Los cadáveres en descomposición de las ballenas pueden transmitir enfermedades. Lo mismo ocurre con otros animales que aparecen muertos en las costas, entre ellos los delfines, las tortugas y los lobos marinos.
La aparición de una ballena varada en Punta del Este recuerda algo que se debe tener en cuenta en todas partes del mundo: la necesidad de mantenerse lejos de los cetáceos que se encuentran muertos en las costas. Las posibles infecciones y la necesidad de saber qué pasó con los animales son algunos de los motivos más destacados.
Una problemática actual
El pasado 18 de febrero, una ballena apareció flotando sin vida en las aguas de Playa Mansa, en Punta del Este, Uruguay. De acuerdo con lo informado en un primer momento, se trató de un ejemplar de rorcual austral que se encontraba en un estado avanzado de descomposición.
Desde Fauna Marina informaron que el cetáceo medía unos 15 metros de longitud y pesaba aproximadamente 25 toneladas. También comunicaron que, debido al estado del cuerpo, sería difícil determinar las causas de la muerte.
La ONG destacó que no es el primer animal que aparece sin vida en las aguas de la región: en las últimas semanas se encontraron tortugas y delfines muertos.
En julio del año pasado, a su vez, Fauna Marina había comunicado la aparición de unos 5 mil animales muertos en las costas de Maldonado, Rocha y Canelones. La mayoría eran pingüinos Magallanes, pero también había tortugas, lobos marinos, gaviotas y albatros, entre otros.
¿Por qué mueren estos animales?
El Ministerio de Ambiente de Uruguay realizó estudios para ver si todos estos animales habían muerto como consecuencia de la influenza aviar. Los resultados dieron negativos, lo cual no significa que disminuya la gravedad de esta enfermedad.
Se concluyó que la causa de la muerte de todos estos animales era el descenso de las temperaturas de las aguas. Sin embargo, Fauna Marina profundizó y afirmó que este fenómeno podría estar relacionado a la falta de comida de las especies.
La mala alimentación genera un estado de desnutrición en los animales. Con menos reservas de grasa, son más propensos a sufrir el frío y mueren de hipotermia.
Fauna Marina también explicó que la sobreexplotación de la actividad pesquera en las aguas del Océano Atlántico Sur se encuentra en la base de todo. Es lo que disminuye la cantidad de alimentos de estos animales y lo que desencadena su desnutrición y muerte.
Un riesgo para las personas
En Punta del Este ocurrió lo mismo que, por lo general, sucede en todos los rincones del mundo cada vez que aparece una ballena varada: los habitantes del lugar y los turistas se acercan para presenciar el fenómeno.
Tanto las autoridades como los especialistas tuvieron que recordar el riesgo que esto implica. En el caso de Uruguay, lo más urgente se encuentra en la amenaza aún latente de la gripe aviar.
Richard Tesore, responsable de Fauna Marina, explicó que una ballena en descomposición puede generar bacterias a las cuales el ser humano no está acostumbrado.
El riesgo de infección existe y es serio. Por eso, lo más recomendable es evitar acercarse al animal e incluso al agua de las inmediaciones.
La importancia de la necropsia
El desconocimiento de las personas también puede generar un efecto negativo en los restos del cetáceo. Su acercamiento o su intervención puede alterarlos e interferir negativamente en una posible investigación científica.
En resumen, otra de las razones para no acercarse a una ballena varada se relaciona con la preservación del cuerpo.
De por sí, la necropsia es un procedimiento muy complejo. Requiere, por un lado, la participación de investigadores capacitados en la materia, qué sepan bien qué es lo que tienen que buscar y que sepan interpretar la información encontrada.
Por otra parte, se necesita que el animal esté “fresco”. La intervención humana por desconocimiento puede acelerar la descomposición. En este aspecto, también es fundamental la acción de aquellas personas que retiran los restos.
En el caso de los animales muertos que aparecieron a lo largo del año pasado en Uruguay, la necropsia permitió saber que no tenían nada en los estómagos. Gracias a este dato se llegó a la hipótesis de la falta de alimentos en la región y la desnutrición.
El examen post mortem de las ballenas es fundamental incluso para la supervivencia de la especie, ya que permite saber de qué manera afectan a los cetáceos fenómenos tales como la contaminación, la crisis climática y el calentamiento global.
🐋🚫 ¡Atención comunidad! ¿Sabías que acercarse a una ballena varada puede representar un riesgo para tu salud y para la conservación de estos majestuosos cetáceos?
🌊🌟 Mejor mantengámonos a una distancia segura y dejemos que los expertos hagan su trabajo. ¡Cuidemos nuestras costas y a su vida marina!
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Martín Prieto comenzó su carrera en Greenpeace Argentina como Director Ejecutivo. Logró importantes avances como la sanción de la Ley de Promoción de la Energía Eólica y la Ley de Protección del Bosque Nativo. En 2012, asumió como Director Ejecutivo de Greenpeace Andino, liderando las oficinas de Argentina, Chile y Colombia hasta 2018.
En 2006, Prieto fue designado Líder de la Campaña de Ballenas por Greenpeace International, destacándose en el bloqueo de los intentos de Japón de retomar la caza comercial de ballenas junto a la Comisión Ballenera Internacional. Además, ha sido asesor de Greenpeace International, Greenpeace Mediterráneo, Greenpeace India y Greenpeace Rusia.