Hace millones años, las ballenas se han ido adaptando a la vida acuática. Cuando se las comienza a conocer en detalle, son animales fascinantes que no paran de sorprender tanto por su tamaño, inteligencia, comunicación y comportamiento social. No obstante, también son animales que interactúan con otros animales.
Lo hacen con su misma especie, como también con otras especies. Veamos qué tipo de relación tienen con otros animales, qué beneficios o perjuicios se derivan de estas interacciones y qué factores influyen en su forma de relacionarse.
La relación entre las ballenas y otros cetáceos
Las ballenas se relacionan con otros cetáceos, pero en distintas formas según: la especie, el individuo y el contexto. Sin dudas, algunas especies son mucho más sociables que otras. Por ello, forman grupos temporales y hasta estables con miembros de su misma especie o de otras especies.
Estos grupos se forman con distintos objetivos y cumplen diferentes funciones como puede ser la búsqueda de alimento, defenderse, el apareamiento o para el cuidado de sus crías.
También existen otras especies que son más solitarias. Solo se juntan con otros cetáceos en las épocas reproductivas o en las zonas donde se alimentan. Las ballenas se comunican con otros cetáceos y lo hacen a través de distintos tipos de sonidos. Puede ser con gruñidos, chasquidos, cantos o silbidos.
Esencialmente, estos sonidos casi siempre tienen distintos significados. Puede ser la identificación, la localización, la coordinación, la atracción o la expresión. Asimismo, también se comunican con otros cetáceos a través del lenguaje corporal: las posturas, gestos, los saltos o los golpes.
Las ballenas pueden llegar a cooperar y hasta competir con otros cetáceos. De eso dependerá sus intereses o sus necesidades. Se ha visto que muchas veces se ayudan entre sí para cazar aquellas presas más grandes. También lo hacen para defenderse de los depredadores y ciertas amenazas. Otras veces, se termina enfrentando entre sí y sucede por cuidar a sus parejas o por el acceso a recursos limitados como es el alimento.
La relación entre las ballenas con otros mamíferos marinos
Las ballenas también se relacionan con otros mamíferos marinos. Entre ellos están: las focas, los leones marinos, las nutrias o los pingüinos y lo hacen de diferentes formas según su especie y contexto.
Y es que, algunas ballenas se alimentan de estos mamíferos marinos nombrados, ya que son parte de su dieta. En cambio, están otras especies que los ignoran y hasta los evitan porque pueden ser sus posibles competidores o depredadores.
En la misma línea, están también otras especies que los protegen y hasta los rescatan para tenerlos como posibles aliados y/o amigos.
La forma en que las ballenas interactúan con otros mamíferos marinos es a través del contacto físico, el contacto visual o el contacto acústico. Estas formas de interactuar pueden ser positivas o negativas. Esto depende del propósito o el resultado.
Se ha comprobado que muchas veces las ballenas juegan o socializan con otros mamíferos marinos solo por diversión y/o curiosidad. Asimismo, sucede que hay ballenas que atacan o se defienden a otros mamíferos marinos básicamente por instinto o altruismo.
La relación entre las ballenas y otros animales marinos más
Sucede que las ballenas también se relacionan con otros animales marinos: con los peces, los calamares, el plancton o el krill y lo hacen de distintas formas según su especie y contexto.
Algunas ballenas se alimentan de estos animales marinos nombrados porque son su principal fuente de energía. Sin embargo, están otras especies que les sirven como señuelos o indicadores para encontrar su alimento. En la misma línea, también hay otras especies que los ignoran y hasta los evitan porque pueden ser posibles presas o depredadores.
Lo cierto es que las ballenas interactúan con otros animales marinos y lo hacen a través de la detección, la captura o la ingestión. Estas formas de interactuar pueden ser activas o pasivas. Eso depende del método o la estrategia que utilicen.
Sucede que a veces las ballenas persiguen o embisten a otros animales marinos simplemente para asustarlos o cazarlos, mientras que otras veces filtran o succionan a otros animales marinos directamente para alimentarse o limpiarse.
La conclusión es que las ballenas son animales que se relacionan con otros animales y todas lo hacen en distintas formas según su especie y su contexto. Estas relaciones varían: en cooperación o por competencia, para la comunicación o interacción, para alimentarse o protegerse.
Como fuera, estas relaciones influyen en su supervivencia y bienestar con otros animales. No hay dudas que las ballenas demuestran que la vida marina es tan simple como compleja y diversa, que requiere de respeto y conservación.
Martín Prieto comenzó su carrera en Greenpeace Argentina como Director Ejecutivo. Logró importantes avances como la sanción de la Ley de Promoción de la Energía Eólica y la Ley de Protección del Bosque Nativo. En 2012, asumió como Director Ejecutivo de Greenpeace Andino, liderando las oficinas de Argentina, Chile y Colombia hasta 2018.
En 2006, Prieto fue designado Líder de la Campaña de Ballenas por Greenpeace International, destacándose en el bloqueo de los intentos de Japón de retomar la caza comercial de ballenas junto a la Comisión Ballenera Internacional. Además, ha sido asesor de Greenpeace International, Greenpeace Mediterráneo, Greenpeace India y Greenpeace Rusia.