Una misión de investigación científica se topó con centenares de ballenas rorcuales comunes en busca de alimento cerca de la región antártica: la mayor congregación de ballenas rorcuales o barbadas vista en más de un siglo.


Ocurrió en el mes enero de 2022, en las cercanía de la fría Antártida cuando los científicos del NOAA, la Administración Nacional Oceanográfica de los EEUU, junto a pasajeros y la tripulación de a bordo, se toparon con cientos de ballenas rorcuales comunes (Balaenoptera physalus) que cubrían el horizonte del mar con las nubes de su aliento al respirar. Este espectáculo es considerado un acontecimiento inédito desde que la caza industrial de ballenas llevó a la especie al borde de la extinción.

“Lo que pudimos contemplar fue genial, asombroso, un espectáculo natural en un escenario natural , algo poco posible de experimentar en la vida : un horizonte humeante que delataba la presencia de cientos de ballenas”, recuerda con emoción Conor Ryan, zoólogo y naturalista miembro del equipo a bordo del crucero científico, operado por Lindblad Expeditions.

“Una vez que nos aproximamos con el barco , pudimos percibir que el sonido de los soplidos de las ballenas era envolvente y continuo, lo que nos introdujo en un instante, al interior mismo de la vida marina natural , una experiencia única, deslumbrante. Pudimos ser testigos privilegiados de un momento que no se ha registrado desde la década de 1950”, detalló el Dr Ryan por correo electrónico.

En vivo y en directo, un espectáculo único en su tipo. 

Se calcula que el grupo de ballenas estaría compuesto por unas 830 y 1150 rorcuales comunes, junto con algunas de ballenas jorobadas y azules, que se reunieron para alimentarse alrededor de una densa mancha de krill frente a la isla Coronación, ubicada al norte de la península Antártica. 

Los integrantes del equipo científico de la Universidad de Stanford (Estados Unidos) que se ocupó de analizar las fotos y videos de este inédito acontecimiento sostiene al unísono, que esta congregación masiva de ballenas es la mayor vista desde que se puso fin a la caza comercial de ballenas a fines del siglo XX. Anteriormente, el mayor encuentro de ballenas rorcuales registrado fue de apenas 300 animales. “La realidad es que , poco más de 100 años, observar algo así no habría sido tan raro”, explica Matthew Savoca, ecólogo marino de la Universidad de Stanford.

Una especie asombrosa que busca sobrevivir 

Con un peso de casi 80 toneladas, las ballenas rorcuales comunes ocupan el segundo lugar en tamaño después de las ballenas azules. Se estima que alrededor de un millón de estos descomunales cetáceos se desplazaban antaño por los océanos del mundo, pero un siglo de caza impiadosa de ballenas redujo su número casi un 98%, dejando a la especie al borde de la extinción. 

El increíble avistamiento acontecido a fines de 2022 , hace que la comunidad científica sea un poco más optimista acerca de los índices de recuperación de la especie en el Océano Antártico. Al mismo tiempo, también señalan la actual preocupación que es el peligro creciente de otras amenazas para los rorcuales comunes como son las colisiones con barcos y los enredos en las artes de pesca.

“Es maravilloso saber que las ballenas rorcuales están volviendo a poblar los mares y que cada vez más personas puedan ser testigo de ello. Es un buen indicio ,pero las ballenas realmente necesitan de la ayuda del hombre para poder perpetuarse. Necesitan que cambien sus prácticas de pesca y navegación y las hagan seguras para la fauna marina”, cuenta Helena Herr, ecóloga de mamíferos marinos de la Universidad de Hamburgo (Alemania).

El preciado krill

Estos pequeños crustáceos son la base de la red trófica del Océano Austral; es la presa favorita de ballenas, pingüinos y calamares. Las personas también consumen krill y se extraen cientos de miles de toneladas cada año para su uso en suplementos dietéticos y como alimento para peces de piscifactoría.

La euforia que sintió el equipo científico y la tripulación al ver tantos rorcuales comunes se vio algo perturbada cuando se dieron cuenta de que los barcos pesqueros se lanzaron de lleno sobre la mancha de krill y las ballenas .”Fue un momento angustiante y triste, muy duro de presenciar cuando se ama y aprecia la vida marina”, describe el Dr Ryan

Ryan, advierten que a medida que vaya en el número de ballenas, también lo harán los enfrentamientos con la industria pesquera del krill, a menos que logren más medidas de protección concretas para cerca legalmente las áreas marinas de alimentación de la especie y mitigar con ello las amenazas que tienen de sufrir más colisiones y enredos en artes de pesca.