Wally llegó al mar Mediterráneo a través del Estrecho de Gibraltar. Recorrió el norte de África y luego las costas de Italia, Francia y España. Cuando parecía que estaba cerca de regresar al Atlántico, dio un giro inesperado y desapareció.

En 2021, el caso de Wally llamó la atención de todo el mundo. Fue una ballena gris de no más de dos años de edad que apareció perdida en el mar Mediterráneo. Solitaria y desnutrida, se cree que no llegó a volver a su hábitat natural. Su triste historia pone en primer plano las consecuencias del calentamiento global y la posibilidad de que sucesos como este se vuelvan más frecuentes.

Wally llega al mar Mediterráneo

Existen dos grandes poblaciones de ballenas grises y ambas se encuentran en el norte del Océano Pacífico: una en el oeste, cerca de Corea del Sur, y otra en el este, en las costas de Estados Unidos y México.

Por esto sorprendió que, hacia comienzos de 2021, un ejemplar de esta especie apareciera navegando en las aguas del mar Mediterráneo. Primero fue vista en Marruecos y, hacia el 4 de abril, atravesó las costas de Argel, la capital de Argelia.

Los investigadores le pusieron el nombre de Wally y afirmaron que el cetáceo ingresó al Mediterráneo a través del Estrecho de Gibraltar. La ballena, tras atravesar el norte de África, siguió ruta primero hacia el oeste de Italia y luego circuló por el sur de Francia, siempre cerca de las costas.

Las características de Wally

Distintas fotografías permitieron identificar a este mamífero marino como un ejemplar de ballena gris. De acuerdo a las estimaciones, por entonces tenía entre 15 meses y 2 años de edad.

La longitud era de unos 8 metros y el estado físico no era el mejor. Al principio parecía estar bien de salud, aunque bastante delgada debido al extenso viaje realizado. El problema se presentó cuando esta condición se acentuó debido al paso del tiempo y a la falta de alimentación: las ballenas grises se alimentan de kril y otros invertebrados en las aguas polares, algo que Wally no pudo encontrar en el Mediterráneo.

¿Qué pasó en España con la ballena gris perdida?

Tras pasar por África, Italia y Francia, el cetáceo llegó a las costas de España y los investigadores se esperanzaron debido a que parecía estar dirigiéndose hacia el Estrecho de Gibraltar.

Sin embargo, tras pasar por Valencia y Jávea, Wally giró hacia el este y comenzó a adentrarse en el Mediterráneo. Primero pasó por Ibiza y finalmente, hacia fines de mayo de 2021, llegó a las costas de Santa Ponsa, un municipio turístico de Mallorca.

La presencia humana y de tráfico marítimo pusieron su integridad aún más en riesgo. Sin alimento, la condición de Wally era alarmante y Debora Morrinson, directora de conservación de Palma Aquarium, observó que su respiración era cada vez más lenta.

La ballena gris perdida estaba agonizando. En España llegaron a plantear la posibilidad de sacrificarla para evitarle el sufrimiento. Pero Wally desapareció. El 21 de mayo fue vista por última vez y los investigadores consideraron la posibilidad de que haya muerto. 

¿Cuál es la teoría de los científicos?

La gran pregunta que se plantearon los especialistas fue la de cómo una ballena que habita en el norte del Océano Pacífico llegó hasta las aguas del mar Mediterráneo.

La principal teoría indica que Wally se habría perdido en el mar de Beaufort, en el Océano Ártico, durante su primera temporada de alimentación. En vez de regresar hacia el Pacífico, se encontró con un acceso al Atlántico Norte y, desorientada, siguió curso hasta dar con el Estrecho de Gibraltar.

Ni la primera vez ni la última

En el 2010 se había dado un caso similar, cuando una ballena gris fue avistada en el Mediterráneo. Lo que fue un hecho singular ahora podría volverse algo más frecuente debido a las condiciones del cambio climático.

El calentamiento global derrite los bloques de hielo y es así como las ballenas grises pueden encontrarse con un acceso al Atlántico que hasta ahora no tenían.

Eric Hansen, jefe de una agencia estatal de biodiversidad en el sur de Francia, también recordó que el derretimiento de los hielos polares genera cambios en las corrientes oceánicas. Lo que también afecta a las ballenas grises, a sus hábitats naturales y sus movimientos migratorios.

😢 En 2021, una ballena gris sorprendió al adentrarse en las aguas del mar Mediterráneo. Cansada y sin forma de alimentarse, fue vista por última vez en la costa de España.

🌏 Su triste caso pone en evidencia las consecuencias del cambio climático. El calentamiento global derrite los hielos del Ártico y así estos cetáceos pueden perderse y alejarse de sus hábitats naturales.

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