A lo largo de su evolución, las ballenas han ido desarrollando adaptaciones para vivir en el agua. Desde la cola con aleta, la nariz en la parte superior de la cabeza, la capa de grasa y el sistema de ecolocalización, entre otras.

Lo cierto es que las ballenas se encuentran en todos los océanos del mundo. Desde las zonas polares hasta las tropicales, la mayoría se alimentan principalmente de krill, peces y calamares. Existen algunas especies, como es la ballena azul y la ballena jorobada, que son los animales más grandes que existen. Como curiosidad, miden más de 30 metros y pesan más de 100 toneladas.

Las ballenas son animales muy sociables e inteligentes. Se comunican mediante sonidos variados y complejos. Asimismo, tienen comportamientos culturales, por ejemplo, el canto de las ballenas jorobadas o el uso de herramientas en las orcas.

Además, tienen una relación especial con los seres humanos. Con ellos interactúan de diferentes formas. Así es que estas son las ballenas que más interactúan con los seres humanos:

La ballena gris (Eschrichtius robustus): esta especie se distribuye por el Pacífico Norte, desde el Ártico hasta Baja California en México y Corea del Sur. Es una ballena migratoria, que recorre miles de kilómetros cada año entre sus zonas de alimentación y reproducción. 

Es famosa por su comportamiento amistoso con los humanos, especialmente en las lagunas de Baja California, donde se acerca a los barcos y se deja acariciar por los turistas. Se cree que este comportamiento se debe a que las ballenas grises han perdido el miedo a los humanos tras el fin de la caza comercial.

La orca (Orcinus orca): esta especie se encuentra en todos los océanos del mundo, desde los polos hasta el ecuador. Es la especie más grande de delfín y una de las más inteligentes y sociales. Se organiza en grupos familiares o pods, que tienen dialectos y costumbres propias. 

Es una depredadora versátil, que se alimenta de peces, mamíferos marinos e incluso tiburones. Tiene una relación ambivalente con los humanos, ya que puede cooperar con ellos en la pesca o atacarlos en cautiverio o en el mar. 

Recientemente, se han registrado casos de orcas que han golpeado barcos cerca de España y Portugal, lo que podría deberse a un estrés provocado por el ruido o la contaminación.

La ballena jorobada (Megaptera novaeangliae): esta especie se distribuye por todos los océanos del mundo, desde las zonas polares hasta las tropicales. Es una ballena migratoria, que viaja entre sus zonas de alimentación y reproducción. 

Es conocida por su canto complejo y melodioso, que solo emiten los machos durante la época de apareamiento. También es famosa por sus saltos espectaculares fuera del agua y por sus aletas pectorales largas y blancas. Tiene una relación positiva con los humanos, ya que suele ser curiosa y pacífica con los barcos y los buceadores. Incluso se han documentado casos de ballenas jorobadas que han protegido a otros animales o personas de ataques de orcas.

Estas son solo algunas de las especies de ballenas que interactúan con los humanos, pero hay muchas más. Por su parte, los científicos esperan que estas interacciones vayan aumentando en el futuro. 

A medida que sus poblaciones se recuperen de la caza sufrida en el pasado y se adapten a los cambios ambientales provocados por el ser humano, esta interacción será cada vez más consciente y más satisfactoria. 

Las formas en que las ballenas interactúan con los humanos son:

  • Acercándose a las embarcaciones o a los buceadores para observarlos o jugar con ellos. Según investigaciones, se acercan a los humanos por su inmensa curiosidad. Asimismo, también, el patrón de interacción es muy normal en ellas y es que constantemente se tocan y frotan con otros, con la intención de estrechar lazos sociales y sentir el compañerismo cercano entre su misma especie.
  • Comunicándose con los humanos mediante sonidos, gestos o movimientos. Las ballenas tienen un lenguaje complejo y variado, que usan para transmitir información, emociones y sentimientos. Algunas ballenas incluso han aprendido a imitar los sonidos humanos, como la famosa ballena blanca NOC, que podía producir sonidos similares a la voz humana.
  • Colaborando con los humanos para la pesca o la caza. Algunas ballenas han desarrollado una relación simbiótica con los humanos, en la que les ayudan a conseguir alimento a cambio de algún beneficio. Por ejemplo, las orcas de Crozet cooperan con los pescadores para capturar merluzas, y las orcas de Laguna San Ignacio ayudan a los cazadores de lobos marinos.