Para la ONU, el flagelo de la contaminación plástica que acecha los océanos del planeta es responsabilidad de todos, tanto del ciudadano común como de las instituciones gubernamentales y sus deficientes políticas y estrategias para su efectivo tratamiento. El deterioro creciente de la fauna y flora marina,es hoy una realidad incuestionable que se agrava minuto a minuto . Por ello, los científicos y expertos en biología marina de todo el mundo, alzan su voz para visibilizar la grave situación e invitar a la acción.

Los desechos plásticos constituyen en el presente, una de las principales amenazas para la biodiversidad oceánica. Los científicos y expertos en biología marina, ante la degradación del medio oceánico, una vez más se dirigen a la sociedad toda para hacer escuchar la voz que clama desde las profundidades del mar: los principales ecosistemas agonizan y la toda la vida marina corre grave peligro de no sobrevivir a los embates del cambio climático.

Para los equipos más notables de expertos, de no tomar acciones urgentes en el asunto, el planeta deberá enfrentar en el corto plazo, resultados difíciles de revertir : escenarios desoladores que hoy van tomando forma de a poco. Y, en reemplazo de la exuberante y diversa vida marina, tendremos mega islas de plástico que serán el nuevo paisaje que regalará el mar para 2050 si el ritmo de contaminación con este tipo de residuos sigue el rumbo actual. 

La ciencia, hoy explica que los residuos plásticos pueden tardar miles y miles de años en desintegrarse y en este largo proceso, no ahorran daños a los ecosistemas naturales y al ser humano, que se estima podrían extenderse incluso por siglos. Lo más preocupante de la contaminación plástica es que en la actualidad, no hay rincón del planeta que no contenga plástico: hay plástico en el aire, en las nubes, en las fosas de las Marianas, el punto más agudo del océano y en la cima del Everest. A medida que el plástico se desintegra en micropartículas, pasa a formar parte de todo lo viviente: del agua, del mar y sus especies, de los suelos y de sus productos, de los cuales nos alimentamos los hombres. De modo tal que, lamentablemente, el plástico es integrado a todo lo que forma parte de las fuentes de alimento primarias del hombre.

El impacto letal del plástico en los ecosistemas marinos

Los biólogos marinos y científicos que estudian el medio oceánico, alertan del grave perjuicio que el plástico causa en los cetáceos , mamíferos y demás fauna marina. En grandes cantidades, estos desechos son ingeridos por las ballenas de modo accidental, causándoles graves y serias lesiones en sus aparatos digestivos. La alta mortalidad que ocasiona la ingesta de plásticos, junto la ingesta de redes de pesca que flotan a la deriva en las aguas, son algunas de las principales causas que están llevando al límite a esta especie emblema de los mares y que desempeña un papel crucial para la salud y el cuidado del medioambiente. 

El impacto negativo que los residuos plásticos tienen en los ecosistemas marinos son amplios y diversos. Incluso, por las características que adquiere el flagelo hoy en día, debido a su desintegración en micropartículas, los científicos muestran evidencia de la presencia de microplásticos (diminutas partículas de una longitud menor a 5 mm) en las ballenas y en su alimento más común, el fitoplancton, un microorganismo diminuto que es su principal fuente nutricia.

Sin embargo, el plástico, según explican los expertos, es mucho más peligroso de lo que se supone. Este material se descompone con facilidad a la exposición solar y puede transformarse en un compuesto químico de alta toxicidad. Por este motivo, también constituye un grave peligro para los ecosistemas de mar ya que se van filtrando poco a poco en medio marino y van ascendiendo en la cadena trófica. Esto produce que de generación en generación las especies puedan presentar alteraciones en su ADN y verse afectada la salud reproductiva de la fauna marina.

Por todos estos graves motivos, y la precaria y alarmante situación de los ecosistemas marinos, la Organización de Naciones Unidas, mediante un acuerdo global y legalmente vinculante, ha solicitado a los países que establezcan como prioridad el desarrollo de políticas tendientes a evitar que los plásticos lleguen hasta nuestros océanos de cara al 2030. Un grave flagelo que afecta a todo el planeta sin distinción, y al que hoy país, debe combatir con decisión, por ello es crucial la presión de la ONU en este sentido, para procurar la urgente salvaguarda de la vida marina, un llamado al que todos los gobiernos deberían responder con celeridad.