El registro de la ballena jorobada fue posible gracias a un equipo de investigadores que incluye a 2 científicos colombianos: Esteban Duque y Natalia Botero.
Una ballena jorobada marcó un nuevo récord al recorrer unos 13 mil kilómetros entre Colombia y Tanzania. Se trata de la máxima distancia registrada hasta el momento y el descubrimiento fue posible gracias a la fotoidentificación y el avistamiento. El estudio da cuenta de un cambio conductual en el ejemplar. Las hipótesis que se manejan se relacionan a los hábitos de reproducción y alimentación.
La noticia
Un equipo de investigadores acaba de publicar un estudio científico que se centra en un hecho sorprendente. Una ballena jorobada recorrió unos 13 mil kilómetros, cifra que sería récord para un ejemplar adulto macho de esta especie.
Se trata de la distancia que separa las 2 zonas en las que fue avistado el cetáceo: el Golfo de Tribugá, en Colombia, y las costas de Tanzania, en África.
La investigación fue publicada en Royal Society Open Science y cuenta con la firma de 9 científicos, entre los que se encuentran los colombianos Esteban Duque y Natalia Botero. El rol de Colombia en el descubrimiento es clave, ya que el estudio comenzó en 2010 de la mano de la Fundación Macuáticos.
Años más tarde se sumaron otras organizaciones, entre ellas el Programa de Cetáceos de Tanzania. En ambos países se recopilaron datos y se registraron avistamientos. El hallazgo del estudio radica en que ambos puntos implican distintas rutas migratorias para el ejemplar de la jorobada.
Todos los avistamientos
Los científicos se valieron de Happywhale, plataforma que reúne información valiosa de más de 91 mil ballenas de todo el mundo, las cuales fueron identificadas a partir de más de 335 mil avistamientos.
La fotoidentificación es la clave. Los cetáceos son reconocidos por las marcas únicas de sus aletas caudales.
El primer avistamiento de la jorobada en cuestión se dio en julio de 2013. El ejemplar fue fotografiado en el Golfo de Tribugá. 4 años después, en agosto de 2017, se registró un nuevo encuentro en las aguas del Pacífico colombiano, en aquella ocasión en la región de Bahía Solano.
En agosto de 2022, el mismo ejemplar de jorobada fue avistado en el suroeste del océano Índico, en Fumba, en el canal de Zanzíbar. En esta y en las ocasiones anteriores, el cetáceo se encontraba dentro de un grupo competitivo de ballenas.
Claves de un récord
El estudio revela que el cetáceo habría navegado un total de 13.046 kilómetros. Se trata de la distancia que separa las regiones del primer y el tercer avistamiento.
Los investigadores sostienen que se trata de un récord. Es la mayor distancia registrada entre puntos de avistamiento en zonas de reproducción para un mismo cetáceo: un ejemplar macho y adulto de jorobada que es reconocido mediante fotoidentificación.
Ekaterina Kalashnikova es bióloga marina y es la fundadora del Programa de Cetáceos de Tanzania. Trabaja en el Centro de Estudios Científicos de Bazaruto y es una de las responsables de la investigación.
La experta sostiene que no se conoce el recorrido exacto que siguió el cetáceo entre ambas regiones. Cree que lo más probable es que el mamífero marino se haya dirigido desde Colombia hacia la Antártida, y que desde ahí viajó hacia el suroeste del Índico. También agrega que la distancia podría ser mayor a los 13 mil kilómetros registrados.
Las hipótesis
Esteban Duque y Natalia Botero explican que uno de los motivos por los que el cetáceo habría modificado sus hábitos migratorios se vincula con el apareamiento. En especial, porque los avistamientos se dieron en zonas de reproducción y porque el ejemplar estaba en grupos competitivos.
Sin embargo, hay otras hipótesis. La búsqueda de alimento sería otra explicación. Y en esto podría estar vinculada la fluctuación de la distribución del kril en la Antártida.
El kril es la principal fuente de alimentación de las ballenas. Y sus poblaciones varían como consecuencia de fenómenos climáticos y condiciones ambientales alteradas.
De ser así, el histórico recorrido de la ballena jorobada daría cuenta de cómo influye la crisis climática y el calentamiento global en los hábitos migratorios de los cetáceos. El estudio a su vez refleja la plasticidad conductual de estos mamíferos marinos y su capacidad de adaptación a las circunstancias.
Martín Prieto comenzó su carrera en Greenpeace Argentina como Director Ejecutivo. Logró importantes avances como la sanción de la Ley de Promoción de la Energía Eólica y la Ley de Protección del Bosque Nativo. En 2012, asumió como Director Ejecutivo de Greenpeace Andino, liderando las oficinas de Argentina, Chile y Colombia hasta 2018.
En 2006, Prieto fue designado Líder de la Campaña de Ballenas por Greenpeace International, destacándose en el bloqueo de los intentos de Japón de retomar la caza comercial de ballenas junto a la Comisión Ballenera Internacional. Además, ha sido asesor de Greenpeace International, Greenpeace Mediterráneo, Greenpeace India y Greenpeace Rusia.