueran significativas . 

 La ‘memoria cultural’ que poseen las ballenas

Para la Dra Susana Calderoni, bióloga de la Universidad de Oxford , es muy posible que las ballenas azules luego que su población se diezmara, los ejemplares sobrevivientes de las cacerías hayan perdido la memoria cultural que les marcaba a el área de las Georgias del Sur como una zona apta para su asentamiento y alimentación.

La Dra Calderoni, estima que la clave radica en que esta área del Atlántico Sur es una zona que se encuentra incluída en la ruta migratoria de una gran cantidad de especies marinas, como los son las masas de crustáceos que viajan en las aguas desde el polo antártico. Entre esta abundante fauna marina , están los kriles, unos pequeños crustáceos que son el alimento favorito de las ballenas. Pero, dado que durante tan largo tiempo hubo tan pocas ballenas azules en estas aguas, se cree que el conocimiento de la zona como poseedora de recursos alimenticios no se haya transmitido a las nuevas generaciones de ballenas y ahora, estas mismas ballenas la están ‘redescubriendo’ .

Calderoni sostiene que “Estas aguas muy ricas en recursos han constituído en el pasado y siguen siendo aún hoy, una zona excelente por la calidad nutricional del alimento disponible para los cetáceos.Las ballenas no dejaron de venir a estas aguas porque no encontraron alimento, sino porque no conocían que existía dicho alimento aquí ”. 

La investigadora cree que “este hecho , probablemente no sea un fenómeno ocasional o fortuito , sino que se espera que en el futuro se vuelvan a ver ballenas azules descansando en estas aguas . Ahora , es necesario hacer foco en descubrir cómo hicieron las ballenas azules para poder ‘recordar’ esta zona y volver a las aguas de las Islas Georgias del Sur como lo hicieron sus antecesoras en antiguas migraciones “.