En 2018, Isabel Cristina Ávila Jiménez publicó un estudio que revela un hecho alarmante: el 98% de las especies de mamíferos marinos observadas sufren amenazas de algún tipo. El riesgo comprende el 56% de la superficie marina global.
Isabel Cristina Ávila Jiménez es una bióloga marina colombiana que estudia a las ballenas desde hace más de 25 años. Sus investigaciones también comprenden otros mamíferos marinos y se centran en las amenazas que padecen. Su trabajo revela que muchos de estos riesgos son producto de la actividad del ser humano. También pone en evidencia la necesidad de impulsar acciones concretas para la conservación de los animales.
Una voz autorizada
Isabel Cristina Ávila Jiménez nació en Colombia y decidió dedicar su vida al estudio de los animales acuáticos. Es investigadora, docente, y se destaca como una voz autorizada en materia de biodiversidad y conservación.
Estudia a las ballenas desde 1998. En el plano académico, se recibió de Bióloga marina por la Universidad del Valle. En la misma institución, cursó una Maestría en Ciencias. Años más tarde, hizo un doctorado en la Universidad Albert Ludwig en Friburgo de Brisgovia, en Alemania.
Su trayectoria profesional es tan extensa como diversa. Entre otras actividades, trabajó como bióloga en la Fundación Yubarta y en la Sociedad de Conservación de la Vida Silvestre. Como investigadora se destacó en Fundación Omacha y en Fundación Malpelo y Otros Ecosistemas Marinos. También se desempeñó como consultora en el Fondo Mundial para la Naturaleza de Colombia.
Objetos de estudio
Ávila Jiménez cuenta con conocimientos en ecología marina y pelágica y se especializa en mamíferos acuáticos. Reconoce que sus intereses como profesional son 2: el estudio y la preservación de la biodiversidad y el análisis de amenazas y riesgos que afectan a los animales mencionados.
Cuenta con una sólida experiencia en materia de estudios científicos. En 2018, por ejemplo, publicó uno centrado en el análisis de los riesgos mundiales que enfrentan los mamíferos marinos a partir de las amenazas documentadas.
El artículo fue publicado en mayo de 2018 en el volumen 221 de Biological Conservation (Conservación biológica). Presenta una inspección, una clasificación y una referenciación geográfica de cada una de las amenazas que afectan a los animales, sean ambientales o humanas. También observa de qué manera los mamíferos marinos responden a los cambios.
Amenazas antropogénicas
Isabel no trabajó sola: la acompañó un equipo de investigadoras que se desempeñó bajo sus órdenes. En conjunto, analizaron la información de aproximadamente 1780 publicaciones centradas en amenazas padecidas por 121 especies de mamíferos marinos a nivel mundial durante el período comprendido entre 1991 y 2016.
Los resultados fueron alarmantes: se descubrió que el 98% del total de especies de mamíferos marinos observadas (119 de las 121) sufrieron amenazas a lo largo del período en cuestión. También se registró que estos animales se encuentran en riesgo en el 56% del total de la superficie oceánica.
El nivel de riesgo se concentra sobre todo en las extensiones de aguas costeras. Jiménez Ávila y su equipo también llegaron a la conclusión de que las amenazas que afectan a los mamíferos marinos son producto de actividades antropogénicas, que son aquellas que tienen al ser humano como responsable.
Mecanismos de conservación
Algunas de las grandes amenazas que enfrentan las ballenas y otros mamíferos marinos son la pesca incidental, los enmallamientos, las colisiones con embarcaciones y la contaminación química y acústica. La crisis climática y el calentamiento global los afecta de diversas maneras, generando cambios en sus comportamientos y en sus hábitos de vida.
En un artículo publicado en marzo de 2021 en Endangered Species Research (Investigación sobre especies en peligro de extinción), Ávila Jiménez y otros investigadores destacan sin embargo algo importante: que en las últimas décadas se han realizado tareas de conservación y que las mismas dan resultados positivos para la preservación de los animales afectados.
Proponen por lo tanto continuar trabajando en la misma línea, profundizando en las tareas de conservación para optimizar los resultados. La prevención de las actividades antropogénicas es una de las claves. El apoyo a las investigaciones científicas es otra.
La conservación de las especies marinas amenazadas es una necesidad que involucra a todo el planeta. El trabajo de investigadoras como Isabel Cristina Ávila Jiménez pone en evidencia el rol que tienen las ballenas y otros animales en la biodiversidad y el bienestar integral de los ecosistemas. Tal es así que los mamíferos marinos suelen ser considerados como indicadores de la salud de los océanos.
Martín Prieto comenzó su carrera en Greenpeace Argentina como Director Ejecutivo. Logró importantes avances como la sanción de la Ley de Promoción de la Energía Eólica y la Ley de Protección del Bosque Nativo. En 2012, asumió como Director Ejecutivo de Greenpeace Andino, liderando las oficinas de Argentina, Chile y Colombia hasta 2018.
En 2006, Prieto fue designado Líder de la Campaña de Ballenas por Greenpeace International, destacándose en el bloqueo de los intentos de Japón de retomar la caza comercial de ballenas junto a la Comisión Ballenera Internacional. Además, ha sido asesor de Greenpeace International, Greenpeace Mediterráneo, Greenpeace India y Greenpeace Rusia.