Greenpeace conversó con el director del Instituto de Conservacion de Ballenas (ICB) quien hizo foco en la necesidad de tomar conciencia acerca de cómo los ciudadanos comunes pueden contribuir, mediante buenas prácticas de reciclado desde el hogar, con la salvaguarda y protección de las ballenas

La sociedad , dicen los expertos en fauna marina, debe convertirse en la gran aliada en la lucha para salvar a las ballenas. Codo a codo con la que los científicos y expertos en conservación llevan adelante en Argentina y en el mundo. Ante la gran preocupación que muchas personas sienten frente a las graves amenazas que se ciernen en los océanos día a día para las ballenas, se debe comprender que hoy, todos pueden sumarse activamente y ser protagonistas en el cuidado de estos maravillosos animales marinos. La acción social conjunta, enfocada en una meta positiva, como es la de evitar que los plásticos lleguen al mar , es de grandísimo impacto, muy similar a la mejor de las estrategias científicas de conservación ideadas para su salvaguarda.

El Instituto de Conservación de Ballenas (ICB) como organización civil no lucrativa  para la  protección de las ballenas y los océanos mediante la educación y la investigación, se creó a inicios de los años 90’ por iniciativa de un grupo de personas que comenzaron a colaborar de modo estrecho con el equipo de investigadores y científicos liderados por el Dr. Roger Payne. En aquellos años, este apasionado equipo estudiaba las poblaciones de ballenas francas en la Península Valdés. 

A más de 25 años de trabajo intensivo desde su fundación, el Dr. Mariano Sironi, Director Científico y miembro fundador del ICB, explica a Greenpeace : “Las personas pueden y deben cooperar activamente en la salvaguarda de las ballenas. Con acciones simples y muy sencillas, pero que requieren de educación primero para que la gente pueda tomar conciencia y luego , elegir llevar adelante un cambio en su estilo de vida, se puede contribuir a un gran cambio , a una mejora de la calidad de vida de las ballenas en el mar. Si cada persona se compromete a fondo, puede reducir el impacto que sus residuos ,plásticos principalmente, ejercen sobre las ballenas. El plástico es un material que nos rodea, está en todas partes y cada año llega en mayor cantidad a los mares y ríos del planeta desde las ciudades” explica Sironi. 

Evitar urgente la llegada de los plásticos al mar 

Greenpeace: En relación al plástico que utilizamos en el hogar ¿Cuánto va a parar en el mar?

Marcelo Sironi: La estrategia más simple que pasa por reducir, reciclar y reusar o las 3R como se le suele llamar, hoy día resulta insuficiente para minimizar el impacto que este material tiene en los entornos naturales, en tierra y mar. Por esta razón, desde el ICB queremos reforzar la idea de que debemos ser todos, en conjunto, como sociedad, más eficientes en materia de reciclado desde el hogar.Cada acción individual, por pequeña que sea cuenta y llevar adelante un estilo de vida diferente, hacen la gran diferencia en el ambiente. Con cada desecho que se tira, se contaminan por cientos de años los mares, la tierra en general, el suelo que se utiliza para las prácticas agrícolas y en ello, se perjudica seriamente a las especies de fauna y flora que habitan en el planeta. Desde el ICB afirmamos desde el primer día que el uso responsable de nuestros elementos diarios y su descarte , tanto como cuidar el ambiente que nos rodea es, de modo principal nuestra decisión.

G: ¿Cómo afecta a la vida marina el uso de plásticos? 

MS” El plástico, desde su formato más ínfimo como son los microplásticos hasta los más macro,  trae graves consecuencias a toda la fauna marina. Pero a alguna de estas especies, las afecta de modo más agudo como a las ballenas, delfines, focas, aves y tortugas. Ocurre que cuando los animales ingieren el plástico, éste puede causar severas obstrucciones del tracto digestivo, impidiendo la ingestión y la digestión de alimentos. Además,pueden perforar sus órganos internos, producir graves infecciones y/o hemorragias y, tristemente, su muerte, luego de un largo sufrimiento. Por otro lado, la ingestión de plástico, según indican los estudios más recientes, pueden afectar las hormonas reproductivas y transferir productos tóxicos a sus organismo. De modo particular, el plástico del que está compuesto las sogas de pesca y redes, que cada vez poseen una mayor durabilidad y son muchísimo más resistentes. Esto es una amenaza letal para toda la fauna marina,pero es algo que gracias a la conciencia , la educación y el compromiso, se puede revertir.