La ballena franca austral es todo un símbolo de la Patagonia argentina y de Península Valdés. En los últimos años también ha aumentado su presencia en la costa atlántica bonaerense, en ciudades como Miramar, Mar del Plata, Necochea, Quequén y Pinamar.

La presencia de la ballena franca austral en las costas de Miramar es una sorpresa que se repite año tras año. Los ejemplares llegan a la región durante el invierno y permanecen durante buena parte de la primavera. Investigadores sostienen que el fenómeno pone en evidencia el incremento poblacional de la especie. También destacan la importancia de practicar un avistamiento responsable.

Cetáceos en Buenos Aires

La ballena franca austral (Eubalaena australis) es todo un ícono de la biodiversidad argentina y desde hace décadas sobresale por su presencia en la región patagónica, en especial en Península Valdés.

En los últimos años, la especie tomó por sorpresa a la costa atlántica de la provincia de Buenos Aires. Primero fueron unos pocos ejemplares, que con el transcurso del tiempo comenzaron a crecer en cantidad. Hoy en día, la franca austral se puede encontrar en ciudades como Miramar, Mar del Plata, Necochea, Quequén y Pinamar, entre otras.

Su presencia no deja de sorprender, aunque de a poco se vuelve una costumbre. Las comunidades locales disfrutan del espectáculo natural que ofrecen estas gigantes del océano y también aprenden a convivir con ellas.

Las ballenas y las comunidades

Como sucede en cada región del mundo, la presencia de estos cetáceos influye en el desarrollo y en el devenir de las comunidades.

En el caso de la ciudad costera de Miramar, el fenómeno dio lugar a capacitaciones y talleres de sensibilización. Uno de los aspectos que se aborda es el de la importancia que tienen las ballenas para los ecosistemas que habitan.

Más importante aún es la cuestión del avistamiento: es fundamental que las personas aprendan a disfrutar de la presencia de los cetáceos sin molestar a los animales ni poner en riesgo su integridad.

Claves para el avistamiento

Las francas australes arriban a la costa atlántica bonaerense durante el invierno y permanecen durante buena parte de la primavera. Expertos sostienen que la mejor época para el avistamiento es la que va de julio a octubre. 

La mejor ubicación para observarlas de cerca es la zona de ingreso del Vivero Municipal. El mismo se encuentra en el sur de la ciudad, a poca distancia del muelle. 

Se recomienda realizar los avistamientos desde la costa, es decir, desde tierra firme. En el caso de utilizar embarcaciones, de ninguna manera se debe generar un acercamiento o molestar a los animales.

Miramar y la investigación científica

Fundación Cethus es una organización sin fines de lucro que desde 1992 se dedica a la investigación, la conservación y la divulgación de los cetáceos. 

Uno de sus miembros explica la importancia de incentivar un avistamiento responsable. Recuerda que la franca austral es una ballena tranquila, pero que no deja de ser un animal silvestre. En consecuencia, ser respetuosos con los cetáceos es necesario para garantizar su cuidado y también para resguardar la integridad de las personas.

La Fundación también se destaca por desarrollar un programa de investigación científica que desde 2013 sigue la presencia de las francas australes en las aguas de Miramar y otras costas cercanas.

El proyecto se centra en el comportamiento de estas ballenas y también de otros cetáceos. Realiza relevamientos permanentes que brindan información sobre el uso que los animales hacen del hábitat. Mediante técnicas no invasivas como las fotografías y los drones, también se individualizan los ejemplares y se efectúa un seguimiento de los mismos a través de los años.

En crecimiento

Desde Fundación Cethus sostienen que la visita de la franca austral a las aguas de la costa atlántica bonaerense es evidencia de la recuperación poblacional que experimenta la especie.

La organización parte de una premisa que es clave para la conservación de los cetáceos: la misma consiste en que conocer en profundidad a estos mamíferos marinos brinda información que permite desarrollar medidas más eficaces para su preservación.

La expansión de esta especie a las aguas bonaerenses genera por lo tanto la oportunidad de adquirir nuevas herramientas para proteger a una ballena cuyo estado de conservación no deja de ser delicado.