Greenpeace te acerca información detallada sobre las ballenas que podrás encontrar en tus viajes por la Patagonia Argentina. 

La belleza de la ballena franca austral es la principal atracción de los avistajes patagónicos. Miles de personas llegan cada año hasta la Patagonia durante las épocas de invierno y primavera, cuando las poblaciones de ballenas se acercan a la región que comprende los golfos San José y Nuevo, en la península de Valdés provincia de Chubut.

Cuando comienza el mes de mayo y hasta los primeros días de noviembre, grupos numerosos de ballenas francas llegan a estas aguas para aparearse y reproducirse, algunas lo hacen con sus crías , en un largo viaje de subida desde las regiones polares. Por ello, el nombre de su especie en latín es Eubalaena Australis, cuya morfología remite a una especie que habita las aguas heladas o ‘australes’ (del Sur) .

Las ballenas y las particularidades que presentan a la observación

El cuerpo de las ballenas francas australes es oscuro y suave, desparejo en matices que alternan grises y diversos tonos negruzcos. De tamaño imponente, su perfil luce colosal en las aguas. Esta especie no tiene aleta dorsal y en la parte superior de su cabeza se distinguen unas callosidades que permiten diferenciarlas unas de otras y que a su vez son una especie de ícono distintivo de este tipo de cetáceos. 

Las callosidades que distinguen a esta especie funcionan como una huella digital.Sus formas son únicas en cada ballena y gracias a ellas, los científicos de la Península de Valdés del Instituto de Conservación de Ballenas, han podido hacer un seguimiento puntual de cada ejemplar lo largo del tiempo y obtener una valiosa información que ha permitido conocer más acerca de su fascinante vida y costumbres.

Avistajes de ballenas, emoción a flor de piel

El amor por las ballenas ha hecho de ciudades como Puerto Madryn, Trelew y Puerto Pirámides, escenarios naturales para el avistaje de ballenas francas australes. Temporada tras temporadas, llegan de todas las regiones del globo turistas deseosos de ver por primera vez a una ballena y de realizar un avistaje que permita una proximidad única con su belleza y su voluptuosidad . En la actualidad hay embarcaciones que realizan salidas diarias hasta la zona en donde se dejan ver. El resto es tener paciencia y esperar a que ellas deseen emerger y dejarse observar por los contingentes. Los meses de septiembre y octubre son aquellos en los que se aconseja hacer estas salidas de unos pocos kilómetros mar adentro , ya que la espera es casi siempre recompensada por emocionantes avistajes de numerosos ejemplares de ballenas francas . 

Los avistajes de ballenas en las Patagonia

Ya han pasado 40 años de historia, de forjar cercanía con las ballenas mediante los avistajes que comenzaron en la década del `70. Un descubrimiento ocurrió de modo inesperado cuando algunos barcos que navegaban por la península notaron que las ballenas se acercaban curiosas a los barcos. Si bien, ante este hecho , se esperaba una reacción de susto y huída , muy por el contrario, al percibir la presencia del hombre, no se alejaban, sino que batían sus colas, realizaban piruetas y saltos e incluso nadaban en círculos alrededor de los barcos mostrando contento y dando la bienvenida. 

En la actualidad, la situación no ha cambiado, pero en este camino , han habido avances para realizar del modo correcto los avistajes que se han institucionalizado y se ha creado un circuito seguro para esta actividad comercial y la vida de las ballenas. Para ello, se ha contado con el invaluable trabajo de los biólogos marinos cuyo aporte científico para leer correctamente los comportamientos y hábitos de la población de ballenas ha sido de crucial importancia. Por ello, hoy se puede disfrutar de la presencia de las ballenas con la tranquilidad de que esta gran pasión argentina y patagónica , se realiza de un modo cuidado y priorizando el bienestar de las ballenas del Golfo San Matías. 

En los avistajes, un momento emocionante es cuando la ballena lanza al aire un gran chorro de agua. Los más chicos disfrutan y deslumbrados lanzan a sus padres la pregunta: ¿Cómo respiran las ballenas? Por ello el guía del avistaje les cuenta a los pasajeros que la ballena franca exhala el aire (hacia arriba) en forma de “V” y este aire es el que se expulsa hasta casi unos tres metros de alto. 

Una fuente de aire y agua natural que causa sensación

Cuando la ballena espira, lo hace de este modo, porque posee dos orificios respiratorios o espiráculos en su cabeza, que se hallan ubicados en la parte superior y posterior . La ballena cierra herméticamente estos orificios para evitar que ingrese agua a las vías respiratorias cuando decide que se va a sumergir . En esta operación , cuando el aire es expulsado se condensa debido a las diferentes temperaturas. Lamentablemente, este particular soplido fue causa muchas veces , de su pronta identificación por los cazadores de ballenas.

Afortunadamente hoy día, las ballenas que descansan en la Península de Valdés están en un área protegida, en donde cada acción realizada procura su bienestar y calidad de vida. Por ello, los avistajes constituyen una actividad muy provechosa para grandes y chicos, que además de generar una empatía muy importante con estos maravillosos animales, es a la vez es una actividad que procura generar conciencia y el compromiso de todos en su cuidado y conservación.