Las ballenas se reproducen de forma sexual. Son polígamas. Eso quiere decir, que tienen varias parejas cada temporada. El apareamiento sucede bajo el agua e implica un complejo ritual que varía según la especie. La gestación dura entre 10 y 16 meses, dependiendo de la especie y el tamaño de la madre.
Por lo general, las ballenas dan a luz a una sola cría. Nacen por la cola y es ayudada por la madre a salir a la superficie para respirar. La cría se alimenta de la leche materna durante un año y permanece junto a su madre hasta que alcanza la madurez sexual.
En el caso de las ballenas macho maduran sexualmente entre los 7 y 10 años. Tienen una cavidad en la que sus genitales permanecen en reposo mientras nadan. Por ello no es mucho lo que se conoce acerca de estos.
En las hembras, la madurez se produce alrededor de los 5 a 7 años. Por lo general, las ballenas adultas de sexo femenino suelen dar a luz a una cría adicional aproximadamente cada dos o tres años. Suelen tener varias parejas durante la época de celo o reproducción, de esa manera aumenta las probabilidades de concebir.
Como solo tienen un bebé que amamantan durante un año completo, la tasa de reproducción es menor que la de muchas otras especies de vida acuática. Sin embargo, las ballenas juveniles suelen disfrutar de amplias posibilidades de supervivencia hasta que llegan a la etapa de madurez.
Cómo es el cortejo
Por lo general, los grupos de ballenas viven de forma agradable y relajada. Sin embargo, en épocas de apareamiento los machos compiten por sus hembras. Como resultado se observa una gran tensión en el grupo durante ese período ya que es posible que hasta luchen entre sí por el derecho a reproducirse con una hembra.
Lo cierto es que en esos encuentros no se hacen daño real y muy raramente hay una muerte por esta causa. Esencialmente, el objetivo es determinar quién es el más fuerte y quién finalmente será el que tiene la oportunidad de aparearse en primer lugar.
Por su parte las hembras son muy receptivas en ese cortejo de machos durante su época de apareamiento. Lo que más les encanta son las llamadas y las canciones que reciben, como también los suaves toques que suceden en ese período de tiempo.
Asimismo, una vez que se aparean, cada cual se va para su lado. Incluso, las hembras quedan dispuestas a volver a aparearse con diferentes machos.
Apareamiento
En esta temporada surgen cambios en lo que respecta a las llamadas y las formas de comunicarse entre las ballenas. Gran parte de ello tiene que ver con el estrés que implica en el grupo. Muy a menudo sucede que los machos llegan a otros grupos con la oportunidad de aparearse y eso sin dudas ayuda a reducir la endogamia entre estos mamíferos.
Los ballenatos nacen vivos. Crecen dentro de sus madres y en primer lugar nacen con aletas. Esto sucede en el proceso de migración, dado que, en la mayoría de los casos, el período de gestación es de 10 a 16 meses, siempre dependiendo del tipo de ballen, de lo lejos que migren y del tiempo de este.
El tamaño de los ballenatos depende de las especies como del tamaño de su madre. Aproximadamente, el 6% de su peso corporal se relaciona a la madre. Por ello es que algunos descendientes, como sucede con la ballena azul, son mucho más grandes que otras que nacen completamente maduras.
Aún sabiendo que las ballenas no se reproducen temprano, a menudo tienen una vida larga y saludable. Existen ciertas investigaciones que han demostrado que las ballenas llegan a vivir entre 20 y 60 años. Sin dudas, eso resulta significativo entre otras formas de vida acuática.
Un dato no menor es que se clasifican como mamíferos por cómo se reproducen, el hecho de que tienen crías vivas y que luego sus madres amamantan a sus bebes.
Martín Prieto comenzó su carrera en Greenpeace Argentina como Director Ejecutivo. Logró importantes avances como la sanción de la Ley de Promoción de la Energía Eólica y la Ley de Protección del Bosque Nativo. En 2012, asumió como Director Ejecutivo de Greenpeace Andino, liderando las oficinas de Argentina, Chile y Colombia hasta 2018.
En 2006, Prieto fue designado Líder de la Campaña de Ballenas por Greenpeace International, destacándose en el bloqueo de los intentos de Japón de retomar la caza comercial de ballenas junto a la Comisión Ballenera Internacional. Además, ha sido asesor de Greenpeace International, Greenpeace Mediterráneo, Greenpeace India y Greenpeace Rusia.