Las amenazas para la ballena azul en los mares del mundo, lejos de disminuir, persisten y aumentan conforme pasa el tiempo. Greenpeace se adentra en esta problemática y escucha a los especialistas que luchan por su conservación.

“Diversos y graves problemas de conservación afectan a la vida marina en las aguas de Galicia, muchos de ellos están, o casi los todos, están relacionados con la actividad humana irresponsable, como la interacción con la pesca , la sobrepesca, las actividades acuícolas,la contaminación, los vertidos de petróleo, los efectos de ruido procedente del transporte marítimo,el turismo y la actividad militar”, se resalta en un escrito de la Sociedad Española de Cetáceos presentado en su último congreso anual. 

En esta dirección, un informe de 2018 reveló cómo, a través del análisis de las hormonas del cerumen de las ballenas, se puede estudiar cómo las actividades humanas, la caza de ballenas, la actividad minera submarina, los enredos en artes de pesca o las actividades bélicas, han ido estresado gravemente y a las ballenas durante más de un siglo y medio.

Además, pese a ser la ballena azul, el animal más grande que habita el planeta, los seres humanos no son los únicos que estresan y dan muerte a estos gigantes del mar. En un estudio reciente publicado en la destacada revista científica Marine Mammal Science de enero de 2022, se describen tres matanzas de ballenas azules llevadas a cabo por orcas y documentadas por los investigadores en los meses de marzo y abril de 2019 y en marzo de 2021.

Eventos sorprendentes bajo el mar

“Este informe registra el mayor evento de depredación jamás observado por científicos en las aguas del planeta: el mayor depredador del océano, una ballena asesina, una orca, acabando con la mayor presa posible, la ballena azul”, explicó uno de los co-autores del estudio el Dr Robert Pitman, ecólogo marino de la Universidad de Oregón.”

A lo largo del tiempo, se ha documentado de modo preciso, que las orcas buscan como fuente de alimento a casi todas las demás especies de ballenas grandes o medianas, aunque la mayoría de los ataques registrados al momento han sido a crías. Cada vez con mayor frecuencia, es posible contar para el estudio y análisis del comportamiento de las ballenas con los registros que proceden de observadores aficionados que captan las imágenes con sus teléfonos móviles o drones . Puntualmente, en uno de estos vídeos tomados con drones, en 2017 frente a la ciudad de Monterey, California (Estados Unidos) fue posible observar cómo las orcas atacaban y peleaban (aunque sin matarla) a una ballena azul.

Para el Dr Pitman, el comportamiento de las ballenas es un campo complejo que siempre presenta nuevos desafíos. “Cuando uno cree haber delineado los rasgos principales o los patrones más característicos de su comportamiento, surge un nuevo documento o registro captado al azar que viene a cuestionar lo que creíamos era una certeza” explica el profesor. “No debemos cesar en los esfuerzos de recopilar la mayor cantidad posible de estos registros nuevos, captados de primera mano , de modo espontáneo por la gente. Un material de relevancia científica inigualable ya que nos brindan nuevas aristas para la investigación y con ello, nos permiten descubrir más acerca de sus patrones de comportamiento,lo que contribuirá en gran medida, con mayores y más eficaces medidas para procurar su conservación, algo que es hoy urgente y necesario”.

La presencia de la ballena azul en los océanos del mundo 

Se estima que hoy día , entre 10. 000 y 25.000 ballenas azules surcan los océanos del planeta. A principios del siglo XX estuvieron a un paso de llegar a la extinción por la caza intensiva que los balleneros emprendieron para extraer su preciado aceite, muy cotizado en los mercados de la época . Entre 1900 y mediados de 1960, se calcula que se exterminaron unas 360.000 ballenas azules. Finalmente, en 1966 la Comisión Ballenera Internacional (CBI) determinó su protección legal, pero desde entonces su situación ha mejorado muy ligeramente.

Las ballenas azules tienen pocos depredadores, aunque hoy se sabe que sufren los ataques de orcas y tiburones, y muchas mueren o quedan heridas al chocar con grandes embarcaciones. En la actualidad, las ballenas azules figuran en la Lista Roja de la Unión para la Conservación Mundial (IUCN, por sus siglas en inglés) como especie en peligro de extinción.