Una ballena gris nada por lo general unos 9 mil kilómetros entre las zonas de alimentación y reproducción. Durante un mismo período de tiempo, un ejemplar duplicó esta distancia por motivos que se desconocen.

En 2013, una ballena gris fue descubierta en las costas de Namibia. La noticia sorprendió por varios motivos: el más destacado de todos es que esta especie de cetáceo no navega por las aguas del Océano Atlántico. Investigaciones recientes afirman que el mamífero rompió un récord al viajar más de 20 mil kilómetros en un período de dos meses.

La primera ballena gris del hemisferio sur

Esta especie de cetáceo misticeto cuenta con dos poblaciones que habitan y navegan por las aguas del Océano Pacífico Norte: una lo hace en el extremo oriental y la otra, en el occidental.

Cuando hace una década una ballena gris fue descubierta en las costas de Namibia, país ubicado en el suroeste de África, el hecho llamó la atención por varios motivos.

El primero de todos consiste en que se trata del primer registro de una ballena de esta especie en el hemisferio sur. Al mismo tiempo, el descubrimiento se dio en las costas orientales del Océano Atlántico.

Hace siglos, las ballenas grises contaban con una numerosa población en este océano. Sin embargo, la caza indiscriminada y otras razones hicieron que se extinguieran hace unos 300 años.

La aparición de un ejemplar macho de 12 metros de largo, por lo tanto, generó la duda de no saber su origen. Distintos científicos decidieron abordar el asunto y los resultados se dieron a conocer hace un par de años.

Las claves de la investigación

La ballena gris permaneció en la ciudad de Walvis Bay, en las costas de Namibia, por un período de dos meses, probablemente extenuada por la distancia recorrida y desnutrida por la energía invertida.

Investigadores decidieron aprovechar la estadía de este cetáceo para tomar muestras de ADN de manera poco invasiva. El objetivo principal: identificar la población de la que provenía el animal.

Se trabajó con distintas hipótesis. Una de ellas, por ejemplo, es la de la existencia desconocida de una población de ballenas grises en el Océano Atlántico. Sin embargo, la misma se descartó debido a que estos gigantes nadan en aguas poco profundas y son avistados con facilidad.

El origen de la ballena gris de Namibia

Los genomas del cetáceo fueron comparados con otros almacenados en el Centro Nacional de Información Biotecnológica de Estados Unidos. 

Los resultados de la investigación fueron publicados en la revista Biology Letters. En primer lugar, indicaron que sus genes coincidían con otras muestras de ballenas grises del Pacífico Occidental.

Se trata de la población que se encuentra en peligro de extinción: una de las últimas estimaciones indica que existen unos 130 ejemplares en la actualidad.

20 mil kilómetros de viaje submarino

También se determinó un dato asombroso: la ballena en cuestión recorrió una distancia de más de 20 mil kilómetros en apenas dos meses (abril y mayo de 2013).

Es más del doble de la distancia que suelen viajar las ballenas grises: las del Pacífico Oriental navegan unos 9 mil kilómetros entre sus zonas de alimentación y reproducción.

Lo que no se pudo especificar fue la ruta seguida por el animal. Las versiones son tres:

  • Cruzó desde el Océano Pacífico al Atlántico a través del norte de Alaska. 
  • Desde el Pacífico, bordeó la costa oeste de Sudamérica y luego cruzó el Atlántico hasta Namibia.
  • Desde el Pacífico Oriental, atravesó el Océano Índico y bordeó el sur de Sudáfrica. Esta es la idea que más aceptación tiene.

¿Por qué esta ballena viajó tan lejos?

Es otra de las preguntas que no tiene respuesta. Sue Moore, investigadora de la Universidad de Washington en Seattle, habla de la posibilidad de que se trate de una ballena “vagabunda”. De ser así, habría recorrido la distancia en cuestión sin un rumbo fijo en mente. 

De lo que no quedan dudas es de que este viaje evidencia la capacidad de resistencia de la especie. Que las ballenas grises del Pacífico Occidental comiencen a navegar por nuevos territorios podría ser la oportunidad para que se dispersen y, por lo tanto, aumenten su población.

Por último, investigar y documentar fenómenos como este ayuda a comprender en profundidad a estos cetáceos y a estudiar cómo responden a eventos como la crisis climática y el calentamiento global.

🐋 ¡Descubre la increíble odisea de la ballena gris de Namibia! Este cetáceo recorrió más de 20 mil kilómetros durante 2 meses y llegó a las aguas donde parte de la especie se extinguió hace 300 años.

🤔 Los científicos investigaron el fenómeno y llegaron a conclusiones fascinantes. ¿Quieres saber cómo llegó al Atlántico desde el Pacífico? Todas las claves, en nuestro nuevo artículo: (enlace)

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