Así es. Las ballenas jorobadas han rescatado a peces luna, focas y otras especies de las ballenas asesinas. Probablemente lo hagan por error o por altruismo. Fue en 2012 que un grupo de investigadores observaron a unas ballenas asesinas que atacaban a una ballena gris y a sus crías.

Precisamente sucedió en la Bahía de Monterrey, en California. Tristemente, la cría falleció en medio de la pelea, aunque lo que sucedió después es más difícil de explicar.

Una buena acción de las ballenas jorobadas

En medio de la escena se encontraban 2 ballenas jorobadas. Justo cuando las ballenas asesinas u orcas fueron directo a atacar a las ballenas grises. Asimismo, en el momento en que murió la cría, llegaron unas 14 ballenas jorobadas más para evitar que esas orcas se comieran su cadáver.

Según informó Alisa Schulman-Janiger, una investigadora de ballenas en California Killer Whale Project: “Una ballena jorobada en particular permaneció junto a la cría muerta, con la cabeza apuntando hacia ella y como a un cuerpo de distancia. Vocalizaba con fuerza y daba coletazos cada vez que una ballena asesina se acercaba a comer”.

Cómo actuaron las ballenas jorobadas

Gracias a usar su aletas y colas, las ballenas jorobadas -durante casi 6 horas -pudieron ahuyentar a las ballenas asesinas. Aunque allí mismo se encontraban densos bancos de krill (su alimento predilecto) las ballenas jorobadas no abandonaron nunca su vigilancia para protegerlas.

¿Por qué las ballenas jorobadas estaban dispuestas a sufrir por proteger a otras?

Lo cierto es que no ha quedado muy claro por qué las ballenas jorobadas estaban dispuestas a sufrir lesiones y a desperdiciar su energía para proteger a una especie totalmente distinta. Lo que sí se entendió es que no fue un incidente aislado.

Según un informe que realizó la revista Marine Mammal Science, se registraron 115 de este tipo de interacciones donde las ballenas jorobadas tuvieron esta conducta. La coautora de dicho estudio, Schulman-Janiger afirmó:

“Esta conducta en las ballenas jorobadas persiste en muchas áreas de todo el mundo” y agregó: “He presenciado varios encuentros, pero nada tan impresionante como [el incidente de mayo de 2012]”.

¿Por qué ocurre este rescate?

Existe una explicación biológica que quizás es la más razonable. Esa conducta justiciera que tienen las ballenas jorobadas deriva de algún beneficio que obtienen. El simple hecho de interferir en esa cacería de parte de las orcas, tiene un sentido.

Un claro ejemplo es que se sabe que las ballenas asesinas atacan a las ballenas jorobadas cuando estas son jóvenes y más vulnerables. Sin embargo, cuando se desarrollan por completo, una sola de ellas puede ser capaz de enfrentar a un grupo de orcas.

Esta conducta de rescate ha ido evolucionando a medidas que la especie necesitó sobrevivir en la etapa más frágil de sus vidas. De esta manera, las ballenas jorobadas adultas pueden cuidar también a sus crías cuando están en riesgo.

El líder de este estudio, Robert Pitman dijo: “Como las ballenas jorobadas jóvenes tienden a regresar al territorio de cría y alimentación de sus madres, los adultos de un área determinada tienden a estar más emparentados con las ballenas jorobadas vecinas que con la población general”.

Asimismo, esta explicación no es del todo perfecta. Vale recordar que hasta hubo un incidente en donde las ballenas jorobadas trataron de evitar que un par de peces luna se convirtieran en tentempiés de las orcas.

Posiblemente también sea un asunto personal. Y es que, el propio Schulman-Janiger señaló que no todas las ballenas jorobadas interfieren en las cacerías de ballenas asesinas. Por ello, es muy posible que la historia personal impulse solo a algunas ballenas jorobadas a responder a las cacerías.

Otros expertos han percibido esta acción como algo más complejo: altruismo. Sería como todos para uno y uno para todos. Y es que, la experta Lori Marino explicó que las ballenas jorobadas tienen una capacidad de “razonamiento” muy sofisticado.

Eso implica que toman decisiones, resuelven problemas y se comunican ante cualquier situación: “De modo que, tomados en conjunto, todos estos atributos pertenecen a una especie con un alto grado de inteligencia, capaz de respuestas empáticas”.

Independientemente de que las ballenas jorobadas tengan esta buena acción o simplemente lo hagan por su propio beneficio, lo que queda bien claro es que aún hay mucho de qué aprender sobre la mente y lo que motiva a estos animales que nos rodean a todos.

La conclusión a la que llegaron fue que: “Como biólogos, ese es nuestro punto de partida para buscar explicaciones”.