Hoy viajamos con Greenpeace hasta el Golfo de San Matías en Península de Valdés para conocer cuáles son las causas de los altos índices de mortandad acontecidos en ballenas Francas Australes recién nacidas.
Entre 2003 y 2023, según datos relevados, cientos de ballenas murieron al poco tiempo de su nacimiento en el área del Golfo de San Matías , Península Valdés. Un área en dónde cada invierno las ballenas migran de los polos para dar a luz y reproducirse. Esta elevada mortandad registrada a lo largo de dos décadas, llamó la atención de la comunidad científica internacional, quien decidió profundizar en esta situación. Según se pudo apreciar , fue la mortandad de ballenas Francas Australes más alta jamás registrada y es el día de hoy, que los científicos siguen trabajando en diferentes hipótesis para conocer las posibles causas y poder encauzar acciones para mitigar el flagelo.
El equipo científico arrancó su tarea de investigación con la firme decisión de llegar a buen puerto con el abanico de hipótesis planteado, y lograr esclarecer al menos, alguna cuestión central que pudiera arrojar luz a la gran mortandad de ballenas bebés en el Golfo San Matías.
Como primera medida, para comenzar los estudios, los investigadores se centraron en analizar la condición de salud y el estado fisiológico general de las ballenas recién nacidas en la Península Valdés. Esto les permitió empezar a comprender cómo les afectan las diversas situaciones de estrés que son comunes y propias de su ambiente marino.
El flagelo de las gaviotas llamadas ‘cocineras’
Los ataques de gaviotas cocineras que se alimentan de la grasa corporal de las ballenas fue un interesante punto de partida para obtener datos relevantes, ya que esta es una de las principales causas que afectan de gravedad el estado sanitario de la población de ballenas recién nacidas.
Aún hoy día ,los investigadores del Instituto de Conservación de Ballenas (ICB) continúan estudiando qué relación existe entre la intensidad de los ataques de gaviotas cocineras a ballenas Francas recién nacidas y los niveles de estrés fisiológico que pudieron ser registrados en ellas.
La clave para desentrañar esta vinculación fue obtenida gracias al análisis de la barba de estos ejemplares una vez muertos. Por ejemplo, tomando los casos en que las crías mueren al poco tiempo de su nacimiento, mediante el análisis de los filamentos de su barba, es posible obtener con exactitud los niveles de estrés que experimentaron en el curso de su breve vida y hasta es posible calcular el grado de estrés gestacional. La técnica aplicada consistió en medir los niveles de glucocorticoides presentes en dos pequeños ballenatos que no presentaban casi ninguna lesión infligida por gaviotas cocineras y fueron comparados con los niveles de otros dos ejemplares bebés que presentaban muchas heridas producidas por estas gaviotas. También, se estudió el caso de una ballena bebé muerta por colisión contra un barco que murió producto de un trauma agudo sin sufrir estrés previo.
Resultados que permiten avanzar en pos de la conservación de la especie.
Cuando llegaron los resultados de los estudios de estrés realizados en este grupo de ballenas, los científicos quedaron muy sorprendidos con los hallazgos. En ellos, se pudo observar que en los casos de las dos ballenas bebés que fueron atacadas por las gaviotas cocineras, los niveles de estrés previo a fallecer, en ambos ejemplares, fueron altísimos. Mientras que en la ballena muerta por un fuerte impacto y herida sufrida en la colisión con una embarcación, las hormonas del estrés reflejadas en el estudio tenían niveles muy bajos.
En la actualidad, los estudios se han expandido y están centrados en dilucidar en qué grado el ataque de gaviotas cocineras está vinculado con la mortandad de ballenas de todas las franjas etarias en la Península de Valdés. O, por decirlo de otro modo,en que medida las lesiones infligidas por las gaviotas cocineras afecta de modo directo la supervivencia de las ballenas Francas Australes que llegan cada invierno a parir y a reproducirse en el Golfo de San Matías.
Poder comprender y ahondar con más profundidad en el estudio de la fisiología fascinante de las ballenas Francas Australes es para los científicos un desafío y una misión. En esta comprensión más cabal de la especie, queda evidenciado el impacto que los cambios ambientales le provocan a su funcionamiento fisiológico como así también, los que el hombre le inflige a sus condiciones de vida y que repercuten en su estado sanitario global. Conocer estos marcadores es de vital importancia ya que permite a los biólogos y científicos trabajar en conjunto con los equipos de ambientalistas y agencias de gobierno para diseñar las mejores estrategias tendientes a su conservación.
Martín Prieto comenzó su carrera en Greenpeace Argentina como Director Ejecutivo. Logró importantes avances como la sanción de la Ley de Promoción de la Energía Eólica y la Ley de Protección del Bosque Nativo. En 2012, asumió como Director Ejecutivo de Greenpeace Andino, liderando las oficinas de Argentina, Chile y Colombia hasta 2018.
En 2006, Prieto fue designado Líder de la Campaña de Ballenas por Greenpeace International, destacándose en el bloqueo de los intentos de Japón de retomar la caza comercial de ballenas junto a la Comisión Ballenera Internacional. Además, ha sido asesor de Greenpeace International, Greenpeace Mediterráneo, Greenpeace India y Greenpeace Rusia.