Las campañas para proteger a las ballenas hoy, deben involucrar tecnología de punta y un firme compromiso por parte de los gobiernos y autoridades para combatir los flagelos que hoy,en los mares, son evitables. Si bien iniciativas como el envío de alertas a los barcos para prevenir las colisiones son el inicio de las acciones, aún hay mucho por hacer. Proteger a las ballenas es cuidar un engranaje clave para el sostenimiento de la vida en la tierra. Ya que cada ballena permite absorber el carbono de la atmósfera en grandes cantidades previniendo de modo singular el calentamiento global.
Muchos países han entendido antes que otros, que no será fácil conservar la biodiversidad marina si no se toman acciones responsables y serias en conjunto. El desafío que llevará adelante la humanidad en el siglo XXI es nada más ni nada menos que el de su propia subsistencia. Algo tan cierto que el mundo sabe hace tiempo y que puede realizarse si cada persona, familia, comunidad y país aportan su parte en el asunto. Quizás parezca una gota en el mar, pero esa gota se multiplicará en el mar de gentes del océano del mundo.
Por ello, en 2008, Chile puso su firma a un decreto supremo para prohibir la caza y captura de los cetáceos en aguas chilenas. Este hito, fue un gran paso en pos de salvaguardar a las ballenas , pero lamentablemente ,ellas deben seguir enfrentando continuados y serios peligros en su día a día.
El Servicio Nacional de Pesca de Chile reveló datos que confirman una realidad que muchos científicos suponían. Los varamientos han ido en aumento, y la causa principal hay que buscarla en el tráfico marino. El problema no es sólo de las aguas de Chile sino que es a nivel mundial y se replica en magnitud en alrededor de los cinco continentes.
Tecnología de punta para prevenir las colisiones
La Comisión Internacional de Ballenas detalló que , se supone , que entre 2007 y 2019, alrededor de 1.200 ballenas en todo el mundo han muerto por colisión. El registro es de carácter aproximativo porque muchas ballenas heridas mueren en el mar y su cuerpo queda en el lecho marino.Pocos ejemplares son los que logran navegar las corrientes y luego, cuando pierden fuerza son arrastradas hacia las costas en dónde mueren.
Los científicos de la Comisión, creen que las cifras que manejan representan un 30% menos de lo que realmente ocurre. Por ello, celebran las campañas de protección que Chile lleva adelante financiando proyectos como el de The Blue BOAT Initiative, que se orientan a prevenir las colisiones.
Mediante una boya inteligente apostada en las aguas en sitios estudiados estratégicamente, el equipo de The Blue BOAT Iniciative espera contribuir a bajar las tasas de mortalidad . Boyas como las de esta iniciativa, podrían ser una solución eficiente para evitar que esto siga ocurriendo. El artefacto que se acaba de instalar en el Golfo de Corcovado en Chile, fue desarrollado con una tecnología de vanguardia llamada LIDO (Listen to Deep Ocean Environment). Mediante un sistema de inteligencia artificial puede enviar de manera automatizada señales de alerta temprana en tiempo real a las embarcaciones para advertirles de la presencia de ballenas a su alrededor. El propósito es que, al recibir la información, las embarcaciones puedan ir reduciendo su velocidad y maniobrar efectivamente para esquivar las colisiones.
Un proyecto que nació para abrazar todos los mares del mundo.
Chile tiene pensado extender el proyecto de The Blue BOAT Inicitaive hacia otras regiones marinas dentro de sus aguas continentales. Cree posible, en un futuro próximo, poder instalar cinco nuevas boyas en el área del Golfo de Corcovado. El plan también prevé la posibilidad de replicar la iniciativa en el corredor marino que recorren las ballenas entre Chile y Ecuador. Y luego, hacerlo extensivo a todos los rincones del planeta.
The Blue BOAT Initiative fue un proyecto que tardó 10 años en desarrollarse. Demandó una inversión de alrededor de 1 millón de dólares, un costo que se hizo extensivo a los estudios científicos que debieron completarse para finalizar el proyecto. Lo cierto es que existe evidencia científica de que conservar una ballena es una mejor oportunidad económica que no hacerlo. Y, el Golfo de Corcovado , lugar donde en verano se asientan las ballenas, es un excelente lugar para desarrollar la campaña de alerta acústica de The Blue BOAT Initiative. Los frutos positivos esperan verse en el corto plazo y esto será un gran logro y avance que dará aliento y fuerza para continuar la lucha en la conservación de estos singulares mamíferos.
Martín Prieto comenzó su carrera en Greenpeace Argentina como Director Ejecutivo. Logró importantes avances como la sanción de la Ley de Promoción de la Energía Eólica y la Ley de Protección del Bosque Nativo. En 2012, asumió como Director Ejecutivo de Greenpeace Andino, liderando las oficinas de Argentina, Chile y Colombia hasta 2018.
En 2006, Prieto fue designado Líder de la Campaña de Ballenas por Greenpeace International, destacándose en el bloqueo de los intentos de Japón de retomar la caza comercial de ballenas junto a la Comisión Ballenera Internacional. Además, ha sido asesor de Greenpeace International, Greenpeace Mediterráneo, Greenpeace India y Greenpeace Rusia.