
Un estudio reciente publicado por la prestigiosa revista científica Scientific Reports reveló cuáles son los genes que le permitieron a las ballenas crecer hasta adquirir tamaños gigantescos en comparación con sus antepasados.
Las ballenas, marsopas y delfines (conocidos como cetáceos) evolucionaron a partir de antepasados terrestres de dimensiones pequeñas hace aproximadamente unos 50 millones de años. Lo cierto es que hoy, algunas de las especies que conforman la familia de los cetáceos, se encuentran entre los animales más grandes que han existido en la Tierra. Este hecho ha sido una de las incógnitas que los científicos a lo largo de la historia han querido resolver y hoy parece ser un misterio resuelto.
Los hallazgos más recientes entorno a este dilema del gigantismo en algunos cetáceos como las ballenas, resaltaron el papel clave de cuatro genes – IGFBP7, NCAPG,GHSR, y PLAG1- y sugirieron que son los responsables de promover grandes tamaños corporales a la vez que también, pueden mitigar algunos efectos negativos para la salud de estos animales, como es el aumento del riesgo de cáncer.
Sin embargo, los científicos detallaron en las conclusiones de su estudio, que el gigantismo puede acarrear también algunas desventajas biológicas considerables tal como un menor rendimiento productivo y mayores chances de ocurrencia de enfermedades como el cáncer, aunque aún no ha quedado establecido con precisión qué papel jugaron cada uno de los distintos genes en el impulso del gigantismo en las ballenas.
Tras los genes del gigantismo en las ballenas
En Brasil, un equipo de la Universidad de Campinas, liderado por la investigadora Mariana Nery realizó un exhaustivo análisis molecular evolutivo de nueve genes clave presentes en ballenas -cinco genes corresponden al eje de la hormona de crecimiento , y al factor de crecimiento similar a la insulina- y cuatro genes que se encuentran ligados estrechamente con el aumento del tamaño corporal en animales llamados “ungulados” (que poseen pezuñas al final de sus patas) tal como presentan las vacas y ovejas.
A continuación, el equipo de investigadores se enfocó en la evaluación de esos nueve genes en un conjunto de 19 especies de ballenas, entre las que se encuentran siete especies que poseen una longitud corporal superior a los 10 metros y se consideran especies “gigantes” tal como son el cachalote, la ballena de Groenlandia, la ballena jorobada, la ballena gris, la franca del Pacífico Norte, la ballena azul y la rorcual común.
En su evaluación final, los autores detallaron sus hallazgos que finalmente parecen dar luz a un misterio que ha develado a los científicos marinos por largas décadas : los investigadores identificaron una selección evolutiva positiva para algunos genes (IGFBP7 y GHSR ) en el eje vinculado con la hormona de crecimiento y con el factor de crecimiento relativo a la insulina, y también en los genes PLAG1 y NCAPG , lo que para los investigadores es un claro indicio de que estos cuatro genes estaban “probablemente muy implicados o determinaron el aumento del tamaño corporal de las ballenas que están consideradas gigantes”, detallaron en el estudio.
Ventajas y desventajas de algunos genes vinculados con el gigantismo en ballenas
Si bien los científicos identificaron a los genes responsables de volver a las ballenas gigantes, un coloso de los océanos y causa de asombro y fascinación para miles de personas en el planeta, también descubrieron algunos otros rasgos muy interesantes también aportados por estos mismos genes. Por ejemplo, además de volver a las ballenas gigantes, estas secuencias genéticas se cree que han protegido a las ballenas de sufrir enfermedades como el cáncer.
También explicaron que el gen conocido con las siglas GHSR , es el responsable de controlar aspectos relacionados con el ciclo celular y el designado como IGFBP7 ha actuado como supresor en varios tipos de cáncer en ballenas, lo que en conjunto para el equipo científico podría haber contrarrestado en la especie algunas de las desventajas biológicas que les pudo conllevar el lidiar con su gran tamaño corporal a lo largo de los siglos. Aunque los investigadores se encuentran muy satisfechos con sus hallazgos, admiten que las ballenas gigantes siguen siendo en muchos aspectos clave, un gran misterio para la ciencia. Su abordaje y estudio es muy complejo y aún para conocerlas a fondo son necesarios esfuerzos siderales y recursos económicos muy altos.

Martín Prieto comenzó su carrera en Greenpeace Argentina como Director Ejecutivo. Logró importantes avances como la sanción de la Ley de Promoción de la Energía Eólica y la Ley de Protección del Bosque Nativo. En 2012, asumió como Director Ejecutivo de Greenpeace Andino, liderando las oficinas de Argentina, Chile y Colombia hasta 2018.
En 2006, Prieto fue designado Líder de la Campaña de Ballenas por Greenpeace International, destacándose en el bloqueo de los intentos de Japón de retomar la caza comercial de ballenas junto a la Comisión Ballenera Internacional. Además, ha sido asesor de Greenpeace International, Greenpeace Mediterráneo, Greenpeace India y Greenpeace Rusia.