Península Valdés es Patrimonio Natural de la Humanidad por la Unesco desde 1999. La región es conocida como un paraíso de la biodiversidad en la Patagonia argentina.

La basura plástica es una de las mayores amenazas que afecta la biodiversidad de Península Valdés. A lo largo de sus costas se encuentran toneladas de desechos provenientes en su gran mayoría de la industria pesquera. La contaminación y la ingesta de microplásticos son de las causas de muerte más comunes de la ballena franca austral que habita las aguas de la región.

Basura plástica en Península Valdés

El 3 de octubre de 2021, el Instituto de Conservación de Ballenas (ICB) llevó a cabo una limpieza muestral en la playa de Punta Alt, en Golfo Nuevo.

La acción se realizó en el marco de la campaña Guardianes de los Océanos. Y tuvo como objetivo generar conciencia acerca de la gran presencia de desechos plásticos que se encuentran en las aguas de la región y de todo el Mar Argentino.

Los protagonistas recorrieron 1,8 kilómetros de playa recolectando basura proveniente del mar. Los resultados fueron alarmantes: se llenaron 15 bolsones y se encontraron cientos de cajones de plásticos provenientes de los barcos de la industria pesquera. 

Diego Taboada, miembro fundador y presidente del ICB, remarcó que otro de los objetivos de la acción fue concientizar sobre la reutilización que se le puede dar a los desechos plásticos. Por este motivo, el material encontrado fue brindado a Reciclados Patagónicos SRL.

La problemática de la basura marina

Yago Lange es un destacado deportista argentino que también es famoso por su compromiso con la preservación del medioambiente. Se desempeña como embajador de Parley for the Oceans, una organización sin fines de lucro que trabaja por la protección de los océanos.

Hace unos años, realizó una serie de visitas a la Patagonia argentina con el fin de abordar la problemática de la basura plástica. El activista compartió su experiencia y mencionó varios hechos que lo impactaron. Uno de ellos es la observación de cómo los elefantes marinos interactúan de forma directa con los cajones desechados por la industria pesquera.

Junto a su equipo, recorrió una extensión de 6 kilómetros de playa, hacia el sur de Península Valdés. Realizaron un cálculo estimativo que dio un resultado alarmante: se piensa que hay 20 toneladas de plástico tan solo en una playa, en las proximidades de Puerto Madryn.

De mal en peor

Con motivo del Día Internacional de la Tierra, Lange compartió una publicación en sus redes sociales para visibilizar lo que ocurre en el sur de Argentina.

El deportista informó que, 6 meses después de su primera visita, retornó a la región para observar en qué estado se encontraban las playas. Y para comprobar si las autoridades que en su momento se habían comprometido para limpiarlas habían realizado el trabajo correspondiente.

Lange anunció que no y reveló que el estado de las playas había empeorado en poco tiempo. Y volvió a destacar la necesidad de implementar acciones concretas para preservar el medioambiente.

Una seria amenaza para las ballenas

La región de Península Valdés es conocida como un paraíso de la biodiversidad en la Patagonia argentina. En este contexto, la ballena franca austral ocupa un lugar de protagonismo por su presencia en la zona y su aporte al bienestar de los ecosistemas. 

La basura plástica se encuentra en las playas y también en las aguas que las bañan. Y constituye una seria amenaza para la conservación de las ballenas.

Muchos de los materiales se desintegran, pero permanecen bajo la forma de microplásticos. Los cetáceos los ingieren y de esta manera se intoxican, lo que constituye una de sus mayores causas de muerte.

La industria pesquera también pone en riesgo la conservación de estos mamíferos marinos de otras formas. Las colisiones con embarcaciones y los enmallamientos con redes de pesca son muestra de esto.

Un compromiso integral

La limpieza de las playas y de los mares es necesaria, pero no es la solución definitiva. Es importante, pero es una acción parcial: de nada sirve dejar los sitios impolutos si no se detienen aquellas dinámicas que generan la acumulación de residuos.

Se requiere de un compromiso integral que incluya a diversos agentes de la sociedad, entre ellos a los representantes de la industria pesquera.

Soledad Diaz Ovejero se desempeña en el Ministerio de Turismo y Áreas Protegidas de Chubut. Durante la acción implementada por el Instituto de Conservación de Ballenas, se refirió a esta cuestión y declaró que es importante que el sector pesquero se sensibilice sobre las consecuencias de sus acciones.

Pero el compromiso debe ser general. Para el cuidado de las ballenas y todos los organismos que forman parte de la flora y la fauna de la región, es necesario que instituciones gubernamentales, estatales y privadas, y representantes de la sociedad junten fuerzas para lograr un cambio concreto.