El hallazgo fue producto del trabajo de un equipo internacional de paleontólogos. Participaron científicos de Argentina y de Suecia. Se dio durante una expedición que se llevó a cabo en los alrededores de la base argentina en Isla Marambio, cerca del mar de Weddell y en el noreste de la Península Antártica.

La Antártida fue testigo de uno de los mayores logros de la ciencia argentina: el hallazgo del Arqueoceto Antártico. Se trata del fósil de ballena primitiva más antiguo del mundo. Vivió hace 49 millones de años y fue un ejemplar totalmente acuático. El descubrimiento es clave ya que aporta un nuevo conocimiento sobre la evolución de los cetáceos.

Descubrimiento en Isla Marambio

En 2011, la comunidad científica internacional se vio sorprendida ante una noticia proveniente de la Argentina: un equipo de paleontólogos había hallado en la Antártida los fósiles del Arqueoceto Antártico, la ballena primitiva más antigua del mundo.

El descubrimiento tuvo lugar durante una expedición en el noreste de la Península Antártica, más específicamente en La Meseta, una formación que se encuentra en los alrededores de la base argentina en Isla Marambio, cerca del mar de Weddell.

Los protagonistas del hecho fueron Claudia Tambussi y Marcelo Reguero, paleontólogos del Museo de La Plata, del Instituto Antártico Argentino y del Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (Conicet). Los científicos suecos Thomas Mörs y Jonas Hagström, del Museo de Historia Natural de Estocolmo, también estuvieron presentes. 

Las claves del hallazgo

Tambussi explicó que la pieza fundamental del descubrimiento fue una mandíbula que se logró reconstruir. Por sus dimensiones, se sabe que perteneció a un ejemplar adulto de ballena primitiva, que midió entre 6 y 7 metros de largo.

También se especula con que el animal prehistórico era un gran depredador, ya que los dientes de la mandíbula presentan cierto desgaste.

Mariano Mémolli, por entonces director nacional del Instituto Antártico Argentino, se manifestó al respecto e indicó lo que representa el hallazgo para la comunidad científica internacional.

Expresó que el fósil hallado es el más antiguo del mundo de una ballena primitiva y también el primero en ser encontrado en la Antártida. En línea con esto, agregó que el descubrimiento podría generar que la ciencia argentina pase a ubicarse en la vanguardia internacional del estudio de la evolución de la especie.

Una revolución evolutiva

El Arqueoceto Antártico es el más primitivo de los basilosáuridos, una familia extinta de cetáceos que se caracterizaron por ser los primeros completamente acuáticos. 

Coexistieron con los Paquicetus, animales de cuatro extremidades que vivían en las costas y se sumergían en las aguas en busca de alimento.

De los Protocétidos (Protocetidae), antepasados semiacuáticos de las ballenas, se tienen registros en la región de Indo-Pakistán, los cuales datan de hace 53 millones de años.

El hallazgo del Arqueoceto Antártico, con sus 49 millones de años, indica que la brecha entre la ballena primitiva completamente acuática y la semiacuática es menor de lo que se pensaba. En otras palabras, que la evolución habría sido más veloz de lo imaginado.

El valioso aporte de la ciencia

Claudia Tambussi expresó en su momento que los fósiles hallados representaban una mínima parte de todo lo que el continente antártico tiene para ofrecer en materia de paleontología.

La especialista, cuyo trabajo se centra en la búsqueda de vertebrados marinos y de tierra, aclaró que cada fósil que se encuentra es un incunable debido a las características propias de la Antártida.

Son sedimentos de un tiempo en los que el continente no era una gigantesca extensión de hielo como es ahora. En los que presentaba una flora y una fauna únicas.

A modo de ejemplo, la científica mencionó otro de los hallazgos más singulares: el de un pingüino “gigante”, que medía entre 1,50 y 1,60 metros y que existió hace 34 millones de años.

En la actualidad, la Antártida es un continente más que especial para las ballenas. Miles de ejemplares de distintas especies se acercan año tras año en busca de alimento. 

El estudio de los cetáceos y de los ecosistemas que habitan permiten obtener mayor información para desarrollar medidas más eficaces para su conservación. En este marco, el descubrimiento de los científicos argentinos pone en evidencia que el pasado también aporta conocimientos valiosos para comprender más acerca de estos mamíferos marinos.

🌍 En 2011, científicos de Argentina y Suecia hallaron en la Antártida los restos fósiles del Arqueoceto Antártico, la ballena primitiva más antigua del mundo.

🐋 El descubrimiento aportó un nuevo conocimiento acerca de la evolución de los cetáceos. Este ejemplar completamente acuático vivió hace 49 millones de años y fue casi contemporáneo de la ballena primitiva semi-acuática.

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