El número de ballenas que mueren víctimas de colisiones es desconocido. Algunos investigadores hablan de unas 20 mil pérdidas por año.
Las colisiones con embarcaciones son una de las mayores amenazas que enfrentan las ballenas en la actualidad. Si bien hay organismos que trabajan para evitar los accidentes, el panorama es preocupante de cara al futuro, sobre todo debido al aumento exponencial de la industria naviera.
La gravedad del problema
Las ballenas están expuestas a distintos peligros a lo largo y a lo ancho de todo el mundo. La caza indiscriminada ha reducido su población durante siglos, llevando incluso algunas especies a la extinción. En la actualidad, la cacería y la captura accidental aún persisten, aunque en menor medida.
La crisis climática, el calentamiento global y la contaminación son otros de los problemas que afectan a los cetáceos. Sin embargo, uno de los más urgentes es el de las colisiones con embarcaciones.
Es una amenaza que también afecta a otros animales, entre ellos los tiburones y las tortugas marinas. Es conocida como “la masacre silenciosa” debido a que la mayoría de los casos pasan desapercibidos y a que, durante mucho tiempo, las protestas y denuncias en su contra fueron ignoradas.
¿Cuántas ballenas mueren por colisiones?
No hay manera de responder esta pregunta con precisión. La mayoría de los choques pasan desapercibidos, ya que los cetáceos mueren y se hunden en el fondo del océano.
La organización Friend of the Sea sostiene que apenas el 10% de los cuerpos sin vida de las ballenas llegan hasta las costas. También cita a investigadores que indican que la cantidad de pérdidas por colisiones sería de 20 mil al año.
El investigador David Sims, de Marine Biological Association, da una cifra menos alarmante: habla de unos cientos a nivel mundial por año. No obstante, enfatiza en que se trata de estimaciones poco fiables.
¿Por qué se habla de un mayor peligro a futuro?
Sims es uno de los autores de un artículo publicado por la revista Nature que aborda la problemática de las colisiones tanto en la actualidad como de cara al futuro.
Uno de los datos más alarmantes es el que se refiere a la cantidad de barcos cargueros que navegan por los océanos en la actualidad: son más de cien mil. Los investigadores también indican que se espera un aumento del 1200% de las embarcaciones para el 2050.
Friend of the Sea, por su parte, afirma que la industria naviera crece de manera exponencial y duplica su tamaño cada diez años. Se trata, en definitiva, de un problema en constante ascenso que se complementa con otro: la grave disminución de las poblaciones de distintas especies de ballenas.
¿Cómo combatir la problemática de las colisiones?
La denuncia y la concientización son necesarias para poner en primer plano el peligro que corren las ballenas en la actualidad.
Friend of the Sea, por ejemplo, se especializa en la tarea y desarrolla acciones como la entrega del Premio Whale Safe. Es una distinción que se otorga a las empresas de la industria marítima que se comprometen de manera activa con la preservación de los cetáceos. Sobre todo con aquellas especies que se encuentran en peligro crítico de extinción, como es el caso de la franca del Atlántico Norte.
El primer atlas de ballenas
El estudio de cada choque en particular también ayuda a combatir la problemática. La Comisión Ballenera Internacional (IWC), por ejemplo, creó en 2007 una base de datos global de colisiones con barcos.
Hacia fines de 2023, por otra parte, se lanzó el denominado “primer atlas de ballenas”. Impulsado por el Consejo Mundial de Transporte Marítimo (WSC), es un mapa que contiene información sobre los hábitats de los cetáceos y las zonas donde más se producen las colisiones.
Se encuentra disponible en Internet y se puede descargar de forma gratuita. Contiene indicaciones para cada una de las zonas de riesgo: límites de velocidad permitidos, horarios restringidos para navegar y demás.
Todos podemos ayudar
La conservación de las ballenas depende de la participación y del compromiso de gobiernos, organizaciones, instituciones, empresas y hasta de los propios individuos.
La información sobre las colisiones es fundamental: cuanto más haya y más precisa sea, mejores serán los mapas y las indicaciones para los barcos.
También es preciso la existencia de agentes que controlen el cumplimiento de las medidas. La preservación de los cetáceos no puede ser una cuestión de imagen: debe manifestarse en la realidad con hechos concretos y sostenidos en el tiempo.
🌊😢 ¡Alerta! La “masacre silenciosa” amenaza la integridad de las ballenas y es un peligro que puede crecer en los próximos años.
🚢💔 Las colisiones con embarcaciones acaban con la vida de una gran cantidad de cetáceos por año y ponen en jaque a especies que ya están en peligro crítico de extinción.
🌎✨ ¡Conoce qué se puede hacer al respecto y únete para salvar a estos gigantes de los océanos!
#SalvemosALasBallenas #ConservaciónMarina
Martín Prieto comenzó su carrera en Greenpeace Argentina como Director Ejecutivo. Logró importantes avances como la sanción de la Ley de Promoción de la Energía Eólica y la Ley de Protección del Bosque Nativo. En 2012, asumió como Director Ejecutivo de Greenpeace Andino, liderando las oficinas de Argentina, Chile y Colombia hasta 2018.
En 2006, Prieto fue designado Líder de la Campaña de Ballenas por Greenpeace International, destacándose en el bloqueo de los intentos de Japón de retomar la caza comercial de ballenas junto a la Comisión Ballenera Internacional. Además, ha sido asesor de Greenpeace International, Greenpeace Mediterráneo, Greenpeace India y Greenpeace Rusia.