La Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN) estima que en la actualidad existen unos 50 mil ejemplares de ballenas sei. Una investigación revela que al menos 2600 se encuentran en la Patagonia argentina.

La ballena sei es la tercera especie más grande del mundo, por detrás de la azul y del rorcual común. Tiene una esperanza de vida de entre 50 y 70 años, puede pesar hasta 45 toneladas y medir hasta 18 metros de largo. La caza indiscriminada la alejaron de la Argentina. Sin embargo, a casi 100 años de su última aparición, se encuentra de regreso en las aguas de la Patagonia.

Una ballena especial

Su nombre científico es Balaenoptera borealis y popularmente es conocida de varias maneras: rorcual boreal, rorcual sei, rorcual norteño, rorcual de Rudolphi y ballena boba.

Es la tercera especie de ballena más grande de todas, después de la azul y del rorcual común. Las hembras son más grandes que los machos: un ejemplar adulto puede medir hasta 18 metros de largo y pesar hasta 45 toneladas.

Su fuente de alimentación principal es el kril y tiene una esperanza de vida que oscila entre los 50 y 70 años. La especie sei, además, es conocida por ser una de las más rápidas entre todas las ballenas: pueden alcanzar una velocidad de navegación de 80 kilómetros por hora.

Lo que se sabe sobre su distribución

Es una de las ballenas barbadas más enigmáticas de todas, condición que responde a la poca información que se posee sobre la especie. Si bien existen indicios, no se conoce con certeza cuál es su distribución actual y cómo es su comportamiento, entre otras cosas.

La Comisión Ballenera Internacional informa que la sei habita en aguas de mar abierto en zonas frías y subpolares. A diferencia de otras especies como la jorobada, no se la encuentra en las regiones ecuatoriales ni tampoco en los polos ártico y antártico. 

Lo que sí se sabe con certeza es que tiene presencia en todos los continentes del mundo. En América, en países como Argentina, Brasil y Estados Unidos. En Europa, en España, Irlanda e Islandia. En Asia, en Japón, Corea del Sur y Corea del Norte. En África, en Angola, Congo y Sudáfrica. Y en Oceanía, en Australia y Nueva Zelanda. (En todos los casos se mencionan solo algunos países).

El estado de conservación

La caza indiscriminada de cetáceos afectó de forma considerable y durante siglos a numerosas especies de ballenas, y la sei es una de ellas.

El Fondo Mundial para la Naturaleza (WWF, por su nombre en inglés) indica que, tan solo en el siglo XX, se capturaron alrededor de 200 mil ejemplares de sei. Y agrega que esta cifra representó el 80% de la población mundial.

La drástica disminución de ejemplares llevó a que la especie sea catalogada como en peligro de extinción. La Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN) mantiene esta categoría en la actualidad a pesar de que estas ballenas demuestran tener una lenta pero sostenida recuperación poblacional.

El regreso a la Patagonia argentina

La UICN estima que a lo largo del mundo existen hoy en día unos 50 mil ejemplares de ballena sei. Se cree que una quinta parte del total habita en las aguas de Islandia, en el Océano Atlántico Norte.

También se sabe que muchos ejemplares se encuentran en la Patagonia argentina. El descubrimiento es relativamente reciente y sorprende por un motivo concreto: el último avistamiento de ballena sei en la región databa de 1929.

La caza indiscriminada llevó a la especie a abandonar su hábitat y a buscar nuevos horizontes que garantizaran su supervivencia. Casi 100 años después, las ballenas sei se encuentran de regreso en el sur de Argentina y evidencian así su recuperación poblacional.

Entre noviembre de 2022 y mayo de 2023 se llevaron a cabo diversos vuelos con el fin de calcular la cantidad de ejemplares que se encuentran en la región. Según la investigación, se estima que en el Golfo San Jorge habitan unas 2600 ballenas sei.

El regreso de la especie a la Patagonia argentina es una excelente noticia por varios motivos. La recuperación de estas ballenas es uno de ellos. Otro consiste en que se trata de una excelente oportunidad para los investigadores: para estudiar y conocer más sobre estos cetáceos tan enigmáticos hasta el momento.