La ballena azul es una especie que se encuentra en peligro crítico de extinción. El Comité Científico de la Comisión Ballenera Internacional informa que la población de Chile habría sufrido un descenso de hasta el 36% en el período de 2004-2017. 

A fines de diciembre, un ejemplar juvenil de ballena azul varó en el norte de Chile. Fue en la playa Río Seco, en las cercanías de Iquique, en la región de Tarapacá. El cetáceo fue encontrado vivo, pero falleció a las pocas horas. Se cree que el mamífero marino habría varado víctima de una enfermedad y también por falta de alimentación.

La noticia

El hecho sucedió en la mañana del sábado 21 de diciembre de 2024. En las primeras horas del día, se encontró una ballena varada en la playa Río Seco, en las cercanías de Iquique, en la región de Tarapacá.

El cetáceo fue hallado por los vecinos del lugar, quienes dieron aviso a las autoridades. La ONG Desierto Azul difundió la noticia a través de sus redes sociales e informó que el ejemplar aún se encontraba con vida.

La organización convocó a actuar con precaución. El objetivo era mantener hidratado al animal hasta que llegaran las autoridades.

Poco tiempo después arribó la Dirección Regional del Servicio Nacional de Pesca y Acuicultura. También se hicieron presentes integrantes de la Armada de Chile y pescadores de la Caleta que se ofrecieron a colaborar.

A pesar de la celeridad, se comprobó que el animal se encontraba en estado terminal. Su condición estaba tan deteriorada que finalmente falleció horas más tarde.

Muestras, necropsia y disposición final

Mauricio Ulloa dialogó con la prensa y compartió las claves del caso. El Director Regional de Sernapesca Tarapacá reveló que los especialistas primero tomaron algunas muestras del animal para analizar posteriormente.

También dijo que se estaba trabajando para coordinar el traslado de los restos a una playa cercana. La idea era lograrlo a la brevedad para poder realizar una necropsia al cuerpo antes de que se descomponga.

Ulloa explicó que la tarea no era sencilla por un motivo: la playa en la que varó el ejemplar presenta un problema logístico que dificulta el ingreso de embarcaciones menores. 

Por otra parte, el Director Regional del Servicio comunicó que la Armada nacional, la Municipalidad de Iquique y la Universidad Arturo Prat estaban coordinando acciones para la disposición final del cuerpo de la ballena.

La posible causa del varamiento

Ulloa dijo que la ballena azul varada era un ejemplar juvenil que medía entre 14 y 15 metros de longitud y que pesaba aproximadamente entre 8 y 10 toneladas.

Consultado sobre las causas del deceso, manifestó que es imposible saberlo con certeza a menos que se realice la necropsia. Así y todo, compartió las hipótesis que tenía en función de lo que había visto.

Dijo que el ejemplar juvenil estaba muy delgado, tal es así que se le notaba la columna vertebral. Y recordó que la ballena estaba viva cuando fue hallada, por lo que aún no había iniciado su proceso de descomposición.

La delgadez del animal podría ser consecuencia de una falta prolongada de alimentación. Además, Ulloa no descartó la presencia de una enfermedad crónica, que habría hecho que el cetáceo varara en las playas del norte de Chile. 

Una pésima noticia

Todo varamiento, toda muerte de ballena es un hecho lamentable. Tras siglos de cacería indiscriminada, el estado de conservación de los cetáceos es delicado. En las últimas décadas, las poblaciones experimentan una recuperación, pero es lenta y paulatina, por lo que toda pérdida implica un riesgo en materia de preservación.

Una de las especies más amenazadas es la azul. La Unión para la Conservación Mundial de la Naturaleza informa que se encuentra en peligro de extinción y la ubica en su Lista Roja de ejemplares en riesgo. 

En Chile quedan pocos ejemplares: apenas unos cientos. Además, el Comité Científico de la Comisión Ballenera Internacional comparte que en las últimas décadas se ha registrado una disminución. La población de esta especie en el país sudamericano habría descendido hasta un 36% en un lapso de 14 años (2004-2017).

La conservación de las ballenas es una necesidad universal que se aplica a todas las especies. Sin embargo, casos como el de la azul evidencian la urgencia de implementar acciones concretas para la preservación.