La idea de “conservación conectiva” es fundamental para el proyecto. Se basa en la premisa de que las amenazas que sufren las ballenas son transfronterizas. Y que los gobiernos se deben involucrar de la misma manera, dejando de lado los límites geográficos.
El Proyecto Corredor Azul del Pacífico es una iniciativa regional del Fondo Mundial para la Naturaleza (WWF). El objetivo es estudiar y conservar las rutas migratorias de las ballenas en todo el océano Pacífico oriental. En Sudamérica, Colombia y Chile son de los países más involucrados debido a la cantidad de cetáceos que reciben cada año.
¿Qué son los corredores azules?
Son las aguas que recorren las ballenas durante sus movimientos migratorios. Es decir, aquellos territorios marítimos por los que viajan entre sus períodos de reproducción y de alimentación.
El Fondo Mundial para la Naturaleza (WWF, por sus siglas en inglés) indica que son hábitats críticos, y que es preciso protegerlos para conservar a los cetáceos.
Las ballenas no son los únicos representantes de la fauna marina que se encuentran en los corredores. Aves, tortugas, tiburones, delfines, marsopas y rayas son otros de los animales que se hallan comúnmente.
Pero los cetáceos son tomados como parámetro debido al rol esencial que ejercen en la salud de los océanos y del medioambiente.
Una especie sombrilla
Por sus propias características biológicas, las ballenas desempeñan un rol de protección y cuidado hacia otros seres vivos y hacia los ecosistemas que habitan.
El WWF expresa, por ejemplo, que sus heces son fundamentales para la producción de filoplancton. También sostiene que tan solo un ejemplar de ballena captura durante toda su vida aproximadamente la misma cantidad de carbono que miles de árboles.
Poner la atención en los corredores azules es, por lo tanto, trabajar en el cuidado de cada uno de los ecosistemas que los cetáceos transitan durante sus movimientos migratorios.
Es incentivar el cuidado del medioambiente, de la flora y de la fauna marina, tomando como referencia a la ballena en su rol de “especie sombrilla”.
Por una protección urgente
La Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN) sostiene que 6 de las 13 especies de ballenas grandes se encuentran en estado vulnerable de conservación o bien en peligro de extinción.
El Fondo Mundial para la Naturaleza, por su parte, agrega que unas 30 especies de cetáceos transitan a través de lo que es el corredor azul del océano Pacífico oriental, el cual abarca desde América Central hasta el sur de Chile y la región antártica.
La ballena azul y la jorobada son algunas de las especies más conocidas. Chile y Colombia reciben miles de ejemplares cada año, y allí se asientan durante meses ya sea para su reproducción o para su alimentación.
Algunas de las amenazas que ponen a los cetáceos en riesgo son las colisiones con embarcaciones, los enmallamientos con redes de pesca, la crisis climática y la contaminación química y sonora.
Son de las causas de muerte más comunes de las ballenas. Enfrentarlas con acciones concretas es necesario para preservar la integridad de los cetáceos y, al mismo tiempo, la de los ecosistemas que habitan.
¿Qué es el Proyecto Corredor Azul del Pacífico?
Es una iniciativa regional del WWF con el objetivo de trabajar para la conservación de las ballenas en toda la costa oriental del océano Pacífico.
Se centra sobre todo en hábitats críticos de América Central, México, Colombia, Ecuador, Perú, Chile y la Antártida. La idea también es identificar aquellas áreas que resulten prioritarias por su estado de conservación.
El proyecto se centra en acciones que buscan reducir el impacto de la captura incidental, la contaminación acústica y las colisiones con embarcaciones, entre otros peligros. También estimula el trabajo en conjunto entre las oficinas regionales del Fondo, científicos, instituciones gubernamentales, empresas privadas y miembros de la sociedad civil.
La idea es que no solo se unan las partes de una misma nación, sino que todos los países involucrados se comprometan a hacer un esfuerzo en conjunto. Es una práctica de “conservación conectiva”, la cual parte de la premisa de que las amenazas que sufren los cetáceos son transfronterizas.
Por lo tanto, las acciones para mitigarlas y para garantizar la integridad de los cetáceos también deben ir más allá de los propios límites nacionales.
🐋 El Fondo Mundial para la Naturaleza (WWF) lanzó el Proyecto Corredor Azul del Pacífico con el objetivo de conservar a los cetáceos y, por lo tanto, los ecosistemas que visitan durante sus movimientos migratorios.
🌍 Se trata de una iniciativa regional para algunos países de América Latina. Colombia y Chile ocupan un rol especial debido a la cantidad de cetáceos que reciben cada año.
#Ballenas #Conservación #CorredorAzul
Martín Prieto comenzó su carrera en Greenpeace Argentina como Director Ejecutivo. Logró importantes avances como la sanción de la Ley de Promoción de la Energía Eólica y la Ley de Protección del Bosque Nativo. En 2012, asumió como Director Ejecutivo de Greenpeace Andino, liderando las oficinas de Argentina, Chile y Colombia hasta 2018.
En 2006, Prieto fue designado Líder de la Campaña de Ballenas por Greenpeace International, destacándose en el bloqueo de los intentos de Japón de retomar la caza comercial de ballenas junto a la Comisión Ballenera Internacional. Además, ha sido asesor de Greenpeace International, Greenpeace Mediterráneo, Greenpeace India y Greenpeace Rusia.