Grandes poblaciones de ballenas sei han sido avistadas con asidua frecuencia en las aguas del mar patagónico. Por esta razón, los científicos estiman que la especie podría estar regresando a la zona. Un hecho que los biólogos marinos del Instituto de Conservación de ballenas (ICB) celebran con esperanza, dado que no se tenían registros de su presencia en estas latitudes desde 1929.

Las ballenas Sei, que hoy se dejan ver nuevamente en las aguas de la Patagonia, ha sido una de las tantas especies de cetáceos que fueron diezmadas durante el siglo XX, cuando la caza de ballenas fue una actividad comercial habilitada a nivel internacional. 

Las letales consecuencias perduraron por largas décadas dejando desoladas las aguas del planeta y en las del sur, de modo particular, la triste ausencia de las ballenas jorobadas y las de la especie sei, que allí encontraban refugio y un sitio ideal de descanso, de reproducción y para amamantar a las crías recién nacidas.

Los buques balleneros de bandera nórdica y , principalmente japonesa, operaron sin restricción alguna en todos los océanos del mundo . La caza de ballenas en las aguas de los mares del sur y la Patagonia argentina entre fines del siglo XVIII y principios del XIX, privó a generaciones enteras de disfrutar de la presencia de las ballenas y al mundo, de uno de sus mejores aliados para mantener el equilibrio ambiental. 

El gran valor comercial de las ballenas 

El objetivo central de la caza, estaba orientado a la obtención de la grasa de estos mamíferos colosales, cuya comercialización era el eje de muchas industrias apostadas en Asia. De esta preciada materia prima se procedía a extraer para luego elaborar un aceite de primerísima calidad que podía venderse a precio de un artículo de lujo tanto en los mercados europeos como en los de todo el mundo. 

Desde el Cesimar (Centro de Estudios para Animales Marinos) , el biólogo Damián Vales, quien ha estudiado la frecuencia histórica de los avistamientos de ballenas Sei en la Patagonia, destacó respecto a el auspicioso acontecimiento de su retorno a la zona : “La presencia hoy día de las ballenas Sei, constituye una excelente noticia para la especie , para el mundo y sus ecosistemas marinos y para los amantes de las ballenas. Este hecho pone en evidencia que, a pesar de que la especie ha sufrido niveles de pérdida de su población de un modo letal, la naturaleza demuestra una vez más que es muy resiliente”

El último registro que se tenía en el mundo de la presencia de ballenas Sei en la zona del mar argentino, data del año 1929. “Una vez que los barcos balleneros no encontraron ballenas en este lugar, siguieron con la caza de los lobos marinos , según se indica en los registros oficiales” explicó Damián Vales. “Uno de los dos buques, según consta en los registros de caza internacional que realizaba su actividad la Patagonia , se llamaba  Borealis,  justamente por ser el científico de  las ballenas Sei :  Balaenoptera Borealis”

Una luz de esperanza para las  ballenas Sei

El Dr Vales , para realizar su tarea profesional y llevar adelante sus relevos de rutina se embarcó durante un período de tiempo , entre los meses de noviembre y mayo de 2023, con el Ejército Argentino. El objetivo puntual de estas salidas al mar era estimar, de modo aproximado, la cantidad de fauna marina presente en las aguas del mar patagónico. En esta tarea se encontraba abocado, cuando a unos 40 km al norte de Comodoro Rivadavia y en una extensión que abarcaba hasta el sur de la ciudad de Caleta Olivia (Santa Cruz), el Dr Vale’s estimó con alegría y asombro, la presencia de unas 2600 ballenas de la especie Sei.

La noticia llegó rápidamente hasta la CBI, la Comisión Ballenera Internacional,el organismo internacional que se ocupa de la protección de los cetáceos , que de modo inmediato, procedió al envío de sus dotaciones de científicos para el estudio del acontecimiento. Sin dudas, un hecho que ha llenado de gozo a los conservacionistas del mundo entero y en particular a la Argentina, país que ama y celebra a sus ballenas.