El Programa de Adopción del ICB recauda fondos para la protección de las ballenas y el desarrollo de la investigación científica. También aporta beneficios educativos para los adoptantes.

En Península Valdés hay 12 ballenas francas australes que pueden ser adoptadas por cualquier persona del mundo. Pionera, Tempranera, Mochita, Nube y Docksider son algunas de ellas. Forman parte de un Programa desarrollado por el Instituto de Conservación de Ballenas (ICB) y cada una representa un rasgo distintivo de la especie.

¿Cómo funciona el Programa?

El Programa de Adopción Ballena Franca Austral del Instituto de Conservación de Ballenas (ICB) fue desarrollado para recaudar fondos con el fin de proteger a los cetáceos de la región de Península Valdés.

Es un gesto simbólico a través del cual todas las personas del mundo pueden aportar a la causa, sin importar el sitio en el que se encuentren.

El ICB acumula más de 50 años realizando estudios científicos sobre las poblaciones de ballenas de la Patagonia argentina. La trayectoria del Instituto avala el programa, y los fondos recaudados son destinados a la continuidad de dichas investigaciones. 

Los ejes de los estudios son varios: las condiciones de salud de las ballenas, las distintas amenazas que enfrentan y las posibles soluciones a los problemas son algunos de los principales. 

Las ballenas francas más famosas

El ICB ha seleccionado las ballenas que forman parte del Programa de forma muy cuidadosa. La elección se dio entre los más de 4 mil ejemplares que se han identificado en las costas de Península Valdés desde 1970, año en que comenzaron los estudios en la región.

En total son 12 y cada una de las francas elegidas se destaca por representar un aspecto distintivo de la población. Cada ejemplar cuenta con su propia historia de vida y sobresale por su singularidad.

Las ballenas que se pueden adoptar son:

  • Pionera. Es una de las más especiales del Programa de Investigación. Nació en 1971, año en que el Dr. Roger Payne llevó a cabo el primer relevamiento aéreo de fotoidentificación en Península Valdés.
  • Tempranera. Fue identificada por primera vez en 1990. Es famosa por ser uno de los ejemplares monitoreados vía satélite a través del proyecto “Siguiendo Ballenas”.
  • Mochita. Nació en 1999 y es todo un símbolo de la conservación de las ballenas francas. Debe su nombre a que su aleta caudal no tiene la punta derecha, por motivos que se desconocen.
  • Troff. Es otro de los cetáceos identificados en los años 70. Es conocida como la ballena viajera, debido a que alterna entre las aguas de la Patagonia argentina y las del sur de Brasil. 
  • Serena. Una posible pérdida de un ballenato en los años 80 la ubica como ejemplo de los efectos que el calentamiento global puede generar en los cetáceos.
  • Manantial. Se llama así por ser considerada una “fuente de vida”, ya que dio a luz a un total de al menos 10 crías.
  • Valentina. Su caso es similar al anterior. Su nombre refiere a la palabra “valentía”, por el hecho de ser madre de al menos 8 ballenas.  
  • Luminosa. Nació en 1994 y forma parte de una familia de la que se conocen 3 generaciones.
  • Nube. Es la ballena más joven de todo el Programa de Adopción. Nació en 2005 y debe su nombre a su particular coloración gris. 
  • Hueso. Nació en 1999 y es la protagonista del documental “Franca, la Ballena Austral”. El estudio de este ejemplar aportó nuevos conocimientos acerca de la especie.
  • Aoni. Otra de las ballenas más famosas del Programa. En su caso, se la puede ver en la película “La ballena franca”.
  • Docksider. Es miembro de una de las familias de ballenas francas australes más conocidas de todas. En total son 5 generaciones, y nació en 1987.

Las claves 

El Programa de Adopción de Ballenas también aporta numerosos beneficios a todas aquellas personas que deciden sumarse a la comunidad de adoptantes.

Concretado el proceso de adopción, cada persona recibe un certificado y también la biografía de la ballena elegida con su correspondiente registro de observaciones.

Además, el ICB pone a disposición una serie de materiales informativos. Entre ellos se encuentra una cartilla educativa que permite conocer todos los detalles acerca de la ballena franca austral. También un informe similar referido a la necesidad de abordar la problemática de los microplásticos en los océanos.

El Programa se sustenta en una donación mensual y los donantes pueden elegir entre tres montos económicos.

🌊 El Instituto de Conservación de Ballenas cuenta con un Programa de Adopción de francas australes que brinda beneficios tanto a los cetáceos como a las personas que adoptan.

🐋 Las ballenas a elegir son 12 y representan las distintas características de la especie que habita en Península Valdés. Conoce todos los detalles en nuestro nuevo artículo: (enlace)

#BallenaFrancaAustral #PenínsulaValdés #ProgramaDeAdopción