Existen dos tipos de ballenas piloto: las de aleta corta y las de aleta larga. Las primeras habitan en el Caribe, mientras que las otras se encuentran en aguas menos cálidas. Ambos tipos se mueven en grupos de entre 20 y 100 ejemplares. 

En Colombia, la última temporada de avistamiento de cetáceos finalizó con un episodio tan bello como inusual. En Barranquilla, en las aguas de Bocas de Ceniza, se pudo ver un grupo de ballenas piloto nadando cerca de la costa, en la desembocadura del río Magdalena. El momento fue registrado en video y trascendió en las redes sociales.

Un fenómeno inusual

Colombia es conocida por la gran presencia de ballenas que se encuentra en sus aguas, sobre todo en las del Océano Pacífico. El avistamiento de cetáceos constituye una de las actividades turísticas más destacadas durante buena parte del año. Y tiene como protagonistas a la jorobada, el rorcual común y la sei, entre otras especies.

Ver cetáceos en Colombia es común. Lo extraño es encontrarlos en las circunstancias en que un grupo de ballenas piloto se presentaron en octubre del año pasado, justo hacia el fin de la temporada de avistamiento.

El fenómeno se dio en Barranquilla, en las aguas de Bocas de Ceniza, justo en la desembocadura del río Magdalena. Este grupo de odontocetos se dejó ver cerca de la costa y nadando en sincronización perfecta, lo que generó más asombro en los habitantes de la región.

Todo sobre las ballenas piloto

Moverse en grupo es habitual para estos cetáceos. Al igual que otras especies, son ejemplares sociales que forman comunidades de entre 20 y 100 ejemplares.

Las piloto se dividen en dos categorías: las de aleta corta y las de aleta larga. Las primeras son comunes en el Caribe, como las del caso en cuestión. Las otras, en cambio, habitan en aguas menos cálidas.

Según la Comisión Internacional de Ballenas, este tipo de piloto se encuentra en el Océano Pacífico Sur y en el Atlántico Norte. También se lo puede hallar en Sudáfrica y al oeste de Sudamérica, en Brasil, Uruguay y el norte de Argentina.

Lo sorprendente de su aparición en Bocas de Ceniza es que, a diferencia de otras especies, la ballena piloto suele nadar en aguas profundas, más en el océano o mar adentro que cerca de las costas. Y este es el motivo por el que no es tan común verla.

Una llamada a la concientización

El fenómeno fue registrado por un grupo de personas que se encontraba a bordo de una embarcación. En el video se pueden ver que las ballenas piloto son aproximadamente 10, que se encuentran en la superficie del agua y que se sumergen cuando la nave se les acerca.

El video trascendió en redes sociales y portales de noticias. Por un lado, despertó el asombro propio de encontrar de manera inesperada a estos cetáceos.

Por otro, puso en primer plano la importancia de preservar a los mamíferos marinos y a los ecosistemas que habitan. El propio Jaime Pumarejo, por entonces alcalde de Barranquilla, compartió el video en sus redes sociales y se expresó al respecto. 

El político colombiano describió la presencia de las piloto en Bocas de Ceniza como un testimonio vivo de la biodiversidad del lugar.

Vecinos de la región y otras personas profundizaron al respecto e hicieron saber que la importancia de conservar la biodiversidad marina es mayor por un motivo específico: las piloto pueden ser nativas de Colombia, pero su hábitat no se concentra en las aguas del país.

Las principales amenazas

Es cierto que algunas especies se encuentran en mejor estado de conservación que otras. Sin embargo, todas las ballenas enfrentan una serie de peligros que ponen en riesgo su integridad.

La pesca y la captura son de las principales amenazas que sufren las piloto. Este flagelo se da sobre todo en el Océano Pacífico Norte, en el Atlántico Sudoccidental y en el Índico.

Otro de los riesgos que corren es el de la contaminación. Estos mamíferos marinos acumulan agentes de este tipo en sus tejidos, lo que les genera serios problemas de salud.

Es una prueba más de que la preservación de los ecosistemas influye de forma directa en el cuidado de su flora y su fauna, y viceversa. 

Episodios como el que se vivió en Barranquilla invitan a disfrutar de la presencia de las ballenas piloto, pero también a tomar conciencia de todo lo que se debe hacer para asegurar su bienestar.

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