América Latina y su vastísima franja costera regalan a los amantes de las ballenas algunos escenarios naturales únicos para realizar actividades de avistajes. En sus aguas se pueden encontrar alrededor de 64 especies de ballenas, delfines y marsopas, lo que representa el 74% de las 86 especies conocidas de cetáceos del planeta. Por este motivo, la región se ha posicionado como uno de los destinos favoritos para los turistas que quieren ver y disfrutar a estas bellas criaturas de mar.

Se estima que el turismo de avistamiento de ballenas genera ingresos por unos $300 millones de dólares anuales y beneficia a unas 92 comunidades en 18 países de América Latina. Esta actividad es altamente valorada por ser una alternativa económica rentable y amigable con el ambiente para muchas comunidades costeras que antes dependían de la pesca a pequeña escala y muchas veces, de la explotación irresponsable de los recursos marinos.

La oferta de empresas que ofrecen excursiones ecológicas o sostenibles de avistamiento de ballenas también ha crecido de forma significativa en los últimos años y pueden encontrarse en todo destino costero de la región que reciba anualmente la visita de estos cetáceos . Estas empresas deben respetar las legislaciones ambientales y para ello cuentan con certificaciones y verificaciones de sostenibilidad y, en algunos casos, hasta deben mostrar sus certificados especiales de turismo marino responsable.

Hoy Greenpeace quiere invitarte a conocer cinco de los mejores destinos en América Latina para realizar avistamientos de ballenas y otros cetáceos:

1. México: aguas del Mar de Cortés en Baja California.

Las aguas turquesas de Baja California y el Mar de Cortéz en el Caribe mexicano, son el mejor sitio para el avistaje de las famosas ballenas grises (Eschrichtius robustus). En la península de Baja California existen numerosas lagunas de agua salada que están circundadas por el desierto, lugar a donde las ballenas grises llegan cada año para aparearse y tener a sus crías a plena vista de los espectadores. La mejor temporada para realizar excursiones de avistaje de ballenas en Baja California es entre los meses de enero a abril pero durante el resto del año también se pueden observar grupos de ballenas azules y cachalotes.

2. Costa Rica: Bahía Ballena

En las aguas del Pacífico, al sur de Costa Rica, se ubica un importante hábitat natural para las ballenas jorobadas (Megaptera novaeangliae). Estas criaturas llegan a este punto del Pacífico Central en su travesía migratoria anual. Las ballenas jorobadas migran dos veces al año (desde fines de diciembre hasta fines de abril y de julio a septiembre) hacia las cálidas aguas de la Bahía Ballena para aparearse y parir. Para proteger este valioso refugio oceánico, el gobierno de Costa Rica creó el Santuario Parque Marino Ballena, el cual se ha convertido en un sitio seguro para estas y otras muchas especies marinas como los delfines comunes y nariz de botella, manta rayas y el tiburón martillo.

3.Brasil: Praia do Rosa

Brasil es uno de los destinos turísticos líder en Sudamérica para realizar actividades de avistaje de ballenas, recibiendo alrededor de unos 167.107 visitantes cada año. También cuenta con un récord mundial de 11.500 de avistamientos de ballenas registrados en el año 2011. Praia do Rosa, es un hermoso paraje de arenas blancas y paisaje agreste del Atlántico sur que recibe cada año, durante los meses de junio a noviembre, la visita de poblaciones de ballenas francas australes (Eubalaena australis). Estos animales son la principal atracción a lo largo de cada temporada y fascinan a los turistas con sus saltos descomunales en los que dejan ver hasta el 75% de su cuerpo.

4. Chile: Chiloé-Golfo de Corcovado,

El Golfo de Corcovado y la Isla de Chiloé al sur de Chile, es la región de mayor concentración de poblaciones de ballenas azules (Balaenoptera musculus) del hemisferio sur. Esta área marina es uno de los hábitats costeros más ricos en biodiversidad de Sudamérica, razón por la que las ballenas llegan en búsqueda de sus formidables requerimientos alimenticios, que van de entre dos y ocho toneladas diarias de krill. La ballena azul se queda en las aguas del Golfo de Corcovado entre los meses entre diciembre y abril y es un espectáculo fascinante verlas nadar o dar grandes saltos en el mar. 

5. Argentina: Península Valdés, Chubut

La Península de Valdés en el Atlántico Sur es un sitio único, considerado como la meca para los observadores de ballenas. En sus aguas se concentran grandes poblaciones de ballenas francas australes, y se calcula que cada año llegan hasta allí alrededor de 4.000 ejemplares para reproducirse y tener a sus crías. En la península se pueden observar otras especies marinas cuya presencia es muy importante como los elefantes y lobos marinos, orcas y pingüinos. Gracias a su abundante y maravillosa riqueza natural fue nombrada como Sitio Patrimonio de la Humanidad de la UNESCO. La temporada pico de avistamiento en Península de Valdés es entre julio y diciembre.