Muchos de los varamientos se dan por colisiones con barcos. El aumento de los casos coincide con el incremento del tránsito marítimo y el desarrollo de la industria acuícola. 

La problemática de las ballenas varadas muertas genera una gran preocupación en Chile. Entre 2009 y 2022, los casos aumentaron en un 444%. Los enmallamientos y las colisiones con barcos son dos de las principales causas. Investigadores y conservacionistas de los cetáceos remarcan la necesidad de aplicar acciones concretas para reducir las pérdidas.

Un paraíso para los cetáceos

Chile es uno de los países más privilegiados del mundo en materia de ballenas. Por sus aguas navegan prácticamente la mitad de todas las especies que existen de estos cetáceos.

La presencia de kril y de crustáceos es apenas uno de los motivos por los que estos mamíferos marinos eligen las aguas de la región. La cantidad de ballenas que presenta Chile lo vuelve uno de los países ideales para el avistamiento. Al mismo tiempo, pone en primer plano problemáticas que son comunes a todos los ejemplares del mundo.

¿Por qué Chile está en alerta?

La muerte de una ballena es un hecho desalentador: muchas especies sobrevivieron a siglos de caza indiscriminada y aún se encuentran en peligro de extinción.

El Servicio Nacional de Pesca y Acuicultura de Chile (Sernapesca) compartió datos que indican un fenómeno preocupante: entre 2009 y 2022, la cantidad de ballenas que aparecieron varadas muertas aumentó en un 444%. 

En 2009 fueron 9 y en 2022, 49. El crecimiento de los casos se dio de manera irregular pero sostenida en el tiempo. En 2010, por ejemplo, las ballenas varadas muertas fueron 22, en 2012 la cantidad se redujo a 10 y en 2017 ya era de 37.

Como si fuese poco, las cifras son mayores si también se consideran a las ballenas que vararon vivas: solo en 2022 se registraron 10 casos.

El peligro de las colisiones

Identificar la causa de muerte de las ballenas es un asunto complejo. Las necropsias deben afrontar varios obstáculos: la descomposición rápida de los cetáceos y la dificultad de acceso al sitio donde reposan los restos son algunos de los más frecuentes.

Las causas de muerte van desde enmallamientos hasta intoxicaciones con biotoxinas. No obstante, una cantidad importante de ejemplares pierde la vida debido a las colisiones con los barcos.

Es uno de los mayores flagelos de la actualidad y es muy difícil de dimensionarlo. Depende, por ejemplo, de la buena voluntad de los navegantes a la hora de comunicar las colisiones.

Tampoco se puede determinar una cifra exacta de pérdidas debido a que muchas de las ballenas que fallecen por este motivo se hunden en el mar y no llegan a las costas. En pocas palabras, las muertes son muchas más de las que se tienen registradas.

¿Qué pasa con la Ley 20.293?

En 2008 se aprobó en Chile una ley cuya finalidad principal es la protección de los cetáceos. Penaliza la caza y la comercialización de las ballenas, y los castigos que se aplican se basan en la noción de intencionalidad.

Distintos especialistas indican que no aborda del todo lo referido a las muertes que son causadas por seres humanos, pero sin intencionalidad. 

Es por esto que se plantea la idea de reconocer esta responsabilidad en las pérdidas y trabajar en una modificación de la ley que incluya multas a quienes generan colisiones.

Un llamado a la acción

Ana García es una de las fundadoras del Centro de Investigación de Fauna Marina y Avistamiento de Cetáceos (CIFAMAC). Hace unos años realizó una investigación en la que detectó que la alta velocidad de las embarcaciones era un factor clave en los accidentes por colisiones.

García logró un acuerdo de reducción de velocidades que fue avalado por Roberto Alfarro, quien por entonces se desempeñaba como gobernador marítimo de Antofagasta.

El acuerdo se puso en práctica en 2021, pero sus resultados no fueron del todo alentadores, ya que la problemática no se redujo. 

Mientras tanto, el tránsito marítimo continúa en aumento y la industria acuícola se sigue desarrollando. Sumado al alarmante incremento de las ballenas varadas muertas, trabajar en acciones concretas para la conservación de estos cetáceos se vuelve una urgencia.

😢 Chile enfrenta una situación muy grave: el aumento de las ballenas varadas muertas. Entre 2009 y 2022, la cantidad de casos creció en un 444%, y las colisiones con los barcos y los enmallamientos son algunas de las causas.

🐋 La protección de las ballenas se vuelve una urgencia y en nuestro nuevo artículo compartimos las claves del fenómeno.

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