La contaminación creciente que sufren los océanos es responsabilidad de todos. Ante el agravamiento del panorama y el deterioro de la fauna y flora marina, los científicos de todo el mundo quieren levantar su voz para visibilizar la situación.
Los plásticos son la principal amenaza que acecha a toda la biodiversidad oceánica en la actualidad. Las islas de plásticos serán el nuevo paisaje que regalará el mar para 2050 si no se toman medidas drásticas.Los plásticos tardan miles de años en desintegrarse y su daño a los sistemas naturales y al ser humano, seguirán por mucho más, incluso por siglos. El punto radica en que al ser reciclados por la naturaleza, su desintegración pasa a formar parte de todo lo viviente: del agua, de los suelos y de las especies animales y vegetales. De tal modo que, lamentablemente, el plástico será consumido en el corto plazo, en casi todo lo que forme parte de las fuentes de alimento del hombre.
En los océanos el plástico vertido causa estragos en los cetáceos , mamíferos y demás fauna marina. En grandes cantidades, estos son ingeridos por las ballenas causándoles serias lesiones en sus aparatos digestivos. La gran mortandad ocasionada por la ingesta de plásticos, junto con el flagelo de la ingesta de las redes que flotan en las aguas, son la principal causa de llevar al límite de la extinción a la especie.
Incluso, se han encontrado microplásticos (diminutas partículas de plástico de menos de 5 mm de tamaño que son los desechos que más abundan y flotan en el medio marino) en las ballenas y sus presas. Pero sus impactos son amplios y diversos. Esta micro contaminación puede descomponerse con la luz solar y otros factores ambientales y transformarse en compuestos químicos que son tóxicos . Estos compuestos representan un gran peligro para los ecosistemas marinos y la biodiversidad, ascendiendo en la red trófica marina a lo largo de los años y a través de generaciones de especies (lo que se denomina biomagnificación y bioacumulación) y pueden alterar el desarrollo y la salud reproductiva de los animales marinos.
Una solución global para un problema global
La contaminación por plásticos a nivel global se ha ido gestando a lo largo de una generación entera, y a nivel científico se está realizando un esfuerzo coordinado para eliminarlo también en un lapso de una generación. Este desafío se está abordando desde dos ejes puntuales:
- Mediante un acuerdo global y legalmente vinculante de las Naciones Unidas se establece como una prioridad evitar que los plásticos lleguen hasta nuestros océanos para el año 2030. Todos los países se ven afectados por la crisis ambiental que han ocasionado los plásticos y por ello, todos deben ser parte de la solución.Se necesita una respuesta global conjunta, con obligaciones y responsabilidades claras para prevenir y controlar el flagelo de la contaminación plástica. También, es urgente establecer un acuerdo inmediato vía ONU para acabar con el flujo de plásticos que llega hasta los océanos y acelerar la transición a una economía circular para el plástico para que nunca más se convierta en desperdicio y genere contaminación.
- Los gobiernos deben firmar una la Iniciativa Global contra Redes de Pesca Fantasma (IGRPF) e implementar sus mejores prácticas de gestión de reciclado para evitar el descarte de las redes en el mar. La IGRPF es la única alianza intersectorial global del mundo compuesta por 100 organizaciones que tienen un fuerte compromiso medioambiental. Los países integrantes de la organización podrán acceder al apoyo técnico fundamental necesario para abordar la problemática de las redes fantasma en sus sistemas pesqueros nacionales. También podrán contribuir al impacto positivo colectivo de la IGRPF y sus miembros, y ayudar al desarrollo de la capacidad global para luchar contra este flagelo de los plásticos en los océanos del mundo.
La buena noticia es que el apoyo a un tratado de la ONU está creciendo rápidamente; un número cada vez mayor de países ha expresado su apoyo y 50 empresas han respaldado un llamado a la negociación de un nuevo tratado global medioambiental. Esta respuesta mundial coordinada , es urgente para ayudar a los gobiernos y las empresas a emparejar el terreno e impulsar el cambio de una manera que podamos abordar esto en el lapso de tiempo de una generación.
Todas las iniciativas que se realizan para salvar a las ballenas, desde la ONU y diversas ONGS comienzan por impulsar campañas para mantener los océanos sanos. Proteger a las ballenas para futuras generaciones, implica impedir que los plásticos como las bolsas, envases, hilos de pescar, redes de pesca y globos lleguen hasta los océanos. Por ello, en primera medida debemos dejar de ser una sociedad dependiente del plástico pero eso es otro capítulo.
Martín Prieto comenzó su carrera en Greenpeace Argentina como Director Ejecutivo. Logró importantes avances como la sanción de la Ley de Promoción de la Energía Eólica y la Ley de Protección del Bosque Nativo. En 2012, asumió como Director Ejecutivo de Greenpeace Andino, liderando las oficinas de Argentina, Chile y Colombia hasta 2018.
En 2006, Prieto fue designado Líder de la Campaña de Ballenas por Greenpeace International, destacándose en el bloqueo de los intentos de Japón de retomar la caza comercial de ballenas junto a la Comisión Ballenera Internacional. Además, ha sido asesor de Greenpeace International, Greenpeace Mediterráneo, Greenpeace India y Greenpeace Rusia.