Algunas de las mayores curiosidades sobre las ballenas se refieren a su reproducción, a su gestación, a su alimentación y a su cultura. A pesar del conocimiento que se posee, aún queda mucho por descubrir en relación a estos gigantes del océano.

Existen muchos datos sobre las ballenas que pocos conocen. Esteban Duque es un gran apasionado de los cetáceos: dedica su vida a la investigación y, entre otras cosas, trabaja como guía de avistamiento. El experto colombiano comparte una serie de curiosidades que permiten comprender por qué estos animales son de los más fascinantes que existen en el planeta.

Experto en ballenas

Esteban Duque nació en Medellín, Colombia, y tiene 31 años. Desde muy joven es un apasionado de las ballenas y dedica su vida al trabajo con ellas.

Es guía de avistamiento en la región de Bahía Solano. Forma parte de un proyecto de ecoturismo que ofrece un acercamiento respetuoso a los cetáceos y a toda la biodiversidad de la región.

También es biólogo, fotógrafo de naturaleza y divulgador científico. Todo lo que hace le permite observar a las ballenas, estudiar su comportamiento desde diversos ángulos.

Es un experto en las ballenas y, como tal, no solo conoce los aspectos básicos sobre ellas: también sabe de detalles que permiten adentrarse en su fascinante mundo.

Un contraste importante

De la mano de la agencia de turismo responsable Dónde es el Parche, Duque comparte una serie de curiosidades sobre las ballenas. 

Una de estas consiste en que estos mamíferos marinos tienen los espermatozoides más chicos del planeta. 

El dato resulta curioso por el particular contraste de tamaño. De hecho, la ballena azul, una de las tantas especies que existen, es conocida por ser el animal más grande del que se tiene registro.

El fenómeno tiene una explicación. Como el vientre de las hembras es tan grande, los machos desarrollaron espermatozoides bien pequeños, para producirlos en mayor cantidad y aumentar así las probabilidades de que uno logre la fecundación.

También se debe tener en cuenta que, si bien el vientre de las hembras presenta un tamaño considerable, sus óvulos son diminutos. 

Un órgano particular

La alimentación para las ballenas es tan especial que dedican una parte del año solo para esta tarea: ingieren la cantidad suficiente de comida para generar reservas de energía y luego migrar hacia las zonas en las que se reproducen y crían a sus ballenatos.

Duque revela un dato curioso que permite conocer más sobre la manera en que se alimentan. El experto colombiano indica que las ballenas poseen un órgano en su barbilla que les permite reconocer la cantidad de kril o de peces que se encuentra a su alrededor antes de abrir la boca.

Es que, para los cetáceos, el acto de abrir la boca representa un gran consumo de energía, tanto por el tamaño que tiene la misma como por la resistencia que ofrece el agua.

Por eso, los ejemplares necesitan saber si la cantidad de alimentos que van a ingerir al abrir la boca justifica y satisface dicha inversión de energía. De no hacerlo, ni siquiera emprenden la tarea.

Los dientes de las barbadas

Una de las primeras clasificaciones de los cetáceos es la que los define entre odontocetos (con dientes) y misticetos (sin).

Sin embargo, las ballenas barbadas también tienen dientes, aunque lo hacen durante un período corto de sus vidas: luego los pierden y desarrollan las conocidas barbas.

El proceso tiene lugar durante la gestación. El bebé desarrolla los dientes, pero estos son reabsorbidos y reemplazados por las barbas. De acuerdo con Duque, se trata de un sedimento del pasado evolutivo.

Cetáceos cultos

Los humanos no son los únicos seres vivos que tienen cultura. Las ballenas también la poseen y la transmiten de generación en generación a su manera.

La clave se encuentra en el canto de los cetáceos. Las investigaciones científicas revelan que el mismo serviría para que reconozcan sus ubicaciones. También para que reproduzcan su propia tradición oral, que conserva atributos del pasado y se renueva a partir del contacto con otras poblaciones.

Una gran esperanza

Según Duque, las ballenas podrían contener el secreto para encontrar la cura para el cáncer.

El investigador colombiano parte de la teoría de que los animales presentan mayor probabilidad de desarrollar esta enfermedad cuanto más longevos sean y más cantidad de células posean.

Por su tamaño, los cetáceos son de los seres vivos con mayor cantidad de células. Pero la incidencia de la enfermedad en ellos es menor en comparación a otros organismos.

La esperanza existe y muchos investigadores se encuentran trabajando en el asunto. No obstante, hay que tener en cuenta que las ballenas aún presentan cierto misterio para los seres humanos, y que aún queda mucho de ellas por conocer.