
En 2023, Carina Marón participó de una expedición de Greenpeace por el Mar Argentino. El trabajo que realizó dio como resultado un mayor conocimiento sobre las áreas de alimentación de las francas australes de Península Valdés.
Carina Marón es bióloga y se especializa en el estudio de ballenas. Trabaja para el Instituto de Conservación de Ballenas y su interés se centra en las francas australes de Península Valdés. Cuenta con experiencia en fotoidentificación y también participó en proyectos que buscan profundizar el conocimiento que existe sobre la alimentación de los cetáceos. Su caso revela el entusiasmo que despiertan los ejemplares de la región y también la importancia de investigarlos.
Interés por las ballenas
Carina Marón nació en la provincia de Córdoba y desde muy chica se mostró interesada por la naturaleza. En el colegio, su materia favorita era Ciencias Naturales, y su curiosidad abarcaba todo lo referido al mundo de la flora y la fauna.
Cuando era adolescente, realizó un viaje de estudio a Península Valdés. Vio una ballena por primera vez en su vida y todo cambió para siempre, ya que supo con claridad que quería estudiar a estos cetáceos.
Estudió Ciencias Biológicas en la Universidad Nacional de Córdoba y luego obtuvo un Doctorado en Biología en la Universidad de Utah, en Estados Unidos. Se dedica a la docencia y cuenta con una trayectoria que comprende numerosos proyectos de investigación.
Su trabajo en el Instituto
Marón es una de los integrantes del equipo de investigadores del Instituto de Conservación de Cetáceos. Muchos de sus proyectos se centran en la alimentación de la ballena franca austral de Península Valdés. Lo que busca es conocer la ecología alimentaria de los cetáceos y de qué manera sus hábitos de ingesta determinan su estado nutricional y las capacidades reproductivas.
También participa en la fotoidentificación de francas australes en Península Valdés, proyecto que existe desde la década de 1970 y que acumula más de 4 mil ejemplares registrados.
Destaca además que el proyecto supone un estudio a largo plazo, lo que evidencia la necesidad de contar con apoyos de diversa índole, sobre todo en lo económico.
Las gaviotas y las amenazas antropogénicas
La investigadora cordobesa destaca que las tareas de fotoidentificación en la actualidad se llevan a cabo con drones. Las fotos aéreas constituyen una técnica para nada invasiva, y las nuevas tecnologías ofrecen información de mayor calidad, con imágenes más ricas en detalles.
Se descubrió por ejemplo que muchas ballenas presentan heridas de origen antropogénico. Es decir, causadas por actividades propias del ser humano (colisiones con embarcaciones, enmallamientos con redes de pesca).
Las francas australes de Chubut también se enfrentan a otra amenaza: los ataques de las gaviotas cocineras. Estudios realizados demostraron que el acoso de las aves afecta de diversas maneras a los cetáceos: modifica sus patrones de comportamiento, aumenta sus niveles de hormonas de estrés y genera un desgaste energético.
Una investigación reciente, en la que participó Marón, reveló a su vez que el ataque de las gaviotas influye de forma considerable en la mortalidad de los ballenatos durante sus primeros meses de vida.
Investigaciones recientes
Ante amenazas como las mencionadas, Carina explica que la misión principal de ella como profesional y del Instituto como organización consiste en continuar estudiando y monitoreando a los cetáceos. La clave se encuentra en generar mayores conocimientos científicos acerca de las ballenas para impulsar acciones de conservación más eficaces.
Uno de sus trabajos más recientes se remonta al 2023, cuando formó parte de una expedición de Greenpeace que partió desde Mar del Plata hacia aguas internacionales con el objetivo de reconocer las áreas en las que se busca gas y petróleo.
Marón fue una de los 4 representantes del Instituto en la expedición. En su caso, centró su atención en las zonas de alimentación y tránsito de la franca austral y otras especies.
Gracias a una red de diseño especial, que simula ser la barba de una ballena franca, la bióloga logró obtener una muestra de copépodos y kril, alimentos propios de los cetáceos.
El trabajo realizado permitió descubrir que la parte norte del Mar Argentino también sería una zona importante para la alimentación de los cetáceos. Su preservación, por lo tanto, es fundamental para el bienestar integral de la especie y de todo el ecosistema.

Martín Prieto comenzó su carrera en Greenpeace Argentina como Director Ejecutivo. Logró importantes avances como la sanción de la Ley de Promoción de la Energía Eólica y la Ley de Protección del Bosque Nativo. En 2012, asumió como Director Ejecutivo de Greenpeace Andino, liderando las oficinas de Argentina, Chile y Colombia hasta 2018.
En 2006, Prieto fue designado Líder de la Campaña de Ballenas por Greenpeace International, destacándose en el bloqueo de los intentos de Japón de retomar la caza comercial de ballenas junto a la Comisión Ballenera Internacional. Además, ha sido asesor de Greenpeace International, Greenpeace Mediterráneo, Greenpeace India y Greenpeace Rusia.