Happywhale trabaja con la técnica de fotoidentificación. El avistamiento responsable de las ballenas, con métodos no invasivos, es el punto de partida tanto para la comunidad científica como para los ecoturistas.
Happywhale es una de las organizaciones más famosas del mundo en lo que se refiere al estudio y la conservación de las ballenas. Funciona como una base de datos gigantesca que sigue a las jorobadas, a otras especies de cetáceos e incluso a otros mamíferos marinos. Cualquier ciudadano puede colaborar aportando sus propias fotografías.
¿Cómo surgió la organización?
La caza indiscriminada ha sido un flagelo que las ballenas han debido soportar a lo largo de siglos. Happywhale indica que esta práctica acabó con la vida de más de 3 millones de ejemplares a nivel mundial.
Muchas especies han desaparecido y otras quedaron al borde de la extinción. Cuando Ted Cheeseman, director y cofundador de la organización, comenzó a realizar expediciones hacia la Antártida, notó que las aguas de los alrededores de las islas Georgias del Sur estaban “vacías” de cetáceos.
Esto se dio entre 1994 y 2010. Recién al año siguiente notó la presencia de algunas ballenas jorobadas, cuya cantidad fue creciendo con el paso del tiempo.
Sorprendido por la alentadora recuperación de las poblaciones de ballenas, decidió apostar por la conservación de los cetáceos y por el cuidado de los ecosistemas marinos que habitan. Así fue como en 2015 nació Happywhale.
¿Qué hace Happywhale?
Uno de los principales objetivos de la organización es que la ciencia y la educación vayan de la mano. La preservación de las ballenas y los océanos son el eje sobre el que gira este complemento.
Happywhale involucra a científicos y a ciudadanos interesados en el ecoturismo. La búsqueda es la de registrar a las ballenas mediante la técnica de fotoidentificación. Además, el plan incluye a otros mamíferos marinos como los delfines.
Para los ciudadanos comunes, la invitación es a disfrutar del encuentro con las ballenas y a hacer de su registro algo útil que aporte a la comunidad científica. Cualquier persona se puede registrar en Happywhale y subir sus fotos de encuentros con mamíferos marinos.
¿Para qué sirve el proyecto?
Las ballenas son identificadas por sus rasgos únicos, entre ellos las callosidades de la cabeza, las características de las aletas y las manchas del lomo.
La identificación permite rastrearlas, trazar las rutas que realizan estos cetáceos en sus movimientos migratorios. A su vez, la información que se obtiene ayuda a realizar estudios de población, de áreas de distribución, a estimar la tasa de supervivencia de las especies y mucho más.
El seguimiento es cada vez más eficaz. Esto se debe a que Happywhale trabaja con algoritmos de procesamiento de imágenes de última generación.
La importancia de los colaboradores
Los grandes protagonistas de la organización son todas aquellas personas que aportan con sus fotografías a la enorme base de datos. Happywhale cuenta con poco más de 100 mil ejemplares identificados, con unos 280 mil encuentros y con un total de fotos de casi 770 mil.
Todo esto gracias a la ayuda de la gente y de otros organismos. Y Happywhale retribuye de varias maneras. En primer lugar, dando pautas sobre cómo sacar buenas fotografías para identificar ballenas.
La comunicación constante es otro de los valores de la organización. Cuando una persona envía una foto, es notificada acerca de si la ballena en cuestión logra ser identificada o no.
Lo mismo ocurre con los colaboradores anteriores: son avisados cuando “su” ballena ha sido vista una vez más.
Una red para la comunidad investigadora
La base de datos sirve para Happywhale y para todos aquellos agentes de la comunidad científica que deciden hacer investigaciones.
Hace unos años, por ejemplo, el aporte de esta base permitió a un equipo liderado por Nicola Ransome estudiar el caso de Frodo, una ballena jorobada macho que obtuvo el récord de su especie en distancia recorrida.
Lo que deben saber los investigadores es que el uso de datos es libre, pero tiene que estar autorizado. En otras palabras, se deben solicitar los permisos y las licencias de los colaboradores involucrados.
Por un avistamiento responsable
La fotoidentificación es una técnica que se utiliza desde hace poco más de 50 años. En la actualidad, el uso de las nuevas tecnologías, con drones no tripulados, hace que el proceso no resulte para nada invasivo para las ballenas.
El ecoturismo se vale de prácticas como la de acercarse a los cetáceos con embarcaciones. Ya sea por esto o por la forma en que las personas comunes fotografíen a las ballenas, es fundamental mantener presente la necesidad de un avistamiento responsable.
Happywhale da el ejemplo con la creación de una base de datos global, comunitaria y de fácil acceso. Sin embargo, su mayor premisa es la de proteger a las ballenas y a otros mamíferos marinos en sus hábitats naturales.
🌊🐋 ¡Únete a la comunidad de Happywhale y ayuda a proteger a las ballenas!
🐳✨ Tus fotos son información valiosa que contribuye a la ciencia y a la conservación marina. ¡Los cetáceos y sus hábitats naturales son los grandes beneficiados! Todos los detalles, a continuación: (enlace)
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Martín Prieto comenzó su carrera en Greenpeace Argentina como Director Ejecutivo. Logró importantes avances como la sanción de la Ley de Promoción de la Energía Eólica y la Ley de Protección del Bosque Nativo. En 2012, asumió como Director Ejecutivo de Greenpeace Andino, liderando las oficinas de Argentina, Chile y Colombia hasta 2018.
En 2006, Prieto fue designado Líder de la Campaña de Ballenas por Greenpeace International, destacándose en el bloqueo de los intentos de Japón de retomar la caza comercial de ballenas junto a la Comisión Ballenera Internacional. Además, ha sido asesor de Greenpeace International, Greenpeace Mediterráneo, Greenpeace India y Greenpeace Rusia.