Lucio Cuenca es uno de los que se expresó sobre la liberación de Paul Watson. El director del Observatorio Latinoamericano de Conflictos Ambientales dijo que es una excelente noticia, pero recordó que la política ballenera de Japón se mantiene vigente, por lo que hay que seguir trabajando al respecto.

Diversas organizaciones ambientales de Chile se manifestaron en favor de Paul Watson desde el mismo momento en que quedó detenido en Groenlandia. Tras la liberación del defensor de las ballenas, instituciones como el Centro de Conservación Cetácea y el Centro Ecocéanos celebraron la noticia y remarcaron la necesidad de continuar trabajando por el cuidado del medioambiente.

Compromiso desde el primer momento

Paul Watson fue detenido en julio de 2024 al desembarcar en Groenlandia. La policía de Dinamarca lo arrestó por una orden internacional que había emitido Japón hace más de 10 años.

Por las irregularidades del proceso y por el peligro que suponía la extradición de Watson a Japón, numerosas figuras y organizaciones de todo el mundo se manifestaron en favor del canadiense.

En Chile, algunas de las organizaciones ambientales que se expresaron son el Centro de Conservación Cetácea y el Centro Ecocéanos. También lo hicieron defensores de derechos humanos, comunidades locales y artistas, entre otras partes.

Una excelente noticia

A mediados de diciembre, el gobierno de Dinamarca decidió que Paul Watson no sería extraditado a Japón y lo puso en libertad. 

Las organizaciones comprometidas con su causa (y con las causas que Watson defiende) celebraron la noticia y se manifestaron al respecto. El Centro Ecocéanos definió la liberación como un triunfo estratégico por parte de las comunidades organizadas y de los defensores de los derechos humanos y del medioambiente. 

La organización ciudadana también destacó que el hecho significa un traspié para Japón, país que intenta retomar sus operaciones de cacería de ballenas a gran escala en diversos océanos del mundo. 

Palabras autorizadas

Juan Carlos Cárdenas es médico veterinario y se desempeña como director del Centro Ecocéanos. En declaraciones públicas, manifestó que la liberación de Paul Watson revela el poder de la organización colectiva y del trabajo en equipo.

Además se refirió a las implicancias que el caso podría tener a nivel local. Dijo que la mega industria salmonera de Chile debe prestar atención a lo sucedido. En su intento de criminalizar y callar a las organizaciones ambientalistas y otros activistas, podrían encontrarse con una resistencia sólida y a gran escala.

Quien también se manifestó fue Elsa Cabrera, la directora del Centro de Conservación Cetácea. En su caso, se focalizó en las intenciones de Japón, y dijo que todo lo sucedido con Watson responde al intento de la nación asiática de amedrentar a todos aquellos que se posicionan en favor de la preservación de las ballenas. 

Persecución y criminalización

Movimiento por el Agua y los Territorios es una de las tantas organizaciones ciudadanas que se movilizaron por la causa Watson. Francisca Fernández Droguett, integrante del organismo, celebró la liberación del activista y afirmó que el contexto igual sigue siendo muy desalentador.

Dijo que los defensores del medioambiente, de la naturaleza y de los animales son perseguidos, silenciados y criminalizados en todo el mundo. A nivel nacional, recordó el caso de Julia Chuñil, mujer mapuche y defensora de los bosques nativos que recibió serias amenazas por parte del empresariado forestal y hoy se encuentra desaparecida. 

Un peligro latente

Lucio Cuenca se expresó desde su rol como director del Observatorio Latinoamericano de Conflictos Ambientales.

En primer lugar, sostuvo que la liberación de Watson es una victoria para todos los organismos y las personas que se movilizaron a nivel mundial en su defensa. Definió el hecho como un triunfo de la conciencia ciudadana internacional y también como un logro más de todo el trabajo que desde hace décadas se lleva a cabo por la conservación de las ballenas.

Cuenca sostuvo que el Ministerio de Justicia de Dinamarca no solo atendió a las demandas internacionales por la causa de Watson, sino que además puso en evidencia las inconsistencias del posicionamiento japonés.

A pesar de la buena noticia, recordó que la política ballenera de Japón se mantiene vigente. Y que no es la única amenaza que enfrentan los cetáceos, ya que la crisis climática también se profundiza. Por todo esto, el director del Observatorio llamó a seguir movilizándose por el bienestar integral de los océanos y de las ballenas.