La Sei es una ballena poco conocida, ya que no tiene tendencia a mostrarse en la superficie de la misma manera en que lo hacen otras como la jorobada. Cada varamiento representa para los investigadores la oportunidad de obtener más información sobre la especie.

A comienzos de este año, una ballena Sei murió tras quedar varada en Tierra del Fuego, a pocos kilómetros de distancia de Puerto Almanza. En 2023 ya había ocurrido algo similar. Los casos recuerdan la necesidad de estudiar a los cetáceos y de investigar si hay factores antrópicos que influyen en sus pérdidas. También se destaca el riesgo que implica acercarse a un cuerpo en estado de descomposición.

Muestras de varamiento

El hecho ocurrió a mediados de febrero de este año. Un ejemplar de ballena Sei, de 12 metros de largo y unas 20 toneladas de peso, fue hallado varado en la playa de Bahía Brown, cerca de Puerto Almanza.

El cuerpo fue encontrado por Héctor Lavia, vecino de la región. De acuerdo con sus declaraciones, el hallazgo se dio poco tiempo después de que el cetáceo perdiera la vida.

El mismo Lavia habló con la prensa y dio detalles del estado de la ballena. Dijo que no presentaba heridas propias de un ataque de orcas ni tampoco señales de haber sufrido una colisión con alguna embarcación.

Sí tenía heridas y marcas de sangre en la zona de la panza, señal de que el mamífero marino luchó durante horas con todas sus fuerzas para salir del varamiento y volver a aguas más profundas.

La importancia de la foto identificación

Otro de los protagonistas del acontecimiento fue Gabriel Jesús Leiva Muñoz. Operador turístico y vecino de la región, también se desempeña como colaborador del Instituto Oceanográfico Marino de Chile y del Centro Austral de Investigaciones Científicas (CADIC).

Amante de la fotografía, Leiva Muñoz registra a cuanto cetáceo encuentre por las aguas del Canal Beagle. Luego comparte su material con las organizaciones en cuestión, lo cual permite llevar adelante tareas de foto identificación.

Su trabajo permitió reconocer a la ballena varada. Él mismo la había fotografiado un mes antes, navegando por las aguas del Canal en busca de alimento. El cetáceo fue identificado como BALBO-CaHo#003 por el nombre científico de la especie (Balaenoptera Borealis).

Una señal de alarma

Las causas precisas del varamiento de la ballena Sei no se lograron conocer. Sin embargo, sí se plantearon varias hipótesis que explicarían lo sucedido.

En primer lugar, se cree que el cetáceo podría haberse visto sorprendido por una disminución del nivel de la marea. También existe la posibilidad de que haya sido perseguido por orcas e incluso que se haya desorientado mientras navegaba.

Otro de los motivos de preocupación que generó el hecho fue el comportamiento que tuvieron determinadas personas de la región. Con el cuerpo del cetáceo extendido sobre la costa, fueron varios los que posaron con él y se sacaron fotos.

Sin saberlo, pusieron en riesgo la integridad de la ballena. Aunque se encuentre sin vida, su cuerpo es una fuente de información para los investigadores. Además, se pusieron en peligro a sí mismos, debido a los efectos que genera un cuerpo de cetáceo en estado de descomposición.

Un caso similar

Un año antes, en enero de 2023, se registró otro varamiento de ballena Sei. El mamífero marino se encontró semi sumergido en la región costera de Punta San Juan, a pocos kilómetros de distancia de Ushuaia.

Las autoridades fueron avisadas y, para el momento en que acudieron a la zona, el cuerpo había sido arrastrado por las corrientes hasta una playa ubicada entre Punta Paraná y Almanza.

En aquella oportunidad, la Secretaría de Ambiente de la Provincia advirtió del peligro de acercarse al cuerpo y pidió mantener distancia respecto a los restos del animal.

Eduardo Bauducco, director provincial de Conservación, explicó que los cetáceos entran en estado de descomposición de forma muy rápida. Y que en este proceso se desarrollan bacterias que pueden ser muy perjudiciales tanto para los seres humanos como para otros organismos vivos.

También se refirió a los posibles motivos de muerte. Indicó que muchas veces fallecen por causas naturales, que se enferman producto del propio ciclo de la vida y que se acercan hasta las costas para perecer.

Bauducco agregó que igual es necesario llevar a cabo las investigaciones correspondientes. En especial para saber si factores antrópicos, es decir la intervención del ser humano, pudieron influir en el deceso.