Hoy con Greenpeace nos asomamos a los fenómenos de sinergia de la naturaleza. Una fuerza natural que tiene origen en la interacción de las ballenas y su principal fuente de alimento: el fitoplancton. De su particular vínculo surgen procesos de fuerte sanación natural para la atmósfera como ser la limpieza de carbono y una fuente abundante de oxígeno.

Dondequiera que se encuentre una población de ballenas, allí también abundará el alimento preferido de estos grandes mamíferos : el fitoplancton. Este nutritivo alimento está compuesto por unas pequeñas criaturas cuyo legado natural y especial biología, brinda un servicio sin igual al planeta. El fitoplancton y sus minúsculos organismos son los encargados de producir al menos el 50% de todo el oxígeno en nuestra atmósfera. 

Esto, sin tener en cuenta que la masa compacta que conforman , opera en beneficio del planeta con otro servicio natural : capturan toneladas de dióxido de carbono como una gigante aspiradora ambiental. 

Se cree que las masas de fitoplancton existentes en la actualidad, pueden capturar alrededor de 38.000 millones de toneladas de dióxido de carbono , lo que en hechos fácticos se traduce en cuatro veces más de la capacidad que absorción que poseen los bosques amazónicos.

Sinergia positiva: ballenas y fitoplancton

Un dato poco conocido es que , las heces de las ballenas cooperan con la multiplicación del fitoplancton. Esto se debe por su alto contenido de hierro y nitrógeno, elementos que el fitoplancton necesita para crecer; entonces, cuantas más ballenas haya en los océanos, más oxígeno podrá ser emitido desde la masa oceánica hacia la atmósfera.

Por otro lado, las ballenas son conocidas por ser las criaturas más grandes e inteligentes que existen en los mares pero es muy poco conocido como con su particular desempeño de funciones biológicas naturales cooperan para sanear la atmósfera. Ahora, los biólogos marinos están dando a conocer al mundo que todas las especies de ballenas pueden capturar toneladas de carbono de la atmósfera, un importantísimo servicio que tiene un valor económico global que supera el US$ 1 billón, según un reciente estudio publicado por el FMI.

Esta investigación ha revelado que a la conservación de las ballenas se suma un importantísimo incentivo de corte monetario, ya que su notable capacidad para capturar las emisiones de carbono producidas por los seres humanos es una importante solución natural al inevitable cambio climático.

Las ballenas como almacenadoras de CO2

“El potencial que presentan las ballenas en su natural operación de captura de carbono es realmente impactante y sorprendente”, apuntan los científicos en el informe del FMI. “Nuestras estimaciones han arrojado que una ballena promedio, en plena función de sus actividades, brinda un servicio global al medioambiente cuyo equivalente económico se estipula en más de US$ 2 millones”, explican.

Estos grandes mamíferos de los océanos acumulan carbono en sus inmensos cuerpos durante toda su larga vida, que puede llegar a alcanzar hasta los 200 años. Cuando las ballenas mueren, se hunden hasta tocar el fondo del océano llevándo consigo todo el CO2 que han acumulado en el tiempo. Según datos revelados en el estudio, cada ballena puede almacenar un total aproximado de 33 toneladas de dióxido de carbono durante su vida. Durante este mismo período, un solo árbol en la superficie terrestre puede retener el apenas el 3% de esa cantidad.

“Los importantes hallazgos del informe publicado por el Fondo Monetario Internacional muestran de modo muy claro las sorprendentes conexiones que existen entre algunos de los organismos más pequeños y los más grandes de nuestro planeta. También dejan en relieve la gran importancia de poder comprender sus relaciones complejas, no solo por su valor intrínseco y económico sino por su rol vital para los seres humanos”, dijo Doreen Robinson, científica del Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente.

Accionar hoy para proteger a las ballenas es urgente

Lamentablemente, las poblaciones de ballenas que habitan en los mares hoy día, son tan solo una pizca de lo que alguna vez fue su presencia en los océanos. Los científicos creen que,en la actualidad, hay un poco más de 1,4 millones de ejemplares en los océanos, una cuarta parte de la cantidad que existía antes del auge de la caza de ballenas.

Los científicos del equipo de la Dra Robinson creen que “Se deben crear mecanismos financieros que posibiliten la restauración de las poblaciones de ballenas alrededor del mundo”, sostuvieron en el informe. “Los incentivos ya sea en forma de subsidios u otras compensaciones similares podrían cooperar con los países que incurran en costos altamente significativos como resultado de la protección de las ballenas dentro de sus áreas o plataformas marinas . También, dentro de este esquema por ejemplo, las compañías navieras podrían ser compensadas con estos fondos por el costo económico que implique el cambiar sus rutas para reducir el riesgo de colisiones”, agregaron los investigadores de Naciones Unidas.

Con los actuales efectos del cambio climático cada vez más duros, intensos , frecuentes y alarmantes, se deben tomar medidas urgentes para revertir o mitigar el daño infringido a las poblaciones de ballenas. Los investigadores creen que, a menos que se presenten nuevos métodos y efectivos mecanismos de conservación, llevaría más de 30 años duplicar el número de ballenas que existen en la actualidad “La sociedad mundial y nuestra propia supervivencia como especie no pueden darse el lujo de esperar tanto tiempo”, finalizaron a modo de conclusión los autores.