El Instituto de Conservación de Ballenas nació en 1996 con el objetivo de preservar a los cetáceos y los ecosistemas que habitan. Mariano Sironi es uno de sus fundadores y desde hace años se desempeña como Director Científico de la organización.

Mariano Sironi nació en Argentina y es conocido a nivel mundial como uno de los máximos especialistas en estudios de la ballena franca austral. Sigue el comportamiento de la población de Península Valdés desde 1995 y es uno de los fundadores del Instituto de Conservación de Ballenas (ICB). Sostiene que estos animales son la esencia del mar y destaca el rol que cumplen para los ecosistemas.

La apuesta por Argentina

Mariano Sironi nació en Córdoba y reconoce que, a pesar de la zona en la que se ubica esta provincia, desde muy chico se sintió apasionado por el mar y los animales. 

Recuerda la impresión que le generaba el tamaño de las ballenas. También que estos mamíferos marinos fueron los que lo llevaron a estudiar Ciencias Biológicas en la Universidad Nacional de Córdoba. 

Doctor en Biología, continuó su formación en otros países y obtuvo la beca Fulbright para estudiar a las francas australes de Península Valdés en Estados Unidos. 

Sin embargo, concluida su formación académica y a pesar de contar con oportunidades de trabajo en el exterior, decidió regresar al país: si iba a dedicar su vida a la conservación de las ballenas, quería hacerlo en Argentina. 

Experto en francas australes

Sironi conoció a las ballenas en 1988. Cursaba el primer año de facultad y decidió viajar a Puerto Madryn y Península Valdés. Aquel encuentro también marcó su vida para siempre: al escuchar el ruido que genera el salto de las ballenas comprendió que se quería dedicar a los cetáceos por el resto de su vida.

En 1995 cumplió su sueño y comenzó a trabajar con ballenas. Al año siguiente, cofundó el Instituto de Conservación de Ballenas (ICB) junto a Diego Taboada y Roxana Schteinbarg, con el objetivo de preservar a los cetáceos y los ecosistemas que habitan. 

En la actualidad, Sironi es el Director Científico del Instituto y uno de sus máximos representantes. Es reconocido a nivel mundial por sus conocimientos de la especie franca austral y asiste, por ejemplo, a las reuniones anuales del Comité Científico de la Comisión Ballenera Internacional (CBI).

La esencia del mar

El ICB fue fundado con la idea de seguir la línea de trabajo que el equipo de investigadores liderado por Roger Payne mantenía desde 1970.

El Instituto aborda varios proyectos en simultáneo. Algunas de las variables de estudio son la dinámica poblacional de las ballenas, su comportamiento, su genética, su estado sanitario y nutritivo, y sus movimientos migratorios. 

La información obtenida permite conocer más sobre esta especie y sobre las ballenas en general. Sironi destaca el rol fundamental que estos animales tienen para los ecosistemas marinos y por eso los concibe como “la esencia del mar”.

Explica que los cetáceos ocupan el océano en toda su extensión. Navegan por las superficies y las profundidades, en las aguas cálidas del Ecuador y en las gélidas de los polos, y recorren miles de kilómetros durante sus movimientos migratorios. En pocas palabras, que convierten en su hogar al mar completo.

Un indicador a seguir

A pesar del trabajo exitoso realizado durante décadas en materia de estudio y conservación, la situación de la ballena franca austral de Península Valdés y alrededores continúa siendo delicada por diversos motivos.

Mariano Sironi explica que en la población argentina ya se encontraron evidencias de los efectos que genera el calentamiento global en la tasa de reproducción de las ballenas.

También agrega que la necesidad de proteger a los cetáceos no solo se da a nivel nacional. Menciona, por ejemplo, el caso de Japón, que bajo el argumento de investigaciones científicas continúa con la práctica de la cacería comercial. 

Por último, el Director Científico del ICB recuerda que una población sana de ballenas es indicador de un mar saludable. Y que un mar de estas características regula el clima del planeta, lo que brinda una alternativa de cara a la amenaza del calentamiento global.