Docksider es uno de los ejemplares que forma parte del Programa de Adopción del Instituto de Conservación de Ballenas. Se trata de un gesto simbólico que apoya la investigación científica y la preservación de los cetáceos.

Docksider forma parte de una de las familias de ballenas francas australes más famosas de todas. Nació en 1987, pero sus antepasados visitan las aguas de Puerto Madryn desde hace al menos unos 50 años. Tiene cuatro crías conocidas y una de ellas también es madre, lo que suma un total de cinco generaciones.

¿Cómo es la familia de Docksider?

El Programa de Fotoidentificación de Ballenas Francas Australes comenzó a desarrollarse en Península Valdés hacia 1971. Años más tarde, el Instituto de Conservación de Ballenas (ICB) se sumó a la tarea y, en colaboración con el Ocean Alliance, desarrolló un catálogo que actualmente cuenta con información de más de 4300 ejemplares.

La Fotoidentificación es un proceso que permite reconocer a cada ejemplar a través de aspectos tales como las callosidades de la cabeza y las manchas del lomo. Da la posibilidad de seguir a cada ballena a lo largo del tiempo y de establecer los distintos vínculos que se forman.

La familia de Docksider es una de las más famosas que se han identificado hasta el momento. La extensión del árbol genealógico es una de las explicaciones del fenómeno.

Docksider nació en 1987 y es hija de Antonia, ballena que nació en 1975 y que, a su vez, es hija de la Ballena 71. Esta última es un cetáceo que fue fotografiado en 1971 y del cual se desconoce su edad.

En cuanto a Docksider, se conoce que tiene cuatro crías: Espuma (1994), Luna (2005), Paciencia (2008) y un ballenato nacido en 2018. Paciencia, a su vez, tiene dos crías, nacidas en 2019 y 2022, que son las tataranietas de la Ballena 71.

¿Por qué es importante estudiar el parentesco entre ballenas?

Mariano Sironi, director científico del ICB, explica que conocer el árbol genealógico de un cetáceo es mucho más que una curiosidad: es una necesidad científica.

El estudio del parentesco ayuda a encontrar variables que son claves para detallar la biología de las ballenas. Por ejemplo, permite conocer a qué edad comienzan a reproducirse y cada cuántos años tienen crías las hembras.

A su vez, esto aporta información acerca del estado poblacional de las francas australes. No solo de la cantidad de ballenas, sino también de sus movimientos y sus comportamientos en el hábitat.

La relación familiar que se registra entre estos mamíferos marinos también da la posibilidad de estudiar aspectos genéticos y rasgos hereditarios.

¿Qué significa adoptar una ballena?

Docksider es la representante más conocida de su familia por un motivo particular: es uno de los cetáceos que forman parte del Programa de Adopción Ballena Franca Austral del ICB.

En total son 12: Pionera, Tempranera, Mochita, Troff, Serena, Manantial, Valentina, Luminosa, Nube, Hueso, Aoni y Docksider. 

Adoptar una ballena es un gesto simbólico mediante el cual las personas pueden colaborar con la conservación de los cetáceos. 

Se trata de contribuir con fondos para la protección de las ballenas y sus hábitats, y también para el desarrollo de la investigación científica. Cualquier persona del mundo puede sumarse a la causa y elegir uno de los tres montos mensuales que el ICB pone a disposición.

¿Cómo fue el reencuentro con Docksider?

En 2018, el ICB y colaboradores dieron inicio al Proyecto Midiendo Ballenas con el objetivo de utilizar la fotogrametría para estudiar la condición corporal de los cetáceos que se reproducen en las aguas de Puerto Madryn.

Durante la primera temporada se lograron fotografiar 630 cetáceos. Aproximadamente la mitad eran ballenas ya registradas, y entre este grupo se encontraba precisamente Docksider.

La nieta de la Ballena 71 fue fotografiada nadando junto a una nueva cría, la cual por el momento no tiene nombre. 

Por otra parte, tanto en 2019 como en 2022 se registró a Paciencia. En ambos casos, la hija de Docksider también viajaba junto a sus ballenatos: Aconcagua y el más pequeño que tampoco fue nombrado.

En todos los casos se prestó atención a la condición corporal de los cetáceos, para saber en qué estado de salud se encuentran y para analizar cómo responden a las distintas amenazas que se enfrentan.

🐋💙 ¡Descubre la increíble historia de Docksider, la ballena franca austral que forma parte de una familia con cinco generaciones conocidas!

🌊🌏 El estudio del árbol genealógico de los cetáceos permite conocerlos en profundidad y obtener información clave para su conservación.

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