La llegada del barco activista de Greenpeace a Colombia se da en un año especial: el del 15° aniversario del inicio de operaciones por parte de la ONG ambientalista en el país sudamericano.
La expedición Arctic Sunrise visitó Colombia por primera vez en la historia. La embarcación perteneciente a Greenpeace navegó por las costas del océano Pacífico colombiano con el fin de estudiar la biodiversidad del lugar y de denunciar los peligros que residen en los mares. El viaje también forma parte de un plan concreto: el de lograr un Tratado Mundial sobre los Plásticos en la Organización de las Naciones Unidas.
Una visita especial
El Arctic Sunrise es una de las mayores insignias de Greenpeace. Es un barco rompehielos que ya acumula varios años navegando por distintas aguas con un fin específico: denunciar las amenazas y los peligros que acechan en los mares y océanos de todo el mundo.
Fue parte de una campaña que abogó por un Tratado Global sobre los Océanos, el cual se logró firmar hace un año en la Organización de las Naciones Unidas. Lejos de detenerse, ahora trabaja por un Tratado Mundial sobre los Plásticos, uno de los mayores flagelos que enfrentan los ecosistemas marinos.
Tras visitar la isla de Galápagos, en Ecuador, la embarcación llegó por primera vez en su historia a Colombia, justo en el año en que Greenpeace cumple su 15° aniversario de operaciones en el país.
El Arctic Sunrise, en Colombia
El buque arribó al puerto de Buenaventura el 31 de marzo. Y luego visitó el Santuario de Flora y Fauna Isla de Malpelo, Sitio de Patrimonio Natural declarado por la Unesco.
De la expedición participaron 30 tripulantes provenientes de distintos países del mundo, 12 de ellos de Colombia. También la integraron miembros de Greenpeace y representantes de otras organizaciones activistas. Entre ellas, la Fundación Malpelo, quien aportó a su equipo de profesionales de diversidad marina.
Si bien transitó solo por las aguas del océano Pacífico, Greenpeace se propuso estudiar la vida marina de Colombia teniendo en cuenta algo clave: la posición estratégica que tiene el país en Sudamérica al contar con salida a los dos mares (el mencionado y el Atlántico).
Un antecedente clave
En octubre del año pasado, el Arctic Sunrise fue protagonista de un hecho que trascendió con rapidez en la comunidad que trabaja por la conservación de las ballenas.
La tripulación del barco salvó a una ballena jorobada que estaba enredada en equipamiento de pesca. Fue cerca de las costas de México y la red pertenecía a una empresa de pesca de cangrejos con sede en Oregon, Estados Unidos.
Ignacio Soaje, Primer Oficial del Arctic Sunrise, habló sobre el éxito de la intervención y también se refirió al contexto general del caso. El activista declaró que en total son 300 mil los delfines y las ballenas que mueren cada año debido a atascamientos en residuos de la industria pesquera.
Indicó que es la principal causa de muerte de estos seres vivos, y que a esta le siguen las colisiones con embarcaciones y las intoxicaciones por plásticos.
El flagelo de los plásticos
Greenpeace expuso que uno de los objetivos del paso del Arctic Sunrise por aguas colombianas fue mostrar la belleza natural de una región que es conocida por ser área de alimentación o de tránsito de varias especies cuyo estado de conservación es delicado.
La ballena jorobada es una de ellas. Pero no solo se trata de cetáceos: la organización ambiental destacó también el caso del tiburón martillo, el tiburón ballena y la tortuga verde.
Las investigaciones científicas se llevaron a cabo para reconocer la relevancia de la biodiversidad ecosistémica en las aguas de la región. Y también para dimensionar las amenazas que afectan a la misma.
Sandra Bessudo, directora de la Fundación Malpelo, expresó la necesidad de proteger el Pacífico colombiano de la basura, de la sobrepesca y de la contaminación. Tatiana Céspedes, coordinadora de Greenpeace Colombia, agregó a su vez la importancia de centrar la atención en el problema de los plásticos.
El estudio de las problemáticas ambientales que se dan en las aguas del Pacífico colombiano es un punto de partida. La información científica obtenida es fundamental para desarrollar acciones más pertinentes y eficaces para proteger a las ballenas y a todas las partes de los ecosistemas que habitan.
🚢🌎 Greenpeace cumple 15 años de operaciones en Colombia y lo celebra con un acontecimiento histórico: la primera visita a las aguas del país del Arctic Sunrise.
🌊⚠️ La expedición navegó por las costas del Pacífico colombiano con dos grandes objetivos: estudiar la biodiversidad de la región y denunciar todas las amenazas que ponen en riesgo su integridad.
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Martín Prieto comenzó su carrera en Greenpeace Argentina como Director Ejecutivo. Logró importantes avances como la sanción de la Ley de Promoción de la Energía Eólica y la Ley de Protección del Bosque Nativo. En 2012, asumió como Director Ejecutivo de Greenpeace Andino, liderando las oficinas de Argentina, Chile y Colombia hasta 2018.
En 2006, Prieto fue designado Líder de la Campaña de Ballenas por Greenpeace International, destacándose en el bloqueo de los intentos de Japón de retomar la caza comercial de ballenas junto a la Comisión Ballenera Internacional. Además, ha sido asesor de Greenpeace International, Greenpeace Mediterráneo, Greenpeace India y Greenpeace Rusia.