Los motivos por los que cientos de ballenas terminan en tierra, son muchos. Desde patrones de mareas a la contaminación acústica, en parte, nosotros somos los culpables. Es una realidad, cada año, son miles de delfines, ballenas y otros animales marinos que aparecen en las playas de todo el mundo.
Este es un fenómeno al que se lo denomina varamiento. Sucede tanto en animales sanos como heridos y muertos por distintas circunstancias. Son arrastrados a las orillas por los vientos dominantes y terminan quedando varados en “varamientos masivos”.
Asimismo, en varios casos, una región puede llegar a registrar cantidades inusuales de estos varamientos a lo largo de un cierto periodo. En el caso de CSIP (Programa de Investigación de Varamientos de Cetáceos) en el Reino Unido, han llegado a documentar hasta más de 12.000 cetáceos varados desde 1990.
Basándose en el varamiento en 2015 con más de 300 rorcuales norteños en el sur de Chile, se demostró que esta problemática es un fenómeno global. La causa de los varamientos puede reducirse a una serie de fenómenos y así lo ha afirmado el director de la Unidad de Investigación y Rescate de Cetáceos, Kevin Robinson:
“Es probable que existan numerosas razones que puedan explicar la ocurrencia de los varamientos de ballenas y delfines, ya que este fenómeno presenta una complejidad multifacética”. En el contexto de esta situación específica, nos encontramos ante una organización benéfica dedicada a la conservación marina en Escocia. Por otro lado, los científicos, quienes poseen un conocimiento profundo sobre este tema, son conscientes de que los varamientos ocurren en diversas ubicaciones costeras.
Los motivos de los varamientos
Uno de ellos es la topografía costera y las carreras de la marea que terminan convirtiéndose en trampas para las ballenas. Tristemente, los varamientos masivos ocurren con mucha más regularidad en las costas del mar del Norte y Cape Cod, en el este de Estados Unidos, como también en Farewell Spit de Nueva Zelanda.
Según lo manifestado por Nick Davison, quien desempeña el cargo de coordinador de varamientos en el Scottish Marine Animal Stranding Scheme, se señala que estas áreas específicas se caracterizan por su escasa profundidad, lo cual genera una situación de desorientación para las ballenas. Esto se debe a que su capacidad de ecolocalización ha evolucionado para adaptarse a entornos marinos más profundos.
De la misma manera, explicó que, en los momentos de un ciclo de marea, el agua retrocede muchos kilómetros en pocos minutos. Eso significa que las ballenas terminan quedando atrapadas. Es sencillo, porque el agua desaparece y los animales se quedan estancados.
Otro de los motivos son las causas naturales. El propio encargado de desarrollo de bienestar y apoyo sobre el terreno de British Divers Marine Life Rescue, Dan Jarvis lo explicó. Las ballenas varadas pueden estar enfermas, seniles, pérdidas, heridas, viejas o simplemente ser incapaces de alimentarse por tener una insuficiencia.
En esos casos, las corrientes las arrastran hasta las orillas por estar debilitadas. En el caso d las que se desorientan se adentran por accidente en aguas poco profundas. En la misma línea, se sabe que la depredación también puede empujarlas a las playas. Ya sean presas o depredadores.
¿Cuán culpables somos de los varamientos de las ballenas?
Las actividades humanas sin dudas forman parte de este problema. Los humanos con la pesca, la contaminación o las colisiones de los barcos, entre otras cosas, son también los responsables de que las ballenas terminan heridas y posteriormente mueran tras un varamiento.
Lo cierto es que quedan atrapadas en sedales de pesca y esta es la principal causa de muerte de los cetáceos provocada por el ser humano. Robinson atribuye esta situación a la sobrepesca que termina privando a las ballenas de su principal fuente de alimento y por consecuencia las empuja a ir a las costas o aguas mareales para cazar.
En el caso de la contaminación, es una de las causas más insidiosas. Todas las sustancias químicas que llegan al océano terminan provocando problemas duraderos. El gestor de proyectos del CSIP, Rob Deaville dijo que hay pruebas de animales enfermos tan solo con los contaminantes químicos.
Aunque es difícil de demostrar, aclaró que la contaminación por plástico también daña a estos animales por los enredos que terminan produciendo, la ingestión o la acumulación de los micro plásticos en sus cuerpos.
En cuanto a las colisiones de barcos que provoca el ser humano, es otro problema en particular para estas especies y sobre todo, las más lentas que son las ballenas francas glaciares. Las colisiones que se provocan causan heridas graves, muchas veces las muertes y otras, los varamientos.
Martín Prieto comenzó su carrera en Greenpeace Argentina como Director Ejecutivo. Logró importantes avances como la sanción de la Ley de Promoción de la Energía Eólica y la Ley de Protección del Bosque Nativo. En 2012, asumió como Director Ejecutivo de Greenpeace Andino, liderando las oficinas de Argentina, Chile y Colombia hasta 2018.
En 2006, Prieto fue designado Líder de la Campaña de Ballenas por Greenpeace International, destacándose en el bloqueo de los intentos de Japón de retomar la caza comercial de ballenas junto a la Comisión Ballenera Internacional. Además, ha sido asesor de Greenpeace International, Greenpeace Mediterráneo, Greenpeace India y Greenpeace Rusia.