Todos los 23 de julio de cada año se conmemora la aprobación de parte de la Comisión Ballenera Internacional sobre la moratoria o prohibición a la caza comercial de ballenas. Es un día muy especial que por lo general se comparten entre diferentes sitios con conceptos biológicos, ecológicos y éticos. Toda la información es acerca de la naturaleza y en especial de las ballenas y su cacería condenable.

Mientras muchos se preguntan qué se conmemora cada 23, te contamos que hace 40 años la Comisión Ballenera Internacional (CBI) aprobó una “pausa” en la caza comercial de todas las especies y poblaciones de ballenas. 

Por suerte, esta pausa se extendió en forma indefinida y actualmente se la conoce como “la moratoria internacional a la caza comercial de ballenas”. Hasta la actualidad, es una de las victorias más importantes logradas, aunque lamentablemente, no todos la respetan.

Cuidarlas es una cuestión de amor y de respeto. Estos animales tienen una increíble capacidad de emocionar a las personas. Es necesario seguir trabajando para protegerlas de su explotación y de las amenazas que ya enfrentan los océanos.

Las ballenas son animales tan especiales y únicos

Lo cierto, es que la respuesta o la afirmación a que las ballenas son especiales y únicas es una idea que se extrajo de un artículo escrito por R. Barstow y publicado en Mammal Review en el año 1990 llamado: “Beyond whale species survival peaceful coexistence and mutual enrichment as a basis for human-cetacean relations”.

Dicho investigador se ha preguntado muchas veces si es moralmente aceptable matar a las ballenas para luego tenerlas como un recurso natural renovable o simplemente para obtener un rédito comercial. Argumentó su postura de por qué se tiene que abandonar por completo esta cruel cacería. Para ello, propuso cinco categorías que demuestran que las ballenas, verdaderamente, son animales especiales y únicos.

·         Las ballenas son biológicamente especiales.

Entre varias cosas, las ballenas incluyen a los animales más grandes que jamás hayan existido. Así es el caso de la ballena azul. Por ejemplo, el cerebro de los cachalotes es más grande que el de cualquier otro animal. Pesa cuatro o cinco veces más que el de cualquier ser humano. En el caso de las ballenas jorobadas, han sido las creadoras de las canciones más largas y complejas que haya desarrollado cualquier otro animal no humano.

Como si fuese poco, la corteza cerebral de las toninas y otros odontocetos, excede el grado de complejidad de sus circunvoluciones a lo que es la de los humanos y demás grupos de animales. Estas y otras características más, según Barstow, hacen a las ballenas biológicamente especiales.

·         Las ballenas son ecológicamente especiales.

A lo largo de 25 millones de años, las ballenas han evolucionado como mamíferos marinos. Esto, mucho antes de la aparición del hombre y de su abuso en los ecosistemas oceánicos. Los cetáceos están en la cúspide de las vastas cadenas alimentarias del mar. Gracias a su tamaño, a la amplia distribución en todos los mares, como a la extensa variedad de estrategias de alimentación que tienen, afectan el océano de manera especial y con un impacto global. Aunque aún se desconoce bastante sobre ellos, está claro que tienen un rol único en el ecosistema. 

·         Las ballenas son “culturalmente” especiales para los humanos.

Las ballenas tienen una capacidad casi increíble de enriquecer las vidas de las personas. Y es que estas entran en contacto pacífico ejerciendo una atracción universal única sobre el espíritu de cualquier humano.

Son generadores incomparables de provocar asombro y admiración. Hay una mística a su alrededor que inspira un sentido de felicidad en las personas de cualquier raza y nacionalidad. Eso es algo que ningún otro grupo animal ha llegado a igualar. Tienen la capacidad de fascinar a la gente y hasta es una herramienta para la educación de personas de todas las edades.

Además, suelen tener afinidad especial por los seres humanos. A pesar de que son de gran tamaño y fuerza, y puedan resultar amenazadores, las ballenas en su ambiente natural han demostrado ser excepcionalmente tolerantes a la proximidad de los humanos. No sólo toleran, sino que en varias oportunidades han iniciado interacción positiva con las personas.

·         Las ballenas son “políticamente” especiales.

Es sabido que el espacio vital con el que cuentan, al contrario de los animales terrestres, no está delineado con límites nacionales bien definidos. Sus territorios pertenecen a la globalidad de las naciones. Y es que los mares del mundo no pertenecen a ninguna nación en particular. Por ello, las ballenas se encuentran bajo el control internacional y dado que legalmente no son un recurso de ningún país, ninguna nación tiene el derecho moral de reclamar matarlas. Las decisiones sobre la explotación o su protección tienen que ser tomadas a través de un organismo internacional como lo es la Comisión Ballenera Internacional.

·         Las ballenas son “simbólicamente” especiales.

Todas las ballenas lograron simbolizar una gran preocupación por el medioambiente a nivel global. Al menos así sucede en la sociedad occidental, donde la protección de las ballenas se transformó en una fuente de inspiración para conservar las interrelaciones en todas las formas de vida del planeta.

Cualquiera de las consideraciones científicas con argumentos racionales debería bastar para que, de una vez por todas, se detenga por completo la cacería de ballenas y delfines en todos los mares del mundo.

Muy a nuestro pesar, el final definitivo de esta cruel cacería llegará cuando los humanos pongan sus propios sentimientos por encima de la razón, cuando se den permiso de tomar decisiones basadas en las emociones, en la compasión y en la empatía hacia las diferentes formas de vida.