Después de años de investigación, los científicos dicen que han descubierto una especie completamente nueva de ballena nadando justo delante de sus narices en el Golfo de México. Sin embargo, esta colosal criatura  podría destruir la industria del gas marino de los Estados Unidos.

Tan pronto como los científicos identificaron hace dos años a la nueva especie de  la ballena  denominada ” Rice”, también conocida como ballena del Golfo de México, surgió un problema.  Apenas si quedaban algunos ejemplares. Con solo unas 50 ballenas contabilizadas, hoy,  son uno de los mamíferos marinos más amenazados de la Tierra.

Los esfuerzos para proteger a la ballena ahora están entrando en conflicto con otro monstruo de la Costa del Golfo: la industria del petróleo y el gas. La administración de Joe Biden ha propuesto proteger el vasto océano desde Texas hasta Florida, lo que podría limitar la actividad de  combustibles fósiles en una de las zonas más productoras de petróleo del país. 

Los representantes demócratas incluso intentaron eliminar millones de hectáreas  de  hábitat de la venta de concesiones petroleras en alta mar.  Los perforadores de petróleo en alta mar y los legisladores republicanos de los estados de la costa del Golfo han respondido con demandas para poner fin a lo que, según ellos, son protecciones económicamente paralizantes y aplicadas apresuradamente.

Erik Milito, director de la Asociación Nacional de Industrias Oceánicas, un grupo de lobby a favor de la energía marina, dijo que la decisión de retirar las áreas de la subasta “desafió la ley, ignoró la ciencia y la opinión pública”. 

Un hábitat natural amenazado

Pero los científicos dicen que la extracción de petróleo sigue representando una clara amenaza para las ballenas, y los funcionarios estiman que el derrame de  Deepwater Horizon ocurrido en  2010 acabó con una quinta parte de la población. Con tan pocas ballenas , la pérdida de un  individuo es devastadora para la especie. 

Según Kristen Monsell, abogada del Centro para la Diversidad Biológica, una organización ambientalista, “la ciencia es bastante clara en su apreciación respecto de que estas ballenas no podrán sobrevivir en este tipo de ambiente industrial tan invasivo y que ejerce sobre su hábitat natural una presión tan aguda. Sería una tragedia increíble ver cómo  esta especie de ballena se extingue, especialmente tan pronto después de saber que es una especie única”, añadió.

Las ballenas parecen vivir sólo en aguas americanas, por lo que sólo Estados Unidos puede protegerlas.  “Es la única ballena del mundo que vive enteramente en aguas nacionales”, afirmó el biólogo de cetáceos Peter Corkeron, quien dio la voz de alarma. “En un principio quería bautizar a la ballena Rice como ‘La ballena americana’, añadió.

Una ballena en una zona  de privilegio

A pesar del inesperado hallazgo, se sabe muy poco aún sobre esta ballena ballena recientemente descubierta en los Estados Unidos. 

“Es muy difícil trabajar con esta especie porque son muy tímidos”, dice el biólogo marino Jeremy Kiszka de la Universidad Internacional de Florida, quien ayudó a determinar su dieta.  Las ballenas son muy exigentes con la comida y buscan peces con mucha grasa. “Y no te dejarán acercarte demasiado a su área de asentamiento”, añadió.

Además de los derrames de petróleo, los cañones  de aire sísmicos que disparan ondas sonoras bajo el agua para buscar depósitos de petróleo y gas, pueden crear un ambiente ensordecedor para los mamíferos marinos. Otros peligros incluyen colisiones con embarcaciones,  enredos en redes de pesca y los desechos plásticos del océano. 

Debido a demandas de grupos ambientalistas, la administración Biden comenzó a tomar medidas adicionales este verano  para proteger a las ballenas bajo la Ley de Especies en Peligro y otras leyes. Los conservacionistas y científicos afirman de modo fehaciente que al mundo  se le está acabando el tiempo para proteger a las ballenas. Las medidas de protección y la efectiva salvaguarda de la especie no puede ser dilatada, ni demorada. Por lo tanto , cualquier actividad que las ponga en un estado mayor de vulnerabilidad hoy es inviable. 

El Smithsonian planea crear conciencia  con una próxima exhibición que presenta uno de los huesos de una ballena Rice que murió por un envaramiento en una playa de Florida  junto al  trozo de plástico encontrado  en su estómago. De ahora en adelante, el biólogo marino Kiszka seguirá estudiando qué alimento es el que  la ballena Rice elige a lo largo de su vida como fuente principal de sustento . “No estoy seguro de que sigan existiendo dentro de 50 años, sobre todo si estas condiciones negativas en su hábitat natural se agudizan “, dice Kiszka. “Honestamente, no apostaría mi vida en eso” finalizó el científico.