De todas, se estima que la ballena azul, es el animal más grande del mundo. Como referencia come más de 16 toneladas de plancton al día. Es el animal conocido más grande que jamás haya poblado en el planeta.

Las ballenas azules son unos majestuosos mamíferos marinos que dominan los océanos con sus 30 metros de longitud y 180 toneladas de peso. Asombrosamente, solo su lengua puede pesar tanto como un elefante. Como si fuese poco, su corazón, como el de un automóvil.

También recibe el nombre de rorcual azul. Por lo general, comparten familia con otros rorcuales como son el común o el boreal. Las ballenas azules alcanzan esas desorbitadas dimensiones debido a una dieta que se compone de plancton y krill, que es un animal parecido a un camarón pequeño.

Solo en algunos momentos del año, una ballena azul adulta puede llegar a consumir unas 3,5 toneladas de krill al día. Justamente, el aumento de krill, es lo que los expertos señalan como la causa de que estos animales se encuentren gravemente amenazados y estén volviendo a dejar de verse por las aguas.

Se encuentran con muchas amenazas

En general en diferentes aguas, las ballenas azules como los rorcuales, tanto los comunes como los norteños, se encuentran seriamente amenazados por diferentes motivos: el cambio climático, la falta de alimento y la fuerte explotación pesquera.

De momento, la subespecie que se pueden encontrar en aguas de las islas Canarias y peninsulares se llama Balaenoptera musculus musculus, que es muy parecida al Rorcual común.

Desde la Sociedad Española de Cetáceos se informó en el último congreso anual que: “Diversos problemas de conservación afectan a la vida marina en aguas gallegas, muchos de los cuales están relacionados con la actividad humana, como la interacción con la pesca (una importante causa de mortalidad), la sobrepesca, las actividades acuícolas, los vertidos de petróleo, la contaminación, los efectos de ruido procedente del transporte marítimo, la actividad militar y el turismo”.

Apoyo a su conservación

Tras un informe que se publicó en 2018 en favor a su conservación, se dio a conocer que se estudió cómo, a través de las hormonas de las ballenas, se puede investigar cómo son las actividades humanas. Entre ellas, cómo es la caza de ballenas o la guerra, que han estresado a las ballenas durante más de un siglo y medio.

Las ballenas azules son ballenas barbadas y eso se debe a que su mandíbula superior se extiende en unas hileras de placas córneas, llamadas barbas. Al momento de alimentarse, tragan una gran cantidad de agua y luego expanden la piel plisada de su garganta y vientre, para absorberla.

A la vista, así son, así se ve y así se alimentan

Luego, con su enorme lengua la expulsan a través de las capas finas y superpuestas de la barba. Por último, se tragan los cientos o miles de krill que se quedan dentro. Bajo el agua, se ve que la ballena azul tiene un color completamente azul. Sin embargo, en la superficie se ve más gris azulada con ciertas motas.

Su vientre tiene un tono amarillento y eso se debe a los millones de microorganismos que habitan en su piel. Tienen la cabeza ancha y plana. El cuerpo es largo y estilizado con aletas anchas y triangulares.

En la parte superior de la cabeza tienen dos orificios que se llaman aventadores. Los utilizan para respirar. Con frecuencia expulsan el aire por allí y provocan como unas columnas de agua vaporizada que alcanzan hasta 9 metros de altura.

Cómo respiran y cómo viven

Uno de los mitos que más se ha sostenido en el tiempo sobre las ballenas es que expulsan el agua por los espiráculos. Sin embargo, no es así. Cuando una ballena sale a la superficie luego de contener la respiración, exhala aire, pero no agua.

Es común que se vea como un chorro de agua, pero cuando ese aire caliente de los pulmones se encuentra con el aire frío de afuera, se condensa en una nube. Es como cuando se ve nuestro aliento en un día frío. Esa nube incluye mucosidad y gotas de agua de mar que normalmente cubren el espiráculo cuando la ballena exhala.

Todas aquellas ballenas azules que se encuentran en los océanos del mundo suelen vivir en solitario como también en parejas. Ocasionalmente, se las ve en pequeños grupos. Por lo general pasan el verano alimentándose en aguas polares y luego viven en prolongadas migraciones hacia el ecuador cuando llega el invierno.

Estas maravillosas y exorbitantes nadadoras ballenas azules recorren todo el océano a más de cuatro nudos. Aunque, son capaces de alcanzar 17 nudos cuando se sienten inquietas. Se encuentran entre los animales más ruidosos del planeta porque emiten distintos pulsos, como gruñidos y gemidos.

Se cree que, cuando están en condiciones óptimas, pueden llegar a oírse entre sí a más de 1500 kilómetros de distancia. Los científicos están convencidos que, además de que lo hacen para comunicarse, usan estas vocalizaciones para navegar tranquilas en las oscuras profundidades del océano.