La ballena franca austral se alimenta mucho en cortos períodos de tiempo. El objetivo es generar reservas de grasas y luego migrar hacia las áreas de reproducción.
La ballena franca austral es una de las más conocidas del mundo, sobre todo en el hemisferio sur, que es donde habita. Se alimenta a base de kril y zooplancton. En los últimos años se ha estudiado qué tanto influye su estado nutricional en la supervivencia de sus crías.
Cuáles son sus características principales
La ballena franca austral también es conocida por su nombre científico: Eubalaena australis. Es de la especie de los misticetos, que son los ejemplares barbados.
Habita en el hemisferio sur, entre los grados 20 y 60 de latitud. Tiene dos movimientos migratorios, uno de alimentación y otro de reproducción. Esto la hace moverse por los océanos Atlántico Sur, Pacífico Sur e Índico.
Los machos adultos tienen una longitud de entre 13 y 15 metros. Las hembras son más grandes: miden entre 15 y 17 metros. Pesan alrededor de 40 toneladas y se mueven con una velocidad máxima de unos 10 kilómetros por hora.
Cómo comen las ballenas francas australes
La clave de la alimentación de estos cetáceos se encuentra en las barbas que tienen en el interior de su mandíbula. Son láminas de queratina que les permiten filtrar la comida cuando esta ingresa en sus bocas.
Las ballenas van nadando y por momentos abren sus mandíbulas para captar agua y organismos vivos. Luego hacen un movimiento con la garganta y la lengua para devolver el agua. Las barbas hacen de filtro y permiten que los alimentos queden dentro de la boca.
También son conocidas por ingerir mucho alimento en cortos períodos de tiempo. Esto se explica en que generan grandes reservas de grasa en sus cuerpos para luego migrar hacia las zonas en las que se reproducen.
Cuáles son las especies con las que se alimentan
Estos cetáceos son conocidos por alimentarse a base de kril y zooplancton. En menor medida, también ingieren peces pequeños.
El Instituto de Conservación de Ballenas remarca que mucho de lo que se sabe sobre la alimentación de estos mamíferos se remonta a los tiempos de la caza indiscriminada.
En otras palabras, se trata de descubrimientos que fueron hechos al observar el interior de los estómagos de los animales cazados.
Ahora se busca obtener información actualizada a partir de estudios hechos con técnicas benignas y que no resulten invasivas para las ballenas.
Cómo afecta la alimentación de las ballenas en su reproducción
Uno de los puntos de investigación del Instituto se encuentra en la alta tasa de mortalidad que se observó en las crías de ballenas en el período que va del 2003 al 2013 en Península Valdés, Argentina.
Una de las hipótesis es que el estado nutricional de las madres tendría una influencia directa.
La explicación se encontraría en los lípidos que aporta el kril, es decir, el principal alimento de las ballenas. Los mismos serían necesarios tanto para la gestación como para el período de lactancia (aproximadamente un año cada uno).
El aumento de la temperatura del agua sería la causa, ya que haría que el kril sea menos abundante.
A qué peligros se enfrentan estos cetáceos
La ballena franca austral no es una especie en peligro de extinción. Sin embargo, hay varios fenómenos que atentan contra su integridad y que ponen en riesgo su rol en el ecosistema marino.
El calentamiento global es uno de ellos. Otro se encuentra en la presencia de barcos pesqueros en aguas internacionales, en especial cerca de las zonas donde las ballenas se alimentan y se reproducen.
La pesca indiscriminada también reduce de manera sustancial el ecosistema que le sirve de alimento a estos cetáceos.
Por otra parte, muchas de las muertes de las ballenas se deben a choques y colisiones con las embarcaciones. También a que quedan atrapadas en las redes de pesca.
Otro de los fenómenos que se está estudiando es el de la contaminación sonora de los mares. Los ruidos de los barcos pueden confundir a las ballenas y distorsionar la comunicación entre ellas. Esto llevaría a una alteración en sus movimientos migratorios.
Por todo esto, organizaciones como Greenpeace piden por acuerdos globales que regulen las actividades en aguas internacionales. La de las ballenas francas australes es apenas una de las vidas que se busca preservar.
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Martín Prieto comenzó su carrera en Greenpeace Argentina como Director Ejecutivo. Logró importantes avances como la sanción de la Ley de Promoción de la Energía Eólica y la Ley de Protección del Bosque Nativo. En 2012, asumió como Director Ejecutivo de Greenpeace Andino, liderando las oficinas de Argentina, Chile y Colombia hasta 2018.
En 2006, Prieto fue designado Líder de la Campaña de Ballenas por Greenpeace International, destacándose en el bloqueo de los intentos de Japón de retomar la caza comercial de ballenas junto a la Comisión Ballenera Internacional. Además, ha sido asesor de Greenpeace International, Greenpeace Mediterráneo, Greenpeace India y Greenpeace Rusia.