El dispositivo de última generación busca proteger a las ballenas de las coaliciones con los barcos comerciales que navegan por las áreas de asentamiento de las poblaciones de cetáceos. Un paso adelante en el cuidado y protección de estos admirables mamíferos que desempeñan un rol clave frente al cambio climático.

Una boya situada de modo estratégico en medio del océano Pacífico Sur, cuidará la vida de las ballenas que cada temporada buscan refugio en esas áreas del mar. El dispositivo tiene la capacidad de enviar onda sonoras a los buques y embarcaciones a modo de aviso para alertar de la presencia en la zona de una ballena. Este sistema novedoso, de vanguardia , busca evitar choques y coalisiones de barcos contra ballenas, pudiendo hacer que estos disminuyan la velocidad y esquiven a las ballenas. 

La boya fue instalada en las aguas del Pacífico Norte de la Patagonia chilena a fines de octubre de 2022. Y, alcanzar a la boya en su sitio de operaciones en alta mar, requiere casi una hora de navegación con proa al Golfo de Corcovado, frente a la isla de Chiloé. Una zona de gran biodiversidad marina a la que durante el verano, llegan poblaciones de ballenas de todo el hemisferio sur. Estas aguas son un verdadero oasis y un refugio seguro para las ballenas que arriban a esta zona del mar atraídas por la gran riqueza y abundancia de alimentos que presenta este ecosistema. 

La riqueza marina que alberga el Golfo de Corcovado es inestimable e invaluable. Los científicos consideran la zona como el “punto caliente” de la biodiversidad oceánica a nivel global. La razón radica en que en esta área del Golfo se da la confluencia de dos importantes corrientes marinas : la Antártica y la de Humboldt. En sus cauces submarinos estas transportan un sinnúmero de nutrientes que naturalmente, se depositan en el Golfo, generando gran afluencia de especies marinas en busca de alimento .

La rica biodiversidad del Golfo de Corcovado

“ La zona que comprende el Golfo de Corcovado presenta la afluencia de una gran diversidad de especies marinas que vienen a este área a alimentarse y entre ellas, están las ballenas azules”, explica Selena Español, bióloga marina y científica líder del proyecto de alerta marina mediante el uso de una boya inteligente. “Aquí es donde las ballenas se resguardan en los meses de verano y es importante que sea una zona segura”

La comunidad científica sabe de la importancia de salvar la mayor cantidad de ballenas posibles. Cada ejemplar es un recurso natural invaluable a la hora de darle pelea al cambio climático. Su rol es crucial e irremplazable en este sentido ,por ello, se debe buscar evitar con todos los medios disponibles que sus poblaciones sufran mermas durante las temporadas de verano en las que se resguardan en la zona del Golfo de Corcovado. 

Su gran importancia en el equilibrio ambiental radica en que son ‘secuestradoras naturales de carbono’, y llegan a operar captando carbono como 1.500 árboles en conjunto. Su particular biología captura de la atmósfera los gases nocivos para almacenarlos en su cuerpo, realizando de este modo, un servicio de reciclaje ambiental gratuito y natural.

La situación actual de las ballenas y los peligros que enfrentan en el océano

Se calcula que, actualmente, existen poco más de 1,3 millones de ballenas en los mares del mundo. Una cifra muy alarmante, si se tiene en cuenta a los 5 millones de ejemplares que llegaron a ser en el pasado. Un dato alentador , indica que algunos países han tomado medidas concretas para prohibir su caza comercial pero, en la actualidad, existen muchos otros peligros debido a múltiples factores. Por ejemplo, muchas se enredan en las redes de pesca que flotan a la deriva o mueren por la ingesta masiva de plásticos o se desorientan hasta encallar y morir por la contaminación acústica que interfieren con sus rutas marinas migratorias.

Buscar soluciones urgentes en los ámbitos que corresponda y generar conciencia acerca de las buenas prácticas de reciclado es hoy una meta de crucial importancia. Remediar este flagelo es clave para la preservación de especies y también para la mitigación del cambio climático. Impedir que los plásticos lleguen al mar debe ser prioridad número 1 para muchos países del mundo. De este modo se lograría mitigar los efectos nocivos y la muerte de miles de especies marinas, incluídas las ballenas , cada año.