No caben dudas de que las ballenas son uno de los animales mamíferos más fascinantes que podemos encontrar en mares y océanos de todo el planeta. Esta asombrosa familia acuática pertenece al grupo de los cetáceos que engloba alrededor de 86 especies.

Entre ellas, se encuentran la Balaenoptera physalus, más conocida como la ballena azul, que es el animal más grande que habita en nuestro planeta. De igual manera sucede con la ballena Megaptera novaeangliae, más conocida como la ballena jorobada y la Eubalaena australis, que es la ballena franca austral.

Todas ellas son increíbles por sus asombrosos y admirables saltos en la superficie del mar. Cabe aclarar que uno de los principales motivos por el que salen a la superficie y dan esos saltos es precisamente, para poder respirar.

¿Por dónde respiran las ballenas?

Todas las ballenas respiran a través de sus orificios nasales. Estos tienen el nombre de espiráculos. Son orificios con terminaciones nerviosas que les permiten reconocer si están fuera del agua. Se encuentran en la parte superior de su cabeza. Esa ubicación les permite respirar prácticamente sin hacer nada de esfuerzo.

De esa manera, pueden permanecer durante bastante tiempo descansando en la superficie y captar el oxigeno que necesitan para vivir. Estos espiráculos están recubiertos por una membrana que actúa como si fuera una válvula. Mientras está en una posición relajada puede mantener el músculo del orificio sellado y así impide que entre agua.

Por otro lado, vale aclarar que esos orificios nasales están conectados con la boca. Por lo tanto, este animal es capaz de respirar por la boca. Así es que las ballenas tienen asegurado su proceso de alimentación independientemente de la respiración. Eso significa que no les entra agua en los pulmones mientras están comiendo.

¿Cómo respiran las ballenas?

Existe un proceso de respiración que todas las ballenas realizan para vivir:

1.    Aunque las ballenas viven en ambientes acuáticos, necesitan del oxigeno del aire para respira. Es igual que todos los animales terrestres. En cada toma de aire que realizan, son capaces de adquirir hasta un 85% de su capacidad pulmonar.

2.    Una vez que el aire entra en sus fosas nasales por medio del espiráculo que tienen en la cabeza, este va directo a la tráquea.

3.    Luego de allí el aire va a los pulmones, donde el oxígeno que tomó de la atmosfera inicia el circuito de respiración.

4.    Ese oxigeno lo llevan desde los pulmones a través de la sangre y se convierte en dióxido de carbono.

5.    Finalmente, ese dióxido de carbono lo expulsan junto con nitrógeno por el mismo espiráculo y así cierra el circuito de respiración.

Es clave el último paso del proceso respiratorio. Se llama exhalación y es el momento en que las ballenas expulsan todo el dióxido de carbono. Ese momento se visualiza en la superficie cuando los espiráculos emergen en forma de columnas de agua y aire.

En este proceso de respiración, las ballenas tienen varias estrategias para que resulte más fácil como también para ahorrar oxigeno y aguantar más tiempo debajo del agua.

Estrategias que implementan para su respiración

·         Bradicardia en las ballenas

La bradicardia es un proceso en el cual las ballenas disminuyen su ritmo cardíaco. De esta manera pueden permanecer sumergidas en el agua antes de su próxima inhalación. Además, tienen una elevada tolerancia al dióxido de carbono. Por ello, pueden mantenerlo en su organismo por períodos más prolongados que los seres humanos.

·         Más oxígeno para sus órganos vitales

Es otra de las estrategias que utilizan las ballenas para optimizar su respiración. Envían más oxigeno a través de la sangre solo a esos órganos que lo necesitan. Es el caso del cerebro, el corazón y los músculos que necesitan para nadar. De esta manera conservan el oxígeno durante más tiempo.

Así respiran las ballenas cuando duermen

Esencialmente, las ballenas no son capaces de dormir profundamente. Por ello, se puede decir que su respiración es siempre consciente. Tanto sus pulmones como otros órganos implicados en la respiración están controlados por el sistema nervioso.

Este siempre se mantiene alerta para poder distinguir cualquier situación de peligro, ya sean depredadores o por el simple hecho de salir a la superficie para respirar, inhalar oxígeno y exhalar dióxido de carbono.