La normativa vigente en materia de avistamiento de cetáceos sostiene, entre otras medidas, que las ballenas se deben observar a una determinada distancia. La única excepción es la franca austral del Pacífico Suroriental, que se tiene que avistar desde la costa ya que se encuentra en peligro crítico de extinción.

Durante los meses de octubre y noviembre, se registró en la región de Antofagasta un aumento en los reportes de avistamientos de cetáceos. La noticia fue compartida por el Servicio Nacional de Pesca y Acuicultura de Chile. El fenómeno responde a la presencia de las ballenas en la zona y al incremento de las personas interesadas en grabarlas. Las autoridades enfatizan la importancia de cuidar a los mamíferos marinos y de respetar las medidas de seguridad.

Más avistamientos en Antofagasta

El pasado 25 de noviembre, el Servicio Nacional de Pesca y Acuicultura de Chile publicó un comunicado en el que informa sobre un hecho especial que se está viviendo en la región de Antofagasta.

Sernapesca explica que, durante los meses de octubre y noviembre, se registró un aumento considerable en los reportes de avistamientos de cetáceos. Y refiere que, en unos pocos días, se observaron unos 15 ejemplares de ballenas fin. 

El fenómeno también comprende otras especies de ballenas como la azul, la jorobada, la de aleta y la franca austral del Pacífico. Lo mismo aplica para otros cetáceos, como es el caso de las orcas. 

El aumento de los avistamientos se confirma a partir de la comparación con los registros de años anteriores. Se destaca que la presencia de los cetáceos no es inusual: lo fuera de lo común es el incremento de los encuentros.

Las explicaciones

La presencia de las ballenas y otros cetáceos en la región de Antofagasta es común, sobre todo en esta época del año. Los mamíferos marinos se encuentran en pleno proceso de migración, viajando hacia el sur en busca de alimentación. 

Desde Sernapesca explican que las aguas de la zona presentan características oceanográficas favorables para las ballenas, lo que hace que estos animales permanezcan durante una mayor cantidad de tiempo en las mismas.

Carlos Guerra, académico de la Universidad de Antofagasta, agrega que las ballenas encuentran en estas aguas una rica fuente de alimentación, lo que también explica su permanencia en la zona.

El experto destacó el caso del avistamiento de una ballena azul, cuya presencia suele ser escasa, al menos en lo que se refiere a registros de observaciones. También aclaró que todos los encuentros se pueden realizar en el mar, salvo los que involucran a la ballena franca austral del Pacífico suroriental. 

Interés natural

Guerra explica que el aumento de los registros no responde solo a un incremento de la cantidad de animales. En este sentido, revela que en los últimos años se ha potenciado el trabajo de entusiastas de las ballenas, que dedican tiempo y recursos tecnológicos a su observación.

Muchos registros de ballenas se han logrado gracias a los drones, por ejemplo. Guerra remarcó esto y agradeció la buena predisposición de los entusiastas, que se comunican con las autoridades para compartir sus hallazgos.

Sernapesca sostiene que la buena predisposición es propia de toda la comunidad antofagastina. Pilar Irribarren, la directora regional del Servicio, destacó el rol de todas las partes en lo que se refiere a la conservación de la fauna marina.

La autoridad enfatizó el compromiso de la Red de Avistamiento de Cetáceos de la Región de Antofagasta. Tanto por el trabajo realizado en materia de obtención de información como en lo que esto implica para el cuidado de los animales marinos y sus hábitats.

El llamado de Sernapesca

A pesar de la buena predisposición de la comunidad, el Servicio acentuó la necesidad de respetar las medidas de avistamiento seguro. Ante el interés por la presencia de las ballenas, es fundamental realizar un acercamiento respetuoso, sin causar molestias. 

Una aproximación segura es clave para garantizar el bienestar integral de los animales marinos y de los ecosistemas que habitan. La normativa vigente expresa que los avistamientos se deben realizar en embarcaciones autorizadas para la actividad y con conductores capacitados. 

Es indispensable respetar las distancias con todas las ballenas, salvo con la franca austral, que solo puede ser avistada desde tierra debido a que se encuentra en peligro crítico de extinción.