El avistamiento de ballenas en la ensenada de Utría se realiza de la forma más respetuosa posible. La clave está en cuidar la integridad de los cetáceos, sobre todo de las madres que se encuentran gestando o criando a sus ballenatos durante sus primeros meses de vida.

El Parque Nacional Natural Utría contiene lo que se considera la ensenada más bella de todo Colombia. Las características que presentan las aguas de la región hacen de este sitio el lugar predilecto para las ballenas jorobadas a la hora de dar a luz a sus crías. Los turistas pueden disfrutar de un avistamiento único entre los meses de julio y octubre.

Utría, un Parque único en Colombia

El norte del Pacífico colombiano cuenta con varios destinos paradisíacos que son ideales para el avistamiento de ballenas. Nuquí y Bahía Solano son algunos de los casos más destacados.

La clave se encuentra en la calidez de las aguas de la región. Hasta allí llegan las ballenas provenientes desde el sur, desde las zonas donde se alimentan. Y lo hacen con el objetivo de encontrar el sitio apropiado para reproducirse y criar a sus ballenatos.

En el departamento de Chocó, cerca de Bahía Solano, se encuentra uno de los destinos más fabulosos de todo Colombia: se trata del Parque Nacional Natural Utría.

Es un sitio que se destaca por su gran diversidad de flora y fauna. Y es el destino ideal para quienes practican el ecoturismo. 

También es uno de los mejores lugares para el avistamiento de ballenas, tanto por las condiciones en que se encuentran los cetáceos como por el espectáculo natural que ofrece el entorno.

La sala cuna de las jorobadas

El Parque Nacional Natural Utría es un escenario natural de selva húmeda tropical. De su contacto con el Océano Pacífico nace la ensenada que es la que genera las condiciones propicias para la llegada de las yubartas.

Allí las aguas son cálidas y calmas. Además de los cetáceos, la ensenada recibe la visita de aves y de peces que eligen el lugar para desovar.

El caso de las jorobadas es especial. Tal es el vínculo que tienen con la región que la ensenada es conocida como su “sala de partos” o “sala cuna”. Al estar protegidas del oleaje del Pacífico, las madres encuentran ahí la paz necesaria para dar a luz y para criar a sus ballenatos durante sus primeros meses de vida.

Todo sobre el avistamiento

La temporada de avistamiento de ballenas en la costa del Pacífico colombiano se extiende desde julio a noviembre. A veces hasta octubre, ya que en el último mes los encuentros se vuelven poco frecuentes.

En el marco del Parque no es seguro que se las vea. Las excursiones que se organizan son sumamente cuidadosas y respetuosas de la integridad de las ballenas. 

El acercamiento no es para nada invasivo. Podría decirse que no se va en busca de las ballenas, sino que se espera que sean ellas las que elijan mostrarse.

También influye el hecho de que las madres se encuentran en estado de gestación o bien alimentando y criando a sus hijos recién nacidos.

La buena noticia para los turistas es que hay agencias que organizan excursiones de avistamiento que tienen en cuenta esta probabilidad. En el caso de que en una salida no haya contacto con las ballenas, se ofrece un segundo recorrido sin costo alguno.

Otras posibilidades para los turistas

El contacto con los cetáceos es apenas uno de los tantos atractivos que ofrece el Parque para los turistas. Pero el avistamiento no es la única opción vinculada a los mamíferos marinos.

En la sede administrativa del Parque se realiza una charla educativa en la que se habla de las ballenas y del rol que cumplen en los ecosistemas, entre otras cosas.

También se puede encontrar parte del esqueleto de un cachalote, el cual apareció muerto en la región años atrás.

Las posibilidades son muchas, pero todas coinciden en lo mismo: en la premisa de que se puede disfrutar de las ballenas siempre que se lo haga con respeto. Tomando conciencia de la necesidad de preservarlas y de cuidar los ecosistemas que habitan.